Cine de videojuegos que sí se puede ver

Primera adaptación que el director Paul WS Anderson hizo sobre el juego de Capcom y probablemente la única mínimamente decente. Un laboratorio secreto –Umbrella– tiene una fuga de un químico que prácticamente mata a todos adentro para luego convertirlos en zombis. A tratar de detener la fuga marcha un equipo de asalto armado hasta los dientes que se encuentra con Alice (Milla Jovovich, quien debe haberse pagado varios asados con lo que ha ganado gracias a esta saga), la, aparentemente, única sobreviviente quien goza de extraordinarias habilidades. De todas las adaptaciones de este videojuego –que, al igual que las películas, tiene varias entregas–, esta es la única que busca causar, y lo consigue, cierto clima de horror. Tiene, además, un par de momentos fenomenales, y la bóveda con esa red de rayos láseres es el mejor de ellos.

Un accidente en la ruta y una madre (Radha Mitchell) que descubre que su hija ya no está en el auto. Su búsqueda la lleva al pueblito del título en lo que es un verdadero descenso a los infiernos.

Cuestionada primero que nada por aspectos extracinematográficos (el whitewashing de su elenco, por completo caucásico para una película ambientada en Persia) y condenado su inicio de franquicia por una tibia taquilla, lo cierto es que la aventura protagonizada por Jake Gyllenhaal es, antes que nada, una muy entretenida aventura. La película toma como base no el legendario juego original –que, justo es decirlo, tenía bastante poco argumento– sino el inicio de la saga Arenas del tiempo de Ubisoft, cuando hace su aparición una daga cuyo contenido (arena mágica) permite retroceder en el tiempo y cambiarlo.

En una lejana estación espacial en Marte se abre una puerta al infierno. Sí, así como suena. Un equipo de marines espaciales viajan hasta allí a controlar la situación. Es una película que le es muy fiel al juego original: es de tiros y punto. La versión del polaco Andrzej Bartkowiak hace grandes esfuerzos por lograr que el fan se sienta representado (tiene apariciones constantes de personajes y monstruos que son instituciones dentro de la saga creada por id Software) y que el espectador neutro salga entretenido. Para ello tiene entregados protagónicos de actores que luego serían estrellas (Dwayne The Rock Johnson y Karl Urban), seres espantosos y un muy agradecido momento en primera persona donde el espectador podía sentir lo que era jugar un first person shooter del nivel de Doom.

Cualquier acusación de nostalgia por la inclusión de esta adaptación tiene la razón. El videojuego, uno de los más legendarios simuladores de combate, creado por el propio Chris Roberts (quien aquí dirige la adaptación) para Origin Systems, muestra el interminable combate que la Tierra sostiene con una raza felina conocida como Kilrathi en el sector Vega. En esta adaptación, se acompaña al protagonista –el cara de nada de Freddie Prinze Jr– en la academia primero y en sus misiones después. Hundida por crítica y público, la adaptación no solo le es extremadamente fiel al videojuego sino que tiene además un espíritu matinée muy llevadero que la hace una estupenda opción para una tarde de domingo lluviosa, de esas en las que uno tiene las exigencias en mínimo.