Defensa trabaja en el diseño de una estrategia contra el terrorismo

Con mucha paciencia y sin perder la calma la pareja juntaba mercurio rojo, gotita por gotita. Él, Kazi Mohammad Farid, era egipcio y ella, Patricia Soares alias Fátima, brasilera. Él era un chef de comida árabe e india y ella una profesora de historia formada en la Pontificia Universidad Católica. Vivían en el Chuy y con el mercurio estaban fabricando una "bomba sucia", un dispositivo que combina explosivos convencionales con material radiactivo.

Los detuvieron en setiembre de 2008 en el aeropuerto de Carrasco. El egipcio fue extraditado a su país. Sobre él pesaba una acusación de haber participado en un atentado terrorista cerca de las Pirámides. La justicia uruguaya accedió a la extradición, con la condición que no le aplicaran la pena de muerte.

Aunque el episodio fue hace 10 años, constituye un nítido ejemplo de las amenazas que enfrenta Uruguay, un lugar donde la caracterización de que "nunca pasa nada" forma parte de una mitología tan inexacta como peligrosa.

Por historias como las de Farid y Soares, el gobierno trabaja desde hace tiempo en el desarrollo de las capacidades estatales para enfrentar la amenaza del terrorismo.

Una porción importante de ese trabajo recayó en el Estado Mayor de la Defensa que, en coordinación con otros organismos estatales, ha intentado avanzar hacia una estrategia nacional. Hasta el momento la instrucción que tienen las Fuerzas Armadas –sobre todo el batallón 14– es puramente táctica y varias fuentes de Defensa consultadas por El Observador advirtieron la falta de una visión estratégica.

En julio de 2017 el Poder Ejecutivo creó, a través de un decreto, el Centro de Coordinación Contra el Terrorismo, un nuevo organismo que tiene por objeto diseñar esa estrategia que se considera necesaria. Ese decreto se mantuvo en reserva y no se publicó en la página web de Presidencia como normalmente sucede con las nuevas normas.

Una fuente de Presidencia explicó a El Observador que la razón por la que el texto de ese decreto se mantiene en reserva es porque contiene elementos operativos. El gobierno priorizó este aspecto sobre los potenciales efectos disuasivos que puede tener una medida de este tipo.

La novedad que existe un organismo especializado para tales efectos se hizo pública a partir de la designación del general del Ejército, Juan José Saavedra, como director del Centro Nacional de Coordinación contra el Terrorismo a través de un decreto publicado el 12 de enero, según consignó La Diaria el 19 de enero.

Las autoridades uruguayas han remarcado en varias oportunidades que el país no está fuera del alcance del terrorismo, una amenaza que se la suele distinguir por su carácter transnacional. El hecho de que Uruguay tenga una frontera porosa con Brasil encendió las alarmas en diferentes momentos, sobre todo ante la realización de un megaevento como los Juegos Olímpicos en el año 2016.

La llegada a Buenos Aires de los 20 jefes de Estado más importantes del mundo para participar de la cumbre del G20 en noviembre hace que el gobierno tome sus recaudos.

El objetivo de cara a esta reunión particular es evitar que Uruguay no sea un lugar de paso y refugio para personas que tengan intenciones violentas y que tampoco sea un espacio desde donde se pueda "llamar la atención", dada la proximidad territorial de ambos países.

Para las autoridades nacionales es importante empezar a crear conciencia social sobre la importancia de estos asuntos. Sobre todo cuando se constataron casos, como el de Farid y Soares, que hablan de cierta peligrosidad.