Talvi pidió a Sanguinetti que no lo use "como pretexto" de su vuelta al ruedo; batllistas le saltaron con todo

Pero también, como hace tiempo no pasaba, esa competencia genera fricciones. En especial el primero y segundo en las encuestas –Sanguinetti y el economista Ernesto Talvi–, cada uno de ellos reivindicando un relato diferente acerca de cómo llegaron a esta instancia. 

El relato sanguinettista dice más o menos así. Que el dos veces presidente estaba decidido a apoyar a Talvi, la cara nueva del Partido Colorado. Que se reunió con él para darle su respaldo explícito. Que el economista le sacó la mano. Que cómo no le aceptó la mano a un dos veces presidente. Que fue a partir de ese rechazo que Sanguinetti salió a la cancha, que esa vuelta al ruedo recuperó la vitalidad del Partido Colorado y que así lo marcan las encuestas. “Si Talvi hubiera aceptado nuestro apoyo todo habría sido distinto”, dijo el exmandatario a El País.

El relato talvista tiene una visión diferente de los hechos. Sostiene que Sanguinetti no ofreció un respaldo inocente o gratuito. Que el apoyo del dos veces presidente suponía una deuda y futuros compromisos con los integrantes de su aparato político. Que Talvi dejó en claro desde un principio que no deseaba tener detrás a la vieja estructura partidaria sino que planeaba resucitar al Partido Colorado de la mano de una nueva organización y una nueva cultura política. Que fue Sanguinetti, en su legítimo derecho, el que prefirió encabezar la corriente tradicionalista. Que Ciudadanos representa la renovación.

Aunque Talvi ya había esbozado que su rechazo al respaldo del expresidente se fundamentó en la necesidad de “no atarse” a un aparato, este sábado fue un paso más allá. “Nosotros hubiéramos aceptado encantados el apoyo del doctor Sanguinetti y sus cuadros técnicos”, dijo a El País. “Lo que no aceptamos, y venía junto con el paquete, es su aparato político territorial de captación de votos a nuestro proyecto. Nosotros no queremos tener compromisos con la vieja organización política que lo acompañó toda la vida. Sanguinetti sí, el viejo aparato electoral sanguinettista no. Sanguinetti sí, el sanguinettismo no”.

Sus palabras generaron gran malestar en los integrantes de Batllistas y lo que siguió fue una andanada de críticas.

Julio Luis Sanguinetti, hijo del expresidente y coordinador de su actual campaña, le escribió al economista vía Twitter reprochando sus dichos. “Cuando tú lo rechazaste Julio María Sanguinetti no tenía aparato de ningún tipo. El que tiene hoy vino de los más diversos lugares: pedristas, jorgistas, vieristas, etc. Además, ¿no llegó el momento de hablar de otra cosa?”, expresó. 

El diputado batllista Walter Verri también respondió con dureza. “Soy sanguinettista desde hace casi 30 años, nunca tuve un cargo, siempre me lo gané en las urnas. Es injusto que un recién llegado agravie a todos los que estamos y estuvimos siempre con Sanguinetti, solo porque las encuesta le dan 25 puntos abajo”, publicó en su cuenta de Twitter. En un mismo sentido, el también diputado Conrado Rodríguez declaró a La Diaria que los dichos de Talvi son señal de “desesperación” y que “no le hace bien ni a él ni al Partido Colorado denostar a Sanguinetti y a los que (están con él)”.

La lista sigue. El exdiputado Guzmán Acosta y Lara dijo: “Mientras Talvi piensa como un Chicago Boy y le manda mensajes a Trump, nosotros los Batllistas de siempre volvemos a trabajar por otro cambio en Paz con Sanguinetti”. La agrupación Batllistas Paysandú expresó que “los números” le “hacen perder el norte”. Luis “Lole” Hierro, hijo del exvicepresidente, lo acusó de “enanismo político”, de “soberbia reiterada” y de actuar como “un mesías”, y agregó que le responderán “con una avalancha de votos”. Hasta la secretaria de prensa de los diputados de Batllistas, Angelina Ríos, le respondió a Talvi. “¡Seguí participando!”, escribió ante un tuit del líder de Ciudadanos.

El economista, por su parte, le resta dramatismo a esas repercusiones. “Las campañas son cooperación y competencia. Esto forma parte de esos matices naturales”, comentó a El Observador. 

Según afirmó, sus declaraciones pretendieron “dejar las cosas bien en claro” y rebatir ese “relato” que Sanguinetti “ha dicho en todas partes”. “El doctor Sanguinetti manifiesta que se vio obligado a hacer algo que dijo que no iba a hacer –que es volver a la vida política– porque se fue Pedro Bordaberry y porque yo no acepté su apoyo. Ni Pedro Bordaberry abandonó el barco ni nosotros rechazamos el apoyo de Sanguinetti”, respondió el líder de Ciudadanos.

Talvi sostiene que le “hubiera encantado tener el respaldo de Sanguinetti pero no de todo el plantel”, porque “las estructuras políticas imponen luego muchas demandas sobre el Estado, por posiciones y por cuota política”. “Si el doctor Sanguinetti toma libremente la decisión de regresar a la vida política activa, que no nos use a nosotros como pretexto”, afirmó. “Queremos renovar, no repetir. Algo que, hasta donde yo sé, no está prohibido por ley”.  

El tercer precandidato colorado, el senador José Amorín Batlle, pasó su mensaje a ambos este lunes en una entrevista con Desayunos Informales. “Con el tiempo se van a ir viendo algunas diferencias, que no deben ser nunca personales”, dijo en referencia a la competencia interna. “La obligación que tenemos nosotros es que la interna sea limpia, que sea una competencia de ideas y de ver quién puede hacer mejor las cosas. Si hacemos eso vamos a llegar a las internas con un partido unido y esa noche tenemos que salir con la fórmula”, expresó.