Llega una epidemia de gripe. Quienes están con las defensas bajas son atrapados y llevados a un reposo absoluto, con días de medicación y antibióticos. Otros, en esos momentos, parecen estar dentro de una burbuja protectora y lo atribuyen a una buena alimentación, un buen descanso, a hacer “las cosas bien” durante los meses previos.
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