Debate en Argentina por el peso mínimo en la faena

El gobierno argentino debe arbitrar en una nueva polémica en la interna del sector ganadero, sobre el peso mínimo de faena. Se trata de una medida que se tomó en 2007 para intentar aumentar la producción de carne. En ese sentido, se comenzó con 260 kilos por animal vivo pasando gradualmente a los 300 kilos actuales.

Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se pidió públicamente eliminar la regulación que establece el piso mínimo de faena. Recordaron que desde siempre se opusieron a este tipo de intervención, “que no solo complica la operatoria de la cadena comercial, sino que también limitan el poder de decisión que tienen los ganaderos para adaptarse a producir ante la variabilidad de escenarios climáticos a los que deben enfrentarse”.

Si el Estado quiere aumentar la productividad “debe propiciar medidas que no solo la beneficien, sino que también la hagan posible, ya que producir más kilos de carne por cabeza requiere mejor alimentación y más tiempo de engorde”, afirmó Carbap.

La Cámara Argentina de Feedlot informó que el 72% de los socios que respondieron a una encuesta está de acuerdo en mantener el piso de faena de 300 kilos. El relevamiento lo contestó el 62% de los socios, con una capacidad de encierre de 1,8 millones de cabezas. 

Casi el 32% respondió estar de acuerdo con los 300 kilos, el 21% pidió elevar los pesos mínimos actuales y 19% estimó conveniente que haya un peso diferencial y menor para las hembras (estaría entre 260 y 270 kilos de peso vivo).

El secretario de Agroindustria, Luis Migue Etchevehere, dijo que se está “tratando de acercar a las partes”, sin descartar que pueda haber cambios. Uno de ellos podría tener que ver con el peso de hembras jóvenes como el caso de la ternera gorda “que se engrasa antes de llegar a los 300 kilos”.

“Los últimos kilos son ineficientes, el carnicero a la hora del cuarteo los termina tirano, porque son kilos de grasa ineficiente”, explicó Etchevehere.