Fútbol > ENTREVISTA A DIEGO LÓPEZ

“Más que las críticas, los jugadores me hicieron sentir que esto era Peñarol”

El entrenador carbonero habló de lo que significó ganar el Uruguayo, ser elegido en Fútbolx100 como el mejor técnico y afirmó que el título logrado es “una linda recompensa para todos”
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01 de diciembre de 2018 a las 05:01

Llegó hace cuatro meses a Peñarol y lo sacó campeón uruguayo luego de un repunte fenomenal en la Anual y dando vuelta un clásico. Diego López fue electo recientemente como mejor técnico en la encuesta de El Observador de Fútbolx100 y habló con Referí de sus jugadores, de lo que significa Peñarol y no tuvo empacho en admitir que le gustó Nacional internacionalmente. 

Siempre quiso ponerse la camiseta como jugador y no pudo, pero llegó y fue campeón con Peñarol.

Sí,  fue siempre lo que quise y nunca lo pude concretar. En junio de 1996 cuando me iba a Europa en junio, tuve una posibilidad porque Damiani padre me quiso llevar. Lo hablábamos hace poco con Juan Damiani en el lanzamiento de la Ciudad Deportiva, pero River pidió mucho dinero. Yo venía de un Sudamericano sub 23 y después de grande, no daba para venir con 36 años.

Entonces podía haber estado en el quinquenio.

Sí, podía haber dado mi contribución al quinquenio por aquella época (se ríe).

Tomar un equipo sin conocer el ambiente ni los jugadores y en la mitad de la temporada, ¿es más complicado?

Mirá, te digo la verdad, miré todas esas cosas cuando tomé la decisión de venir a Peñarol. Pero me tenía fe por la experiencia que había hecho en Italia y me sentía pronto como para venir a dirigir a un equipo grande como Peñarol. Había ganado el último Uruguayo, había perdido el Apertura y el Intermedio, pero había visto que tenía buen plantel y pensé que se podía revertir la situación. Con el presidente y el Tío (Sánchez) llegamos a un acuerdo porque yo no quería venir por seis meses y me incentivó a venir que me ofrecieran un año y medio de contrato. Nosotros ahora ganamos, pero se puede mejorar en la fase ofensiva tiene un gran potencial para explotar. Necesita tiempo para trabajar.

Estar lejos de la familia como es su caso, también es complicado.

Sí, eso es lo más difícil de llevar el día a día, sin vivir con tus hijos y tu señora, pero más que nada con tus hijos. Uno de ellos cumple hoy 18 años y uno de los sacrificios es ese, no poder estar en una fecha tan importante. Pero este trabajo es así.

¿Cómo convenció a su esposa y a sus hijos para venirse solo?

Se dio por el simple hecho de que saben que siempre quise venir a Peñarol y que esta era la posibilidad. Anteriormente, había estado cerca cuando hablé con Juan Pedro Damiani, pero una sola charla, no hubo una segunda llamada. Esta vez fue más concreto y mi señora se dio cuenta de que esta era la oportunidad. Y yo quería venir joven y no de grande a Peñarol a dirigir. Creo que debés tener salud y calidad, porque Uruguay es complicado, parece fácil cuando estás afuera, pero no es nada fácil. Tenés que tener fuerzas en todo sentido.

Los dos más chicos juegan en Getafe. ¿Les ve futuro? ¿De qué juegan?

Uno juega de punta y el otro de “10” o media punta. Son chicos todavía, pero la mueven bien.

Lo vinieron a acompañar contra Progreso.

Claro. Ellos no tenían escuela durante algunos días y pudieron venir. Se dio justo todo porque fuimos campeones del Clausura. Los tres son hinchas de Peñarol, el grande también. Yo también lo fui, pero cuando empecé a jugar ya no tenía tanta pasión. Pero siempre anduve con la camiseta de Peñarol, tenía amigos como Petete Correa que es el padrino de mi hijo del medio y Adinolfi del mayor.

Pero su esposa no es de Peñarol.

No, mi señora es de la vereda de enfrente, pero al final, terminó hinchando por nosotros. La convencí con el título (se ríe).

¿Cómo fue su encuentro con el Papa Francisco?

Fue increíble. Estábamos en Cagliari y él había ido a una iglesia. El presidente del club quería que fuéramos nosotros y estuve hablando con él. Yo era el entrenador de Cagliari. Lo conocí con mis hijos y estuvimos hablando con él, sacamos fotos. Quería tomar mate porque se lo había olvidado. Estuvo bueno. Fue una experiencia muy linda que nos tocó vivir.

La eliminación en la Copa con Paranaense fue muy fuerte porque recién habían empezado.

Claro, porque había expectativas en todo sentido por todo lo que quiere el hincha de Peñarol, porque sabe que es un debe que tenemos, mejorar en la parte internacional. Aparte, porque se dio un partido como para pasar porque ellos quedaron con uno de menos allá y ya en el segundo tiempo podíamos haber sacado una buena ventaja para el encuentro de vuelta, pero fue todo lo contrario. Se complicó, echaron al Toro y se dio vuelta todo. En la vuelta, perdimos feo, jugamos mal. Es importante resaltar que en ese momento Paranaense no andaba bien, pero llegó ahora a la final. Sabíamos que era buen equipo porque Michele Fini me había dicho que jugaban bien.

¿Fue el peor momento suyo en Peñarol?

Sí, ni hablar. Esa semana fue crítica en todo sentido, fue difícil de llevar por la cercanía de los partidos. Se dio toda una semana complicada, pero la jerarquía y la personalidad de los jugadores de Peñarol, sacaron adelante la situación.

¿Cómo aguantó todos los insultos sin darse vuelta siquiera en el Saroldi y en Belvedere?

Como jugador, yo era distinto, no aguantaba nada. Era todo lo contrario. Ahora tengo otro rol y tengo que llevarla de manera más pensativa, pensar dos veces las cosas que hago. Los primeros insultos fueron en el Saroldi y para mí eran las mismas voces. Fue increíble. En la cancha de Liverpool uno me decía “te van a empatar y te vas a tener que ir”, como que estaba esperando que el rival empatara para que yo me fuera y después nos empató. Luego hicimos otro gol y seguía pesado diciéndome que me iban a empatar otra vez. Estaba deseando que empatáramos. No sé si era un hincha de verdad de Peñarol. Lo importante es que siempre estuve concentrado en la cancha porque sabía que lo que me iba a defender era la cancha, los jugadores y traté de ayudar al equipo ahí adentro.

Incluso le llegaron a decir que venía a robar la plata.

Claro. Me empiezo a reír porque me acuerdo que me dijeron eso y yo vine a buscar otras cosas: vine a buscar la gloria y la gloria son los títulos que conseguimos y lo puedo decir porque se lo dije a los jugadores el primer día que hablé con ellos. Les dije: “Háganme ganar. Sáquenme campeón. Ustedes saben lo que es ganar y ser campeón,  por más que en el primer semestre no se dio”. Y la satisfacción fue que me hicieron ganar a mí también.

¿El fuerte fue haberle llegado a los jugadores?

Yo no hablo mucho, hablo cuando es necesario porque creo que el entrenador debe hablar poco y ser conciso. He tenido entrenadores que hablaban mucho y te daban poco y lo primero que les dije a los jugadores fue que quería respeto porque yo se los iba a dar. Traté siempre a los futbolistas desde el primero al último de la misma forma y eso fue recíproco. Es un lindo grupo por este motivo.

¿Cómo define estos pocos meses en Peñarol?

Parece que hubieran pasado dos años y en realidad fueron cuatro meses. Fueron vividos intensamente en todo momento. Lo que me marcaron los jugadores fue impresionante. Cuando empatamos en el debut con Racing llegaron con cabezas bajas. Eso te demuestra que ellos saben lo que es Peñarol, que en Peñarol hay que ganar. Me lo demostramos en ese partido, empatamos y jugamos bien, merecimos ganar, no se pudo y cuando llegaron al vestuario, parecía que habíamos perdido 3-0. Fue igual con Paranaense. Perdieron y sabían que estaba mal. Más que las críticas, los que me hicieron sentir que esto es Peñarol fueron los jugadores.

¿Cómo define a Peñarol?

Peñarol es inmenso. Siempre dije que es grande, pero creo que es inmensamente grande. Es la sensación que me dejó de vivirlo desde adentro.

¿Cuál fue el partido más difícil?

Contra Danubio. Por cómo se dio, fuimos a Jardines, nos quedamos con uno menos y teníamos que ganar. Nos echaron a Kevin Dawson y teníamos la presión de ganar. El equipo mantuvo el orden. Allí les dije que había que mantener el equilibrio y el orden, porque el encuentro ante Paranaense en casa nos dejó una gran enseñanza que fue que en el momento que nos desarmamos, nos hicieron los goles. Les pedí que fueran más unidos en los momentos difíciles y el equipo con uno de menos mantuvo el orden, recuperó bien la pelota, estuvo junto y nos quedaron dos chances e hicimos dos goles. Fue importantísimo ese partido por cómo se había dado.

¿Qué puede decir de Gargano?

Pasó momentos jodidos con su lesión y lo vi siempre muy motivado y con mucha fuerza interior para volver. Después, cuando vimos la posibilidad con la sanidad, fue cuando nos reunimos y le dijimos que jugara en la Tercera. Nos dijo que sí y así fue. Luego en el clásico del Clausura no tuvimos en ningún momento dudas de ponerlo al final. En el partido contra Defensor no estaba para jugar los 90’, pero no estaba el Cebolla y echaron a Guzmán (Pereira). En el clásico final teníamos miedo de que si había un alargue, él y el Cebolla no llegaban en grandes condiciones físicas, y sin embargo, fueron los que rindieron más.

El hecho de que lo haya puesto en el clásico del Clausura, fue bastante jugado, porque iban perdiendo.

Solo con su presencia era importante, no digo para los rivales –que puede ser también–, pero para sus compañeros, tenerlo, era importante. Y fue algo muy bueno para los jugadores de Peñarol, tenerlo ahí en la cancha y era un lindo premio para su esfuerzo por toda la recuperación que hizo y es verdad, ahora que decís, íbamos perdiendo.

¿Qué importancia tuvo Michele Fini?

Una de las cosas que me dio fuerzas para venir a Peñarol fue cuando Michele me dijo que él venía. Me pidió un tiempo para hablarlo con su señora. El tipo por ahí estaba más loco que yo. Todo el mundo me decía “mirá que los entrenadores quieren irse a Europa, pero vos vas a hacer el camino contario y te volvés a Uruguay”. Pero Fini está más loco que yo porque me dijo que sí enseguida. Para crecer en su trabajo, uno tiene que rodearse de gente inteligente y él lo es y te hace crecer. Me gusta cómo ve el fútbol, trabaja muy bien.

A Valenzuela lo conocía de River y la selección. ¿Por qué lo llamó? al profe Valenzuela?

Fue al primero que llamé porque sabía que con Michele Fini iba a tener problemas de comunicación con los jugadores y yo sabía que precisaba un preparador físico uruguayo. Cuando me hice cargo de Cagliari lo llamé y me dijo que recién había firmado por cuatro años en Catar. Entonces esta vez lo llamé y él estaba de vacaciones en Miami. Le dije: “Profe, no me vas a dejar otra vez tirado”. Me dijo enseguida que sí y arreglamos. Siempre me gustó cómo trabaja, la forma que transmite su trabajo, tenía experiencia en equipos grandes y en la selección, entonces se juntaban muchas cosas para que el profe fuera él.

Si tuviera que elegir a un jugador del plantel destacado en estos meses, ¿cuál sería?

A un jugador no me animo. Pero te puedo dar el nombre del Tío (Carlos) Sánchez, que merece ser nombrado. El que me trajo fue el presidente, pero quien me ayudó en todo momento, estuvo al lado mío, fue el Tío. Fue muy importante para adaptarnos al fútbol uruguayo. Sin él, hubiese sido muy difícil. Después, jugadores te puedo nombrar desde el capitán hasta Pellistri que es de los más jóvenes que teníamos.

¿Está bueno que los jugadores sean jugadores-hinchas?

Creo que te dan siempre algo más y creo que en Peñarol se demostró. Tienen un plus. Como que se juntaron muchos jugadores con esa condición.

A Lores lo bancó todo el campeonato sin rendir lo que podía y lo puso en la hora contra Defensor y anotó un gol decisivo.

Eso puede pasar. Es un jugador que trajimos, aunque lo trajo Peñarol. Lo conozco y venía de dos desgarros seguidos, no hizo pretemporada y no es fácil para él haber venido a un equipo grande, buscarse un lugar. Tiene un gran potencial para seguir creciendo. No solo tenemos a Gargano y al Cebolla, quienes no pudieron hacer la pretemporada. Por eso digo que este equipo puede crecer. Ya vamos a tener a Varela y Corujo…

¿Cómo se maneja un técnico con jugadores históricos como Estoyanoff y Maxi Rodríguez que querían jugar el clásico y fueron al banco?

Con el Lolo fuimos compañeros en la selección, nos conocemos muy bien. Si hubiese sido por el afecto, habría sido titular siempre. Pero yo sé que en esto del fútbol, uno tiene que mirar todo. Las veces que le tocó entrar, pudo cambiar los partidos. Maxi lo mismo, aunque no lo conocía. Es un jugador importante. Siempre fui honesto con todos y las decisiones que tomé fueron para el bien de Peñarol. Ellos fueron muy profesionales en aceptar y no solo eso, sino entrando y demostrando que te cambiaban los partidos. Con Novick fue lo mismo, cuando entró respondió. Y esa es una de las más lindas respuestas que he tenido de los jugadores grandes, que cuando los llamé a entrar, dieron vuelta partidos.

¿El título se disfrutó más porque se dio de una manera especial de atrás y contra Nacional?

Sí, fue muy disfrutable porque en las últimas tres semanas ganamos el Clausura, después la Anual y luego el Uruguayo. Llegamos anímicamente bien, el equipo llegó fuerte y convencido de que se podía ganar.

¿Qué fue lo que más disfrutó luego del título cuando entró en la cancha?

Hice una videollamada con mis hijos desde la cancha con mi celular, con los jugadores y la hinchada festejando atrás. Fue algo muy lindo porque habíamos logrado lo que vinimos a buscar. Fue una linda recompensa para todos.

¿Recibió alguna felicitación que lo sorprendió?

Pablo Bengoechea me llamó cuando llegué y cuando fuimos campeones. Me gustó mucho. También el Pato Aguilera me llamó en los momentos difíciles; Darío Rodríguez también. Pero que me llamara Bengoechea que es un referente del club y de la historia, tras el título, es algo muy lindo. Bizera también que es amigo mío, Paolo Montero, fueron unos cuántos que llamaron en las buenas y las malas.

El nivel de Kevin Dawson fue espectacular. ¿Piensa que tiene chances de llegar a la selección?

Si jugás en un equipo grande y en el gran nivel de Kevin, tarde o temprano te llega la oportunidad de jugar en la selección. Ojalá siga manteniendo ese nivel y que pueda llegar porque aparte es un gran pibe. La continuidad es lo que te lleva a la selección.

¿Qué significó ganar la encuesta Fútbolx100 como mejor técnico?

Es algo gratificante no solo para mí, sino para Peñarol porque había muchos jugadores de Peñarol. Le doy gracias a los futbolistas porque son ellos lo que transmiten lo que uno le pide en la cancha. Es lo que siento realmente. En este caso me hicieron ganador de este premio y por eso estoy muy agradecido. Es un lindo reconocimiento. Es mi primer premio como técnico y me hace muy feliz.

 

"COMO DIJO EL PRESIDENTE: LA COPA ESTÁ EN LA VITRINA"

¿Cómo tomó los descargos de Nacional pidiendo que se revea el título del Campeonato Uruguayo que ganaron ustedes en la cancha debido a que Michele Fini se quedó 3 minutos luego de que usted fuera expulsado?

Te soy sincero: no hablamos ni con los jugadores de eso porque no creemos que vaya a pasar nada. Ellos creen que están en condiciones de reclamar, es un problema de ellos. Como dijo nuestro presidente: la copa está en la vitrina.

¿Le gustó la manera de jugar de algún equipo?

Sí, me gustó mucho Cerro de Petete (Correa), también Wanderers de Espinel, Liverpool , propusieron un buen fútbol. También el equipo de Juan (Carrasco) (Fénix) se salvó bien del descenso.

 

"NACIONAL ME GUSTÓ INTERNACIONALMENTE"

¿Piensa que se está lejos a nivel internacional en lo sudamericano?

La mentalidad y las transiciones son otras, mucho más rápidas a ese nivel. Los hechos demuestran que sí estamos lejos porque a nosotros no se nos dieron los resultados. Pero por ejemplo, a mí me gustó como jugó Nacional internacionalmente. Podía haber llegado a semifinales, no se le dio en el último partido, pero jugó de igual a igual en todos lados. Nosotros ligamos mal.

¿La intención ahora es pasar la primera fase en la Copa?

La idea de todos es justamente esa, hacer un buen papel en la Copa. Es lo que nos está faltando en Peñarol y para pasar el grupo tenés que mejorar en muchas cosas.

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