Consumir carne de caballo es un tabú en Uruguay. Sin embargo, se faenan animales y los cortes se exportan hacia Europa a precios récord por tonelada. No es un negocio nuevo, llevas décadas, al igual que la resistencia de muchos que se niegan a ver al caballo como un animal al que se puede matar para comer su carne.
¿Contradicción en un país que tiene un consumo anual per cápita de 100 kilos de cortes vacunos, cerdo, aves y ovinos? Las posturas se enfrentan entre quienes aceptan la faena y el negocio y los que ven al caballo como compañero de ruta.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá