Hubo un tiempo en el que Angelina Jolie y Brad Pitt fueron la pareja más admirada de Hollywood. Los actores -talentosos, sensuales y exitosos- se convirtieron rápidamente en una pareja casi de culto: Brangelina.
De repente, y como una sorpresa para todos los que miraban aquella imagen perfecta desde el exterior, Jolie pidió el divorcio de Pitt en el 2016 alegando "diferencias irreconciliables", y solicitando la custodia permanente y exclusiva de sus seis hijos.
La actriz presentó acusaciones de violencia doméstica contra el actor y se inició una investigación del FBI y los servicios sociales en Los Ángeles por una denuncia de Jolie, quien aseguró que él fue “verbal y físicamente abusivo" con su hijo mayor durante un viaje de regreso desde Francia en un avión privado. La investigación absolvió al actor y el FBI anunció que no se presentarían cargos. Pitt, en tanto, admitió que tenía un problema con el alcohol y que le había gritado a uno de sus hijos, pero siempre negó haber sido abusivo físicamente con ellos.
En marzo un juez de California otorgó al actor estadounidense la custodia compartida de sus hijos en el proceso de divorcio, que aún continua abierto. El actor solicitó al Tribunal Superior de California que revise su acuerdo de custodia después de que el tribunal apartara al juez que llevaba el caso.
En una entrevista en The Guardian, Jolie, de 46 años, aseguró que temió por la seguridad de su familia. Cuando el periodista le preguntó qué pasó que la hizo temer por los derechos de sus hijos durante su matrimonio, Jolie respondió que no puede hablar al respecto, porque todavía está involucrada en una situación legal. Pero cuando le pregunta si temía por la seguridad de sus hijos la actriz responde: “Sí, por mi familia. Toda mi familia".
“No soy el tipo de persona que toma decisiones como las que tuve que tomar a la ligera. Me costó mucho llegar al punto de ponerme en una posición en donde sentía que tenía que separarme del padre de mis hijos”, contó durante la entrevista con el medio inglés, y aunque se negó a hablar sobre detalles sobre su divorcio, dijo que la experiencia ha sido traumática y la ha dejado sintiéndose “rota”.
"¿Qué le han quitado los últimos cinco años?", preguntó el periodista y luego de una larga pausa la actriz señaló que "de alguna manera ha sido la última década", pero insistió en que hay "muchas cosas" que no puede decir. “Creo que al final del día, incluso si tú y algunas personas que amas son las únicas personas que conocen la verdad de tu vida, por lo que luchas, o lo que sacrificas, o lo que has sufrido, vienes estar en paz con eso, independientemente de todo lo que suceda a tu alrededor", comentó.
A pesar de que protagoniza uno de los procesos de divorcio más sonados y complicados de Hollywood, Jolie aseguró que quiere lo mejor para su familia, incluido su exmarido: "Solo quiero que mi familia sane. Y quiero que todos sigan adelante, todos nosotros, incluido su padre. Quiero que sanemos y estemos en paz. Siempre seremos una familia".
"¿Como estoy? Me doy cuenta de que a veces puedes sobrevivir a las cosas, pero no sabes cómo sentirte y vivir de la misma manera. Entonces se trata más de ser abierto. Realmente estoy tratando de volver a ser un ser humano abierto", dijo.
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