El escenario suele ser el mismo: cabeza gacha, mano en la rodilla lastimada, gesto de dolor y desazón sobre el carrito. Una de las lesiones más temidas por los futbolistas es la rotura de ligamentos cruzados y generalmente reaccionan de la misma manera en el momento de escuchar el ¡crac! seguido de algo similar a un choque eléctrico, según describen quienes la padecen.
En Nacional, en los últimos tres años, la padecieron tres jugadores que estaban en su mejor momento: Leandro Barcia en 2016, Guzmán Corujo en 2018 y Rodrigo Amaral el sábado último. Todos surgidos en la cantera de la institución.
Barcia sufrió la lesión el 12 de octubre de 2016 durante un entrenamiento (el colombiano Sergio Otálvaro cayó sobre su rodilla) cuando estaba en disputa el Uruguayo Especial, en el que había tenido un gran arranque hasta que se desgarró los aductores en la segunda fecha y luego sufrió la rotura de ligamentos tras la séptima.
Además de los ligamentos, Barcia se rompió los meniscos y la recuperación que se calculó en seis meses, le llevó nueve. Volvió a jugar en julio de 2017 en un partido amistoso contra Boca Juniors. Oficialmente lo hizo en agosto, frente a Botafogo por la Copa Libertadores.
A fin de año terminó su contrato con Nacional y no fue renovado. Ahora juega en Goiás de Brasil.
La lesión de Corujo se dio en una escenografía similar a la de Amaral. El zaguero había sido el mejor jugador tricolor en el clásico del Apertura 2018 jugado el 22 de abril (el partido terminó 1-1 en el Centenario) y el 9 de mayo, en la primera fecha del Intermedio, se rompió. Fue a los 11 minutos del partido contra Fénix, cuando el jugador apuró el paso para cortarle la carrera a Leonardo Fernández, pisó mal y cayó fulminado.
También se calculó su regreso en seis meses, pero recién lo hizo efectivamente el 24 de marzo pasado frente a Plaza Colonia, 11 meses después, en el primer partido de Álvaro Gutiérrez en su vuelta al club. No obstante, un mes antes lo había hecho en Tercera división, donde recuperó el ritmo de partidos.
Después del largo calvario, Corujo expresó: “No poder estar a la orden es una situación muy fea, no se la deseo a nadie saber que tenés que venir a entrenar y no poder jugar. Saber que durante tres meses no podés trotar”.
El zaguero volvió al equipo y demostró que la lesión quedó en el pasado. Su nivel va en aumento y junto a Felipe Carvalho mejoraron notoriamente el desempeño de la zona defensiva tricolor.
El sábado, cuando faltaba poco para terminar el primer tiempo del partido contra Rampla Juniors en Maldonado, el que sufrió la lesión tan temida fue Rodrigo Amaral. El enganche también estaba en su mejor momento deportivo.
Había regresado al club para relanzar su carrera y lo estaba haciendo de la mejor manera. Se destacó en los últimos cuatro partidos de Nacional. Contra Cerro Porteño marcó el gol del empate de tiro libre, frente a Peñarol fue el mejor jugador de su equipo mientras estuvo en la cancha, ante Defensor Sporting anotó el gol del triunfo 1-0 y frente a Rampla abrió el marcador y asistió a Zunino para el segundo gol.
La intervención quirúrgica será coordinada entre los médicos de Nacional y Racing de Avellaneda. El club tricolor informó que la recuperación será de unos seis meses.
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