Nacional > ENTREVISTA A ERNESTO TALVI

“Sanguinetti puede ser un gran consejero pero no tiene por qué ser" vicepresidente

El candidato colorado buscará una fórmula de consenso que refleje la “renovación” y le permita seguir sumando votos extrapartidarios
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02 de julio de 2019 a las 05:00

Ernesto Talvi estaba bajando por el ascensor del hotel Four Points cuando sintió un “griterío extraordinario” que por primera vez le permitió decir “ganamos”. Su equipo había recibido proyecciones de encuestas a boca de urna durante la tarde, pero la alta tasa de “no respuesta” obligaba a mantener la “cautela”. Los números internos indicaban que podían ganar “con luz” aunque “nadie” esperaba tanta “ventaja” como la que a esa hora proyectó Opción.

Algunas horas después, con la emoción a flor de piel, el economista dijo a El Observador que el grado de conocimiento logrado en las últimas semanas fue “clave” y que el publicista Francisco Vernazza –reconocido por haber trabajado con Julio María Sanguinetti en 1994 y José Mujica en 2009– terminó siendo “decisivo” porque logró que su “personalidad cotidiana” se transformara en su “personalidad política”.

Sentado en la sede en la que festejó hasta tarde, señaló que la “ilusión” y “confianza” que despertó Ciudadanos fue la que le permitió “cruzar fronteras” y recibir un 60% de votos extrapartidarios. Pidió paciencia para conformar la fórmula y dijo que quien ocupe ese lugar tendrá que ser una persona “enormemente preparada” con “vocación de servir” y comprometida con el proyecto de renovación. “Sanguinetti puede ser un gran consejero pero no tiene por qué ser..." y ahí se detiene, aunque está hablando de la vicepresidencia. 

A continuación, una resumen de la entrevista.

¿Cuándo dijo “gané”?

Cuando lo anunció la primera encuestadora, que creo fue Opción en Canal 4. Estaba bajando por el ascensor porque estábamos trabajando en los discursos en una habitación del comando, y estaba bajando por el ascensor y de golpe sentimos un griterío extraordinario y dije bueno ganamos. Así que incluso llegué unos momentos tarde a ese momento tan emotivo y tan lindo.

¿Pero su equipo tenía algún dato previo?

Teníamos indicaciones de una de las encuestadoras, y de la que hemos usado nosotros internamente a lo largo de todo este tiempo, que nos decía que podíamos ganar con luz, pero había otras cuatro que daban empate técnico. Lo recibimos con una gran sorpresa.

No esperábamos ganar por este margen. Pensábamos que obtener una mayoría absoluta iba a ser muy difícil y que una ventaja de más de veinte puntos no estaba dentro del repertorio. Nuestra encuesta interna nos daba eso como posibilidad pero lo creíamos altamente improbable, o sea que para nosotros fue una gran y grata sorpresa.

¿A qué cree que se debió? ¿Dónde empezaron a ver qué ocurrió esa diferencia?

La diferencia se empezó a dar de manera paulatina en la medida en que el conocimiento de nuestra candidatura iba instalándose, por el esfuerzo ciclópeo que hicimos a nivel territorial, y por la estrategia de comunicación de la mano de alguien que es un profesional extraordinario que es Francisco “Pancho” Vernazza.

¿Lo considera que fue decisivo?

Sí. Fue decisivo tener el consejo de alguien con la experiencia y sabiduría de Pancho, en todo sentido, porque lee y entiende muy bien la política. No es solamente una persona de comunicación, es un intelectual de alto vuelo aparte de un extraordinario publicista que creo que en los hechos ofició de jefe de campaña.

¿Cuáles fueron esos ajustes que fue haciendo y terminaron siendo claves?

(Piensa) Me animó a ser como soy. Me dijo: "Ernesto, tú tenés que ser como sos, decir las cosas sin pelos en la lengua, decir lo que pensás, tenés mucho sentido del humor, usalo". Logró que mi personalidad cotidiana se transformara también en mi personalidad política. Logró hacerme dar ese salto. Sentía que mi personalidad política no estaba coincidiendo con mi personalidad real, que estaba siendo demasiado diplomático, que estaba usando poco el humor. A eso se sumó una estrategia de comunicación que trabajó con el equipo, porque acá hay un equipo muy importante y muy bueno trabajando. Tuvimos a un gran capitán de barco que nos ayudó a todos a encaminar esta campaña y fue una figura decisiva en los resultados.

