Arabia Saudita y China profundizan lazos con la firma de acuerdos comerciales multimillonarios

La 10ª Conferencia Empresarial Árabe-China se celebró bajo el patrocinio del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman con el objetivo de “mejorar la asociación estratégica" de ambos países “en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, informó la Agencia de Prensa Saudita en momentos en que Riad busca liderar la profundización de los vínculos de los países árabes con Beijing.

Como principal exportador de petróleo del mundo, las relaciones de Arabia Saudita con China aún giran en gran medida en torno a la energía, pero como parte de su plan Visión 2030 para diversificar la economía, Riad planea impulsar las inversiones en sectores no petroleros, incluidos, por ejemplo, la producción de automóviles eléctricos, en este caso mediante un acuerdo por US$ 5,6 mil millones alcanzado con Human Horizon.

El memorando de entendimiento firmado con el fabricante de automóviles eléctricos y autónomos, que ingresará este fin de año en el mercado europeo, contempla el desarrollo tecnológico y la fabricación de las unidades en una planta ubicada en Arabia Saudita para abastecer la demanda regional a partir del próximo año.

“Nuestra reunión de hoy es una oportunidad para trabajar y fortalecer la histórica amistad árabe-china y trabajar en la construcción de un futuro común que beneficiará a ambas partes”, dijo el príncipe y ministro de Relaciones Exteriores saudí, Faisal bin Farhan al-Saud, según los medios locales, ocasión en la que ponderó los crecientes vínculos entre China y el mundo árabe.

La conferencia se concretó poco después de que el presidente chino, Xi Jinping, visitara Riad en diciembre, oportunidad en la que mantuvo una reunión conjunta con los líderes de los países árabes y firmó un acuerdo de asociación estratégica integral con Riad.

También sucede al aumento de la influencia diplomática de Beijing en Medio Oriente y luego de haber facilitado un acuerdo histórico entre Irán y Arabia Saudita en marzo pasado, que llevó a que los dos tradicionales rivales regionales reestablecieran relaciones diplomáticas luego de una ruptura de siete años.

Los acuerdos comerciales suscriptos incluyeron, entre otros, una inversión por US$ 533 millones para establecer una fábrica de hierro en Arabia Saudita y otro de cooperación bilateral por US$ 500 millones sobre minería de cobre, en un claro intento de Riad por diversidad su economía para hacerla menos dependiente de los ingresos petroleros.

Por lo pronto, Arabia Saudita presentó en octubre del año pasado su propia marca local de autos eléctricos, llamada Ceer, que espera producir camionetas y sedanes eléctricos a partir de 2025 a través de una planta de fabricación que ahora está en construcción.

Además del acuerdo con Human Horizon, los funcionarios saudíes y chinos anunciaron entendimientos por miles de millones de dólares en sectores que abarcan tecnología, energía renovable, agricultura, bienes raíces, turismo y atención médica.

Los funcionarios del reino, además, han dicho que se pueden esperar más anuncios, y el ministro de Energía, Abdulaziz bin Salman Al Saud, afirmó que próximamente se producirán más acuerdos energéticos. También restó importancia a las críticas occidentales sobre los crecientes vínculos de Arabia Saudita con China y precisó que el reino priorizaría sus intereses comerciales.

Según los datos presentados por las delegaciones de Beijing y Riad que participaron en la conferencia, el volumen total del comercio entre el gigante asiático y el mundo árabe alcanzó un récord de US$ 430 mil millones en 2022. Del total, Arabia Saudita explica alrededor del 25%, participación que se tradujo en un flujo comercial de US$ 106 mil millones en 2022, un 30% más que en 2021.

(Con información de agencias)