Actualmente hay unos 160 mil clientes vulnerables por su situación socioeconómica que participan de los programas Mides y el Plan de Inclusión Social de UTE, que tienen descuentos de entre 80% y 90% en la factura eléctrica. Esto por la vía del bono social de energía eléctrica implementado desde 2022.
Al margen de esas bonificaciones ya vigentes en cargos fijos, cargos por potencia y cargos por energía, hay clientes dentro de este segmento que tienen deudas. Para aquellos casos donde se tienen al menos cuatro facturas o más sin pagar UTE implementará un sistema de prepago de energía eléctrica.
Este nuevo producto se ofrecerá como alternativa para que el cliente se mantenga al día en sus pagos, y será de contratación opcional.
En la medida que el hogar opte por usar el producto prepago se le congelará la deuda anterior. Si al cabo de tres meses un hogar dejara de utilizar el nuevo sistema volvería al sistema de antes, y en ese caso se descongelaría la deuda.
En octubre y noviembre el área comercial se contactará con los usuarios que estén en esa situación, alrededor de 20.000.
Por esta vía se podrán realizar recargas diarias o mensuales por el monto de dinero que el cliente elija para la tarifa que tenga contratada dentro del bono social (Residencial Simple o Doble Horario). El sistema será similar a la recarga de saldo en servicio de telefonía móvil o televisión por cable.
La nueva modalidad prevé el envío de mensajes de texto avisando cuántos días de saldo quedan disponibles, entre otras informaciones.
La implementación de este producto es una de las posibilidades que otorga la tecnología de medidores inteligentes que se ha venido desplegando en el país, y que es posible programar de forma remota.
El plan fue aprobado días atrás con los votos de los representantes de la coalición de gobierno en el Directorio de UTE.
El director por Cabildo Abierto, Enrique Pées Boz, dijo a El Observador que “está totalmente de acuerdo” con la medida. “Me baso en que todo lo que se consume y no se paga lo terminan pagando los restantes usuarios, y eso creo que no es justo”.
Según explicó, es una “oferta” para los que “aun con la ayuda importante del bono social no pagan”.
“Aun con atrasos no se les corta la energía, sino que se les baja a una potencia que da para un mínimo. Y mientras estén usando el prepago se les devuelve la energía contratada”, dijo.
“Es una solución que para el estrato social puede ser útil, en la medida que sean trabajadores zafrales. (…) Y no es poca cosa que se congela la deuda anterior. Les damos la chance de recuperarse y de seguir adelante con sus necesidades reintegradas a lo que es la potencia normal contratada”, dijo Pées Boz.
La presidenta de la empresa, Silvia Emaldi, apuntó días atrás en la Expo Prado que la medida tiene dos objetivos: primero que los clientes se mantengan dentro del sistema con acceso seguro a la energía, y en segundo lugar que el sistema “sea sostenible”, para que más personas de barrios de contexto crítico tengan acceso al bono social.
También destacó que no se prevén cortes de suministro. “Lo que se hace en algunos casos es reducir la potencia máxima que tienen. Nunca se llega al corte del servicio. (...) Es la forma de que quizás quienes tienen un cobro diario o semanal en su trabajo pueden ir afrontando estos pagos. Nunca se les va a bajar la potencia un fin de semana o de noche, porque la empresa siempre tiene la sensibilidad para poder dar un servicio que, tenemos bien claro, es un servicio público”, insistió Emaldi.
La representante del Frente Amplio en el Directorio de UTE, Fernanda Cardona, dijo que la medida implicará que algunos hogares en situación de corte deban vivir con 1,5 kW de potencia, cuando el consumo de los hogares en general es de entre 3,5 y 11 kW.
A modo de ejemplo, señaló que una potencia de 1,5 kW “apenas” alcanza para usar la heladera e iluminar la casa. “Eso significa que para poder usar el calefón, el cliente tendría que apagar la heladera durante el tiempo que demora en calentar el agua o tener electrodomésticos eficientes clase A”, apuntó en un video divulgado este lunes.
“Podemos afirmar que con esta potencia no se pueden cubrir las necesidades básicas o mínimas de energía, como por ejemplo la calefacción, y en estos hogares la energía eléctrica suele ser la única alternativa posible para poder calefaccionarse. (…) La modalidad impulsada puede llegar a institucionalizar la pobreza energética”, afirmó.
Cardona afirmó que pasarse al sistema de prepago y “congelar la deuda” es “la única opción” que se le da a estos hogares en situación de corte. “De alguna manera se los obliga indirectamente a mantenerse durante un año en este sistema porque de lo contrario se retoma la deuda anterior”, añadió.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá