Aumentó a nueve el número de muertos ocasionados por fuertes tormentas que azotaron la costa este de Australia durante la Navidad, informaron las autoridades, mientras los meteorólogos advierten que el clima severo podría alcanzar la región nuevamente.
Las tormentas comenzaron a afectar los estados de Queensland, Nueva Gales del Sur y Victoria, en el este de Australia, el lunes de Navidad, sumergiendo a decenas de miles de personas en la oscuridad, provocando inundaciones repentinas y dañando miles de hogares.
Aunque el tiempo aparentemente se ha calmado, la Oficina de Meteorología de Australia advirtió el miércoles que podrían volver a estallar tormentas severas en las próximas horas.
La policía de Queensland dijo el miércoles que recuperó los cuerpos de dos mujeres de unos 40 años del río Mary. El incidente ocurrió el martes y una persona que había logrado llegar a un lugar seguro notificó a la policía que las dos mujeres habían desaparecido.
Los cuerpos de tres hombres también fueron descubiertos el miércoles por la mañana en la Bahía de Moreton durante una operación de búsqueda y rescate a gran escala iniciada el martes por la tarde después de que la policía recibiera informes de que una gran lancha a motor con 11 personas a bordo se había volcado.
Ocho de las personas en el barco fueron rescatadas y transportadas al hospital con heridas que no ponen en peligro sus vidas, pero dos hombres de 48 y 69 años fueron encontrados muertos durante la noche y el cuerpo de un hombre de 59 años fue encontrado el miércoles por la mañana, según la policía.
Una niña de 9 años reportada como desaparecida el martes también fue encontrada muerta el miércoles por la mañana, y aunque que no se indicó la causa de la muerte, no parecían haber “circunstancias sospechosas".
En Victoria, la policía dijo que el cuerpo de una mujer fue localizado en Buchan por los servicios de emergencia que acudieron al área después de informes de que varios vehículos en un campamento habían quedado sumergidos en una inundación repentina.
Al menos otras dos personas murieron como consecuencia de la caída de árboles.
Energex, la empresa eléctrica propiedad del gobierno de Quensland, dijo que más de 130.000 clientes se habían quedado sin electricidad, pero que redujeron esa cifra a unos 88.000 el miércoles.
(Con información de agencias)
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