Acercamiento China-EEUU castigó valores regionales y locales en soja

En los primeros días de esta semana siguió el avance de la soja en Chicago, con compras casi confirmadas de China a Estados Unidos. Por ahora no es claro el volumen que estaría cerrando China –mayoritariamente para el gobierno–, aunque esta incertidumbre siguió golpeando los valores en Sudamérica.

A nivel local vinieron bien las lluvias, donde no hubo excesos, aunque habrá que hacer un balance luego del episodio que afectaría más a la mitad norte del país. El mercado está parado sin demasiadas expectativas de recuperación en el corto plazo, a no ser que haya marcha atrás en las negociaciones entre China y Estados Unidos.

Dependerá del volumen que finalmente termine comprando China de soja estadounidense cuando se está cerca que comience la cosecha en Brasil.

En ese país se espera una producción del orden de 120 millones de toneladas, con algunas advertencias por falta de precipitaciones en estados como Paraná o Mato Grosso do Sul, aunque sin alarma.

El reporte de oferta y demanda del Departamento de Agricultura de Estados Unidos no generó reacción en el mercado. El organismo mantuvo tanto la proyección de exportaciones y stocks estadounidenses como de importaciones chinas. Aumentó el pronóstico sobre la producción china y la expectativa de existencias mundiales, hasta 115,3 millones de toneladas.

Con este acercamiento entre China y EEUU las primas FOB en el Mercosur –la diferencia entre el precio local y el futuro de referencia en Chicago– pasaron a terreno negativo, repercutiendo sobre los valores locales y retrayendo la oferta.

Lluvias y gasoil ponen suspenso

En los cultivos de invierno, las lluvias generan expectativa por su posible efecto sobre el área que restaba por ser cosechada. La interrupción en la distribución de combustibles generó demoras, justamente en el suroeste del territorio nacional, donde se concentran los cultivos que deben ser todavía cosechados.

Las perspectivas de producción de trigo apuntan hasta ahora a un piso sobre 800.000 toneladas que, como mínimo, generaría un saldo exportable de 300.000 toneladas.

Había un porcentaje sobre el suroeste y sur del país por ser recolectado y ahora se espera que el efecto que pueda haber sobre peso hectolítrico sea limitado.

Los valores regionales por el cereal se mantienen firmes y eso permite precios por el cereal en el mercado doméstico entre US$ 190-US$ 200 por tonelada para la exportación y la molinería.

Hay productores que debieron vender para hacerse de caja, pero también se ve embolsado con agricultores especulando con subas en los próximos meses si se confirma demanda desde Brasil.