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Ante empuje del PIT-CNT, el MPP busca disuadir de un plebiscito contra la reforma jubilatoria
La inminencia de un PIT-CNT jugado por llevar a las urnas una papeleta contra la última reforma jubilatoria del gobierno juntó el sábado pasado a la Dirección Nacional del MPP para marcar la cancha de cara a ese debate en la izquierda.
Mientras el presidente de la central, Marcelo Abdala, apela al antecedente del referéndum contra 135 artículos de la LUC –cuando en plena pandemia el empuje de las organizaciones sociales logró arrastrar el apoyo de un dubitativo Frente Amplio– el sector de José Mujica y de Yamandú Orsi observa con preocupación que se le añada un factor extra a la decisión en el cuarto secreto, donde ya se juegan sus candidatos al Poder Ejecutivo y al Parlamento.
"Cualquier elemento que distorsione las posibilidades de cambio, que desordene la lucha, y fragmente la unidad necesaria para cambiar las mayorías, puede ser un error imperdonable frente a nuestro pueblo que sufre", establece un documento distribuido el sábado a la dirección y al que accedió El Observador.
Mientras tanto, algunos de sus referentes, como los senadores Alejandro Sánchez y Charles Carrera, se han puesto al hombro los contactos dentro de la izquierda y los movimientos sociales para "convencer" de que el camino impulsado por diversos actores –entre ellos, los sindicatos con dirección comunista– puede terminar siendo un "inconveniente" en 2024.
Con sus matices a zurcir en la interna, el PIT-CNT postergó su definición para el próximo 10 de agosto, mientras que el MPP abrió una ventana de "diálogo permanente con toda su militancia" para desembocar en un Plenario el 6 de agosto.
En un documento base, la agrupación estableció que "existe un malestar muy amplio en la sociedad uruguaya" ante los "recortes sistemáticos" en políticas públicas", "más de medio millón de personas intentando parar la olla" con menos de $25 mil por mes, una "lenta y penosa agonía" del sector industrial y el escenario de déficit hídrico.
"Esos anhelos y esperanzas de nuestro pueblo necesitan estar representados en una nueva mayoría que cambie la política económica para beneficio de todos y no de unos pocos", propone el texto que el MPP bajará a sus bases, en línea con una idea pregonada por el propio Orsi de ampliar el paraguas del Frente Amplio.
"Pareciera que la solución al problema (de la seguridad social) que encontró el gobierno fue aplicar la misma receta que en la década del noventa ya no funcionó. Contrató a uno de los referentes (Rodolfo Saldain) que elaboró la anterior reforma, la que décadas más tarde el Frente Amplio, en el gobierno, tuvo que ir corrigiendo debido a las múltiples injusticias que generaba", arremete el borrador.
El MPP pregona la convocatoria a un "gran diálogo social" una vez ganado el gobierno para arribar a una nueva reforma, en lugar de recolectar firmas para un plebiscito.
"Resulta absolutamente inconveniente" hacerlo, apuntan. "Las leyes se modifican con otras leyes y no con una reforma constitucional", afirman, alegando que ninguno de los tres poderes del Estado "debería invadir las competencias del otro".
El senador Carrera ha manejado en la interna informes jurídicos que advierten por un eventual recurso contra la papeleta ante la Suprema Corte de Justicia. Se trata de hecho de la solución apalancada por Abdala y la corriente comunista en la central (y con la predisposición del Partido Comunista): añadir a la Constitución una disposición que diga: "Declárese sin efectos jurídicos la ley nº 20.130".
"Vemos con preocupación que la próxima campaña electoral se centre únicamente en la reforma de la seguridad social, opacando otros temas de la agenda (...). Intentar anular esta ley a través de una reforma constitucional implica que el cuerpo electoral deba decidir sobre esta durante la próxima campaña electoral, mientras se elige presidente y Parlamento", alertan.
"La forma auténtica y lógica para modificar el sistema de Seguridad Social es la ley. Y el próximo gobierno deberá discutir si decide derogar o modificar parcialmente esta normativa", afirma el MPP.
Cambios
En línea con una de las críticas centrales de la oposición en todo el proceso, el MPP propone revisar el financiamiento del actual sistema, en tanto la reforma jubilatoria "dejó por fuera del análisis, nada más ni nada menos que la mitad del sistema", con los egresos por prestaciones y la convergencia parcial de los subsistemas.
El sector de Orsi reconoce que "desmontar el entramado consagrado" en la reforma previsional del '92 –en que se creó el sistema mixto con AFAP– "es un tema complejo", y que incluso pese a que los últimos programas electorales mandataron a los gobiernos frentistas a "eliminar el lucro de la seguridad social, no fue suficiente".
"Es necesario asumir mayores compromisos políticos con respecto a eliminar el lucro de la seguridad social y acompañar dicha formulación con la certeza de que ya no admite la mayor demora incorporar a la discusión una nueva forma de administración de los fondos de ahorro, distinta a la lógica de las administradoras privadas", adelanta el sector, uno de los de mayor peso en la estructura junto a los comunistas.
El MPP pide un pilar cero "más potente" para "mejorar la escasa eficiencia que tienen los regímenes no contributivos parciales" y dar "mayor justicia en el acceso de personas con "años reales de actividad" pero sin causal jubilatoria, como las mujeres dedicadas a cuidados no remunerados.
También sugiere revisar los regímenes excepcionales y las exoneraciones de aportes patronales, adecuando por ejemplo aquellas otorgadas al "transporte público de pasajeros u otros sectores de actividad en que es difícil justificar el fundamento de las exoneraciones existentes en la actualidad". El MPP asegura en tanto que la actual reforma "otorga demasiada discrecionalidad a los gobiernos futuros" para ajustar el suplemento solidario, creado para reforzar las jubilaciones más bajas, por lo que proponen ajustarlo por índice medio de salarios y que no sea objeto de recorte ante políticas de reducción del gasto público.
Otra de los ejes del sector será "revisar" la duplicación de bonificaciones creada por la última reforma para diversos rangos militares y "pensar en un impuesto a las altas jubilaciones y pensiones militares para bajar el costo de Rentas Generales". Además proponen repensar "en qué deben invertir las AFAP", citando como ejemplo la necesidad de gravar a las máquinas, una posibilidad considerada inviable por la actual administración, y añaden: "Es necesario dialogar con sectores de alta rentabilidad y pedirles también esfuerzo".