Los datos muestran que fue el segundo candidato con más votos en Montevideo. ¿Cuáles fueron las fortalezas de esa alta votación en la capital?

Logramos generar en un montón de gente ilusión y confianza. Ilusión porque hay un proyecto de país serio, vanguardista, moderno y transformador para tratar de sacar al país del pozo, construir un futuro más luminoso que el que hoy tenemos y porque fuimos capaces de generar confianza. La gente confía en nosotros porque siente que somos auténticos y hemos armado una organización política sana con vocación de servir. Esos han sido un poco los secretos que nos permitieron cruzar fronteras del propio partido. 60% de los que nos votaron no habían votado al Partido Colorado en octubre de 2014.

¿Quiénes son?

Son exbatllistas que sienten que podían regresar a su casa, frentistas desencantados que recobran con Ciudadanos la ilusión que quizás tuvieron con el Frente Amplio en 2004 y blancos que si bien no dejan de serlo porque el sentimiento blanco es fuerte, pero que en esta instancia sintieron que Ciudadanos era el mejor proyecto para el país.

Esa capacidad de trascender fronteras partidarias creo que explica la excelente votación y habla de la posibilidad que el partido tiene, con Ciudadanos liderándolo de votar formidablemente bien en octubre y ser competitivo para ir al balotaje.

¿La estrategia de cara a octubre buscará profundizar ese voto extrapartidario?

Sí. Fue nuestra estrategia desde el día uno. Se nos criticó mucho el logo inicial, que era multicolor y apelaba a símbolos nacionales como el sol, la bandera, el himno, pero el Partido Colorado estaba en vías de extinción y si no salíamos a tratar de conquistar votantes fuera de nuestras fronteras estábamos condenados a ser insignificantes.

Vamos a tener que seguir con la tarea de conquistar a quienes quieran y sientan que el Partido Colorado, después de 14 años fuera del poder, es ahora una gran herramienta de cambio.

¿Volverá el logo multicolor?

No sé. Sinceramente ahora cerramos un capítulo y empezamos otro. Soy una persona de equipos. Vamos a conversar con Pancho y el equipo de comunicación para redefinir la estrategia.

Lacalle Pou anunció ayer su intención de que Beatriz Argimón integre la fórmula del Partido Nacional. ¿Cómo la ve?

Eligió bien. Resolvió un tema que tenía que resolver porque ya había anunciado que a Juan Sartori no lo llevaba como vicepresidente, así que resolvió muy bien por una persona que respetamos y valoramos.

Ahora nos toca a nosotros resolver con serenidad y tranquilidad, en los próximos días o semanas. La fórmula que lleve al Partido Colorado tiene que ser potente para competir en octubre con posibilidades.

¿Tiene previsto algún diálogo con Julio María Sanguinetti?

Todavía no. Primero voy a hablar con mi comando y el equipo de estrategia. Nos vamos a tomar un rato para discutirlo internamente y luego iremos a tratar de construir un consenso. Eso es lo que vamos a procurar, para que todo el partido vaya detrás de esa fórmula con alegría y ganas de trabajar.

Pero los votos le permiten ponerse a pensar en un perfil de ese candidato a la vicepresidencia. ¿En qué piensa?

Estoy pensando en posibilidades de todo tipo porque depende de qué busquemos y por eso no descarto nada. Es una decisión compleja y multidimensional. Si estamos buscando un gran articulador parlamentario es una cosa…

¿Pedro Bordaberry?

Es un gran activo del partido. Lo dije el domingo, es un hombre inteligente, íntegro y enormemente laburador. No es fácil encontrar esas tres condiciones en una sola persona. Le puso el pecho a las balas en el momento más complejo del partido.

Imagino que pondrá condiciones, ha sido muy firme en el idealismo, sus convicciones y la necesidad de renovar la política. ¿Cómo tiene que ser esa persona?

El mandato que recibimos de la ciudadanía es de renovación. De renovación de los cuadros políticos, técnicos y profesionales del partido para que el partido vuelva a ser ese gran arcoíris que convoque gente de todos lados. Creo que eso no es solo bueno para el Partido Colorado sino bueno para el país. Creo en los partidos establecidos, fuertes y sólidos. Los demás ya sabemos en qué terminan, en la fragmentación y pulverización.

