Astori reconoció dificultades y tendió la mano a aportes de la oposición

Su discurso en el tradicional almuerzo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM) fue quizás uno de los últimos frente a un auditorio repleto de empresarios y ejecutivos del sector público y privado. Es posible que en los próximos meses el jerarca deje su cargo y pase a ocupar la banca en el Senado, antes de completar el actual período de gobierno que finalizará en marzo del año próximo.

En un año electoral que ya está en marcha, Astori dijo que no está de acuerdo con la afirmación de que el gobierno “no tiene agenda”, “está agotado” y espera “en suspenso” el final del mandato. En sentido, afirmó que se trabaja “con más intensidad que nunca” porque los desafíos han aumentado y la lista de dificultades “no es corta”.

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Aun cuando la economía completará 16 años consecutivos de crecimiento (el dato de 2018 se conocerá la semana próxima) y ha logrado transitar con éxito un entorno turbulento, marcado  por los problemas de países como Argentina y Brasil, junto con la crisis global de 2008, para Astori esos datos no deben hacer olvidar los problemas que tiene la economía.

La presentación del ministro se concentró primero en la debilidad de la inversión y los problemas de empleo, ello en un contexto de desaceleración del crecimiento.

“Hay una caída evidente de la inversión en los últimos años. Ese es nuestro desvelo actual porque repercute en el trabajo y la vida de la gente”, dijo Astori. Por ello hizo hincapié en la importancia de generar y mantener condiciones para poder recuperar el dinamismo de la inversión, a su juicio el camino “más genuino” para poder volver a crecer a tasas más altas.

Entre ellas mencionó la fortaleza institucional, los estímulos económicos para generar rentabilidad y el orden macroeconómico. En particular, cuestionó la visión de competitividad asociado a tarifas y salarios exclusivamente. También a los reclamos de fijar un tipo de cambio más alto.

Aunque se desconoce cuál será la maduración" de los proyectos de inversión que se presentaron en la Comap en los últimos dos años, Astori confía en la recuperación de la inversión a corto plazo para que tenga rápido impacto sobre el empleo.

La mochila del déficit

En otra parte de su presentación, dedicó varios minutos a hablar del déficit fiscal, un problema que hasta ahora no ha mostrado señales de resolverse. Es que lejos de mejorar, la trayectoria del rojo de las cuentas públicas ha empeorado. Se ubicó en 4,3% del PIB en los 12 meses cerrados a enero y en el arranque del ciclo electoral, donde la regla histórica tiende a un deterioro en el desempeño de la caja del Estado.

“A veces en la discusión pública parece que lo único que  importara es el gasto. Bajar el gasto es tan conveniente como subir los ingresos. Y los ingresos se suben, dado la carga tributaria que ya tienen el país y que no es conveniente aumentar, produciendo e invirtiendo más”, remarcó el ministro.

Camilo dos Santos

También subrayó la importancia de mejorar la calidad del gasto discrecional. “No hay que comprar más caro. Hay que comprar mejor", dijo sobre las compras públicas. El ministro de Economía también se refirió al crecimiento más acelerado del gasto endógeno (seguridad social) que le demanda al Estado UU$ 3.500 millones por año.

Por otro lado, consideró que el país ha consolidado un nivel de inflación "moderada" y "sostenible",  a pesar de que está algo por encima del rango meta (7,49% a febrero). Y en ese sentido, destacó que se hizo bien en adoptar un régimen de flotación cambiaria, con intervenciones del Banco Central para mitigar o eliminar volatilidades en la evolución del dólar.

Antes de terminar dejó abierta la puerta a los aportes que pueden venir desde la oposición política. "Todos tenemos contribuciones para tener un país mejor. La tarea es maravillosa. No perdamos la oportunidad de participar en ella", finalizó.