Con el concurso de conjuntos en pleno desarrollo, la temporada 2018/2019 del carnaval de las promesas no es una más. Al inicio de su cuarta década de existencia, la Asociación de Directores del Carnaval de las Promesas (Adicapro) cumplió el sueño de disponer de la sede propia.
Ese logro, anhelado durante varios carnavales, tras intentos frustrados se concretó y se entiende que apuntalará la calidad organizativa y artística de un rincón cultural que cada año involucra a 1.200 niños y adolescentes.
Se trata de una movida que integra a miles de personas sumando técnicos, ex componentes que se mantienen en relación con los conjuntos, otros colaboradores, trabajadores que cada noche se desempeñan en el Teatro de Verano permitiendo que los espectáculos sucedan y las familias de esos más de mil pequeños y jóvenes artistas.
Entre ellos hay actores, cantantes, músicos, bailarines, libretistas, coreógrafos, maquilladores y varios que exponen más de una de esas responsabilidades. Muchos tienen talentos innatos, otros van aprendiendo sobre la marcha y a todos los asisten técnicos en cada rubro.
Leonardo Repetto, vicepresidente de Adicapro y presidente en ejercicio dado un momentáneo problema de salud del presidente Emilio Sosa, dijo a El Observador que “tener casa propia es algo tremendo para nosotros, para los chiquilines, nos permitirá hacer mejor las cosas”.
La casona, en Dionisio López casi avenida Italia, “está siendo refaccionada, tiene dos salones, es ideal para crear un centro cultural para las promesas, con talleres, escuelas de formación de técnicos, cursos, capacitaciones… no será un simple espacio para reuniones”, explicó.
De inmediato, dijo que “esa casa es de la Intendencia de Montevideo, nuestro gran socio en el carnaval de las promesas, una pata fundamental en toda esta movida. La tenemos en comodato por 20 años y esto debemos agradecerlo especialmente a Gerardo Reyes, el gerente de eventos de la intendencia, se puso esto al hombro y le estamos muy agradecidos”.
Repetto recordó que “en su momento, cuando Reyes llegó a la intendencia fue muy sincero y nos dijo que no conocía mucho del carnaval de las promesas, que teníamos que darle tiempo para que nos conozca, ser pacientes. Ahora nos dice que nos conoce y que le vuela la cabeza con esto de los gurises por todo el costado social que involucra, nos respalda a muerte y fue fundamental para que el sueño de la casa propia sea una preciosa realidad”.
Una de las cosas que entusiasma a quien se acerca a conocer “la familia de las promesas”, como a Repetto le gusta decir, “es la cantidad de controles, la seriedad que hay, acá está el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, acá se exige que los componentes estudien y se pide carné de salud del adolescente, acá hay gente de la Asociación General de Autores del Uruguay y de la intendencia ni que hablar porque hay un reglamento muy preciso y se controla por ejemplo el tema de las edades (los componentes deben tener de cinco a 17 años y en cada conjunto debe haber integrantes de al menos siete edades diferentes)”.
Adicapro se creó en 1988 y está en su 31er. año de actividades. La de las promesas se trata de una movida cultural amateur, no se paga a los componentes (son además menores de edad), pero sí hay inversiones importantes y se genera trabajo para mucha gente, varias decenas de personas incluso considerando personal contratado especialmente, el de la intendencia y el de los puestos concesionados que están en la plaza de comidas del Teatro de Verano.
En relación a las inversiones, Repetto dijo que no es extraño que en algunos casos “poner en la calle a desfilar y en el Teatro de Verano a actuar a un conjunto con buen nivel demande invertir unos $ 250 mil a $ 300 mil”.
Si se considera que el premio al mejor en una categoría puede llegar a $ 70 mil, está claro que “esto no se hace por dinero, es por pasión, para ayudar a los gurises, se hace por placer, hay gente que está todo el año metida en esto, es su pasatiempo y muchas veces se pone más de lo que se recibe por el premio y de las empresas que apoyan”.
Para conseguir el dinero necesario, se recurre básicamente a otros métodos durante los meses previos, como venta de rifas o festivales donde se cobra entrada y se recauda en las cantinas, para cubrir costos por ejemplo de vestuario, maquillaje, escenografía y transporte, “aunque lo lindo es que acá se apuesta mucho al laburo de las familias y de los propios gurises con los técnicos, no todo se soluciona con dinero, a veces la capacidad del ingenio de los directores de los conjuntos y de las familias es algo tremendo”.
El premio que se paga varía según la posición que deriva del puntaje dado por el jurado y se nutre de lo recaudado por venta de entradas, de los patrocinadores y de las concesiones de puestos en el Teatro de Verano, en una movida que con el paso de los años ha ganado espacios. Eso se refleja, por ejemplo, en que hay medios de comunicación con propuestas específicas para difundir el carnaval de las promesas.
Adicapro, en tanto, estimula la presencia de técnicos (muchos de ellos ex componentes) que guíen a los niños y adolescentes, “pero el reglamento es claro e indica que debe priorizarse y darle más valor a la creatividad, a la originalidad, que a lo suntuoso”. Incluso, resaltó Repetto, cada vez hay más temas inéditos, un indicador que es muy importante por todo lo que implica.
“En todo esto somos socios con la intendencia, los dos organizamos”, reconoció, a la vez que mencionó que en materia de empresas “hay un fuerte apoyo de Antel al carnaval de las promesas que también agradecemos”.