Es muy importante que tomemos una decisión que le permita al partido crecer, fortalecerse, volver a ser protagonista de la república y creo que el mandato de la renovación es uno que hemos recibido bien claro y bien fuerte.

¿Más allá de la renovación hay alguna otra condición que tenga que tener ese candidato?

Tiene que ser una persona con vocación de servir, comprometida con este proyecto que pretendemos llevar adelante y una persona enormemente preparada y capacitada para cumplir la función que le vamos a pedir. Vamos por el gobierno de los más capaces. El vicepresidente, la Constitución lo explicita muy claramente, no es el que le hace guardia al presidente para reemplazarlo cuando viaja o en una eventualidad. Es el presidente del Senado, es un gran articulador político.

¿Es algo que va a considerar?

Claro que sí. Tiene que ser una persona con capacidad de articular políticamente porque ese es el rol más importante que juega el vicepresidente.

¿Qué tan posible ve que sea Sanguinetti?

En este momento lo considero... Sanguinetti es una figura gigante, vamos a tenerlo en cuenta. Estamos hablando de un expresidente, del presidente que manejó la transición de la dictadura a la democracia, la figura histórica de proporciones épicas. Si aquí hay un nuevo liderazgo, se tiene que emerger y probar. Es difícil cuando una figura de la enormidad de Sanguinetti está allí presente. Entonces por eso digo es una decisión que tenemos que tomar. La gente votó por la renovación, aquí hay una figura emergente que la gente quiere con su voto que lidere el partido y liderarlo implica establecer este liderazgo.

Y tomar decisiones...

Ser adultos sabiendo que tenemos un gran consejero allí pero no necesariamente tiene por qué ser... . Creo que el primero que entiende esto es Sanguinetti. Y sabe por qué, porque a Sanguinetti le podremos ganar en votos sí, pero en política no le gana nadie. Dijo el domingo que ya no era su decisión, que estaba para servir a lo que disponga. Es un acto de generosidad, de desprendimiento y comprensión de cómo son las cosas.

¿Lo visualiza más como consejero, ocupando otro rol?

No lo sé pero claramente va a ser una persona de consulta fundamental en todo este proceso porque valoro enormemente a quienes tienen esa experiencia. No sé exactamente en qué rol pero definitivamente va a jugar un rol.

En octubre comenzará a competir con dos personas como Luis Lacalle Pou y Pablo Mieres, a quienes ha considerado socios para una coalición. ¿Cómo hará para diferenciarse?

Vamos a competir y cooperar. Igual que hacía en la interna del Partido Colorado. La gran distinción es si podemos transmitirle a la gente la idea de que los tres vamos a presentar un proyecto de país, formar una coalición política para gobernar juntos y finalmente que la gente decida quién va a liderar esa coalición. En quién tienen confianza para que la lidere. Es un tema puramente de quién la gente entiende que está más capacitado o es más idóneo para llevar adelante ese proyecto.

Competiremos pero eso no quita que en simultáneo estamos tratando de construir aquello que le vamos a ofrecer a la ciudadanía independientemente de a quien le toque ganar. Aquí hay que poner al país por delante.

¿Cómo vio la victoria de Lacalle Pou?

Con alegría. Lo llamé, lo felicité. Lo dije antes, no me daba lo mismo quien gane en los blancos porque queremos en la mesa socios confiables. Estoy contento porque ganó con aire y comodidad.

¿Lo sorprendió la ventaja?

Igual que me sorprendió la nuestra, y estoy contento que la suma de Enrique Antía y Jorge Larrañaga, supere a Sartori, así que en término de grandes grupos Sartori quedó tercero y no se imaginan cuánto me devuelve esa creencia firme de que nuestra democracia es sólida y que a los uruguayos no les venden un buzón.

¿Se acordó de Jorge Batlle?

No me olvidé nunca de él en toda esta campaña. Lo recuerdo todo el tiempo, todos los días. A cada rato siempre hay una instancia que me anticipó, algún consejo que me dio ante una situación que iba a tener que vivir.

Creo que si hoy estuviera aquí estaría con esa sonrisa ancha que lo caracterizaba enormemente feliz de lo que hemos logrado.

¿Qué le hubiera dicho?

"No me hizo caso en todo pero le fue bien igual, eh. Es medio cabeza dura usted".

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