Por Enzo Benech (*), especial para El Observador
Los uruguayos conocemos muy bien lo que significa que nuestro rodeo bovino esté libre de fiebre aftosa.
Quienes tenemos unos años, recordamos los fatídicos años 2001 y 2002, tiempos en los que un brote de fiebre aftosa hizo que perdiéramos todos nuestros mercados cárnicos.
La fiebre aftosa es una enfermedad que aún existe en el mundo y no muy lejos de Uruguay. Por eso hemos decidido combatirla con un enfoque regional.
En el caso de Uruguay, la estrategia ha sido la vacunación obligatoria de todo nuestro rodeo bovino.
Esa política, que algunos países de la región hoy están revisando, seguirá como hasta ahora, hasta tanto no tengamos información científica que avale un cambio.
Con el esfuerzo de públicos y privados hemos aprendido y demostrado que con una buena sanidad y con un esquema de país libre de fiebre aftosa con vacunación podemos recuperar algunos mercados, como el de Japón ahora, y avanzar en otros.
Puede ser muy costoso para Uruguay asumir el riesgo de dejar de vacunar sin tener claro lo que implica para la producción de carne y de leche.
No tenemos ningún elemento científicamente probado que nos garantice que, dejando de vacunar, estaremos mejor.
Obviamente, desde el punto de vista comercial puede tener un beneficio, pero también tiene un riesgo. Por eso, hasta no tener información sólida, no estamos dispuestos a cambiar de estrategia.
Estamos revisando en forma detallada cuáles son los costos y los beneficios de que nuestros vecinos, por ejemplo Brasil, dejen de vacunar.
Queremos anticiparnos a la eventual presión para que nosotros dejemos de vacunar.
De la inmunidad de nuestro rodeo depende de que logremos trabajar tranquilos, como hasta ahora. Y en base a esta política, usando herramientas como nuestra trazabilidad ganadera, tenemos mucho margen para crecer.
Prueba del potencial que tenemos es la creación y aceptación de compartimentos ovinos para la exportación de carne a Estados Unidos.
Yo creo que se puede seguir avanzando y creciendo por el camino que vamos.
Por lo tanto, por el momento, la decisión política es decir a los cuatro vientos: sigamos vacunando, sigamos trabajando y sigamos investigando para ver si logramos tener información nueva que garantice otra decisión distinta a la que tenemos hoy.
(*) Ingeniero agrónomo, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá