Andrés Cunha se transformó en el enemigo público número uno de los brasileños. Acusado de robar y de “ladrón”, dejó afuera a Brasil de la Copa América de 2016 convalidando un gol de Perú con la mano. Fue acusado por Cruzeiro y en la noche del martes ardió Porto Alegre por la eliminación de Gremio. El árbitro uruguayo Andrés Cunha demostró que no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones contra uno de los más poderosos del mundo y en su propia casa.
En la Copa América Centenario de Estados Unidos 2016, Cunha dejó afuera a Brasil en la primera ronda, en un hecho poco común. Los brasileños se jugaban la clasificación en la última fecha del grupo ante Perú.
El gol del triunfo lo marcó Raúl Ruidíaz con la mano. Se generó una polémica. El juego fue detenido. Cunha se tomó más de tres minutos en decidir la validez del gol, consultó con sus asistentes y lo terminó convalidando. Perú ganó 1 a 0.
Al final del encuentro, el técnico brasileño Dunga declaró: “No se entiende cómo (el árbitro uruguayo Andrés Cunha y sus colaboradores) pasaron cuatro minutos hablando sin definir”.
Brasil volvió a su casa en primera ronda. La eliminación le terminó costando el cargo a Dunga.
El partido de vuelta de los cuartos de final de la presente edición de la Libertadores entre Cruzeiro y Boca en el Mineirão volvió a poner a Cunha en el ojo de la tormenta.
Varias fueron las acciones polémicas pero los azules se quejaron de un gol que no validó sobre el final del primer tiempo en un centro al área en el que Dedé levantó un pierna, pero no pareció intervenir en el campo de acción de Rossi. El arquero de Boca había salido mal, dejando la pelota “flotando”, y Cruzeiro había convertido. Pero el árbitro sancionó falta y no convalidó el gol.
Ardió Troya. Wagner, el presidente de Cruzeiro, declaro: “Todo el fútbol brasileño tiene que quedar revuelto por el arbitraje. Sabíamos que de alguna manera iba a expulsar a Dedé. Tenemos que salir de esta mierda. Él (Cunha) vino y se preparó contra nosotros en el Mineirão. Hasta el apellido ladrón tiene”, dijo sobre Cunha en referencia al exdiputado Eduardo Cunha, preso por corrupción.
En la noche del martes, Cunha volvió a ser centro de la polémica y otra vez en Brasil. Esta vez ocurrió en el Arena do Gremio, donde a pocos minutos del final recurrió al VAR para sancionar un penal contra el conjunto local.
El partido que clasificaba al primer finalista a la Copa estaba 2-1 a favor de los brasileños, que lograban su objetivo. A pocos minutos del final Cunha detuvo el juego cuando fue avisado por el VAR de una supuesta mano de Bressan. El uruguayo observó la imagen y decidió sancionar el penal que terminó eliminando a Gremio.
El técnico del local, el mediático Renato, declaró: “El penal sancionado fue correcto. Nada que reclamar. Ahora, en el primer gol de ellos, como mínimo, el árbitro del VAR debió informar al principal (Cunha). Me da mucha rabia quedar eliminado así. Conmebol dice que gasta millones de dólares con el VAR, ¿para esto? El Gremio fue robado”.
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