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¿Cuánto dinero dejan los cruceros en Uruguay y qué planes tiene el gobierno para la próxima temporada?
La pasada temporada de cruceros "fue una de las mejores, por el gasto", aseguró el ministro de Turismo, Tabaré Viera, durante el noveno Encuentro Regional de Cruceros y Turismo Náutico Fluvial, donde detalló que los 320 mil turistas que llegaron en ese tiempo, en 187 buques, dejaron en Uruguay US$ 16,3 millones.
"Fue excelente", destacó y valoró la reactivación de ese rubro del turismo que durante la pandemia de Covid-19 "desapareció".
La pasada fue la mejor de las últimas ocho temporadas, comentó el ministro y para la próxima se espera que lleguen "por lo menos" 10% más buques a las costas uruguayas, aumentando así la llegada de turistas.
La mayoría de los visitantes que llegan a Uruguay en cruceros son oriundos de Brasil, pero también hay turistas argentinos y muchos europeos. Hay una gran cantidad de cruceros que hacen escala en Uruguay antes de seguir hacia el sur y uno de los desafíos del gobierno es hacer que esos buques, que son mayormente de turismo de lujo, hagan escalas más grandes en Uruguay, lo que permitiría que los turistas permanezcan más tiempo en el país y, por ende, puedan conocer y gastar más.
Para enfrentar ese tipo de desafíos se piensa en desarrollar más infraestructura, comentó Viera, como por ejemplo un muelle en Punta del Este que permita el desembarco de los turistas directamente en la costa y no como se hace actualmente, mediante tenders (barcos pequeños).
Nueva temporada
Hay buenas perspectivas por parte del Ministerio de Turismo para la próxima temporada de cruceros, que comenzará el 24 de octubre con la llegada del primer crucero y se espera que culmine el 29 de abril de 2024, con la visita del último.
La temporada será de seis meses de actividad, comentó el ministro Viera. Y agregó que el desafío de desarrollar el turismo náutico es importante. Según mencionó, es posible hacer actividades en el rubro más allá de la temporada estival, y sobre eso "hay ideas y propuestas en las que trabaja el gobierno, y también hay iniciativas privadas".
En Colonia, por ejemplo, técnicos comenzaron en julio los trabajos de barimetría (mediciones de las profundidades marinas) para determinar si es posible transformar las costas de ese departamento en un nuevo destino de cruceros.
Políticas públicas y privadas
Durante el Encuentro Regional de Cruceros y Turismo Náutico Fluvial, Juan Curbelo, presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), resaltó la importancia de la complementariedad portuaria. "Esta actividad no se puede reconocer si no trabajamos en forma conjunta los países, las autoridades portuarias y ministeriales. Esta actividad no logra éxito si no nos enfocamos en llevar adelante políticas publicas y privadas mancomunadas", dijo.
Por su parte, el ministro de Transporte y Obras Públicas (MTOP), José Luis Falero, agregó que la actividad crucerista ha crecido en el último tiempo y por eso desde el gobierno se ha decidido emprender en iniciativas que constribuyan con el desarrollo del sector.
En ese sentido dijo que "Uruguay pretende seguir apostando al turismo de forma decidida" y por eso se han tomado decisiones "concretas de inversión". Detalló inversiones en infraestructura en el Puerto de Montevideo, destacó que se estén haciendo estudios en Colonia y aseguró que se está trabajando para que el puerto de Punta del Este "jerarquice y mejore sus instalaciones" para recibir a los turistas de mejor manera.
Y comentó que tras "el esfuerzo" de exonerar de tarifas a regatas y travesías nacionales se impulsó el incremento de actividades en zonas portuarias.
¿Puerto en Atlántida?
"Hay que pensar en perspectiva de futuro", dijo y se preguntó "¿Por qué no un puerto en Atlántida?", sobre lo que dijo se está trabajando en un proyecto concreto para "ofrecer una nueva alternativa en Uruguay".
Durante el evento, el director de Hidrografía del ministerio, Marcos Paolini, anunció que el proyecto para construir un puerto en ese balneario tendría una inversión de US$ 65 millones, consignó el medio La Gaceta. Este, que es uno de tres ante proyectos que estudia el ministerio, planea construir entre 150 y 250 amarras y tendría como base la Isla de Las Sirenas, ubicada entre las playas Brava y Mansa de Atlántida. La obra demandaría una construcción de entre dos años y medios y tres.