Este año la actividad, tras una instancia evaluatoria que hubo en la primavera, comenzó el sábado 8 de diciembre con el desfile inaugural, por la Av. 18 de Julio desde Plaza Independencia hasta Plaza de Cagancha.
Posteriormente, antes de lo que era habitual, el concurso se inició el viernes 21 de diciembre (la fecha indicada era el jueves 20, pero esa noche llovió y debió suspenderse la etapa inicial, reprogramada para el jueves 3 de enero). Por ahora, considerando el programa diseñado, la primera rueda debe culminar el jueves 3. La segunda comenzará el viernes 4, no habrá actividad en la noche del sábado 5 (hay una jornada de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales en el Teatro de Verano) y debería finalizar entorno al martes 15, pero ello dependerá de cómo se comporte el estado del tiempo. De todos modos, como el concurso arrancó antes de lo tradicional que era luego de Navidad, se culminará con la debida antelación como para aprontar el Teatro de Verano para el carnaval “de mayores”.
Claudia Minvielli es la presentadora de los espectáculos cada noche en el Ramón Collazo del Parque Rodó.
Este año participan 37 conjuntos: nueve revistas (Saphirus, Kaotika, Adrenalina, Euphoria, Los Buscadores, Jade, Dulcinea, Fénix, Zodíaco); nueve parodistas (Los Tutu’s, Los Gummy’s, Crossed, Imagine, Indigos, Buby’s Bis, Sleeper’s, Quijotes, Poppin’s); 10 humoristas (Bam Bam, Atomix, Aliados, Gnomos, Sydney, Chiflados, Cachirulos, Los Vagabundos, Valu’s, Gremlin’s); siete murgas (La Ruidosa, La Descocada, Diablitos Verdes, Chim Pum Fuera, Mano a Mano, Los Pepinitos, La Zafada); y dos lubolos (Cosme y Damián, Suena la Madera).
Los conjuntos tienen un número de componentes variado, lo que depende de cada categoría.
Repetto, consultado sobre en qué medida el carnaval de las promesas es un semillero de talentos para los conjuntos del carnaval de mayores, dijo que “hace unos tres años comenzamos a hacer estudios y vimos, por ejemplo, que a diferencia de lo que sucede en el carnaval de mayores, en el de las promesas hay más chiquilinas que varones. Y sabemos que la mayoría sigue vinculada a la actividad artística, pero no solo en el carnaval, muchos se vinculan al teatro, a compañías de danza, hay muchos bailarines del Sodre que salieron de las promesas por ejemplo”.
“Nosotros apostamos a un trabajo social, queremos que los chiquilines se formen integralmente, que adquieran valores más allá de lo exclusivamente artístico, que se vinculen, que aprendan, que no estén expuestos a problemas, ellos pasan meses ensayando en algo que es sano, que los entusiasma y que también integra a las familias”, destacó.
Betty Cucaro, secretaria de Adicapro, destacó a El Observador que por segundo año consecutivo todos los integrantes del jurado son ex componentes de conjuntos del carnaval de las promesas.
El jurado, dispuesto por la intendencia, lo preside Nicolás Lasa (también ex componente) y como miembros evaluadores se desempeñan Diego Multiuzabal (voces, musicalidad y arreglos corales); Florencia Caballero (textos e interpretación); Christian Moyano (bailes y coreografías); Mariana Escobar (puesta en escena, movimiento escénico e interpretación); y Victoria Falkin (vestuario, maquillaje y escenografía).
El fallo se emitirá en la madrugada siguiente a la conclusión de la última etapa en una noche de vigilia, cuando los integrantes de los conjuntos aguardarán el resultado en cada local de ensayo, en otra tradición que también tienen los pequeños.
En dicha instancia, que genera gran expectativa, se conocerá a los nuevos primeros premios y se entregarán unas 100 menciones especiales con el foco puesto en la labor individual y/o colectiva de los componentes.
Finalmente, admitió Repetto, es habitual que una vez comenzada la zafra del carnaval “profesional”, a fines de enero y en la temporada de tablados, los conjuntos del carnaval de las promesas que se destacan participen en esas carteleras, en tablados de barrio e incluso en los comerciales en alguna oportunidad.
Braulio Assanelli, flamante ganador de La Voz, el concurso para cantantes no profesionales organizado en Argentina, sorpresivamente actuó en el Teatro de Verano el viernes pasado. Repetto explicó que “fue de casualidad”. Una persona vinculada a Adicapro y al joven cantante de San Ramón generó el vínculo, “Braulio está haciendo una serie de presentaciones para agradecer el apoyo de la gente de Uruguay, de su país y surgió esto de venir a conocer el ambiente del carnaval de las promesas y quedó encantado”.
El ganador de La Voz, entre la actuación de dos de los elencos del carnaval de las promesas, acompañado por un guitarrista interpretó dos temas, uno de Alejandro Sanz y otro de Ricardo Montaner (su mentor en La Voz) y recibió una ovación del público que fue a ver a los cuatro elencos de las promesas que actuaban esa noche ante el jurado y terminó disfrutando además de un show inesperado que brindó Braulio.
“Lo más importante más allá de esa yapa que tuvo la gente que estaba en el Teatro de Verano, pensamos, fue el mensaje que él le dio a todos los chiquilines, eso que dijo de no renunciar a los sueños, de plantearse metas y perseguirlas, porque con esfuerzo se puede llegar, como le pasó a él”, dijo Repetto.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá