De pagar 150 dólares por un dispositivo para escuchar un casete a abonar solo ocho para sintonizar miles y miles de canciones en una aplicación. En los últimos 40 años, los soportes musicales tuvieron cambios drásticos. En algunos períodos, la industria se vio resentida pero, gracias al streaming, vuelve a generar ganancias. A continuación, un repaso por los soportes que marcaron varias generaciones.
Fue el primer paso para escuchar música personalizada, sin molestar a vecinos. El 1° de julio de 1979 Sony lanzó al mercado TPS-L2 a 150 dólares de la época. Masaru Ibuka, director de la compañía, quería crearlo para escuchar música clásica durante sus viajes de negocio. Al principio pensó en llamarse Sony Disco Jogger, pero luego de varios debates la compañía prefirió llamarlo walkman. La palabra entró al diccionario inglés de Oxford en 1986. En 2010, Sony dejó de comercializarlo.
En 1984, Sony evolucionó el modo de escuchar música y lanzó el primer discman cuyo nombre técnico fue D-50. "Vamos a comercializar un reproductor de CD de este tamaño", dijo Kozo Ohsone, jefe de División de Audio General de ese momento, cuando le mostró a su equipo una pieza de madera de 13,4 centímetros de ancho por 4 de grosor. Representaba el mismo tamaño que cuatro cajas de CD apiladas una sobre otra. "No me importa cómo lo hagas. Solo haz que esto produzca un sonido", comentó, según una crónica del sitio web de Sony. El aparato se volvió rentable un año y medio después de estar en el mercado. Luego vino la fiebre por los MP3, que también llegó a los discman. Esto permitió que más canciones pudieran escucharse.
En octubre de 2001, Steve Jobs mostró el primer reproductor musical capaz de almacenar “1.000 canciones en tu bolsillo”. Ese año logró comercializar 600.000 unidades. La segunda versión aseguraba ser capaz de almacenar 4.000 canciones. En 2007, la compañía informó que fueron vendidos 100 millones de estos dispositivos. La llegada de servicios piratas facilitó la descarga de música de manera ilegal, que era almacenada en aparatos de este tipo.
Spotify es el último hito en la forma de acceder a la música. Es la que más ha impactado y reconvertido a la industria discográfica. Fue fundada en 2006 por el sueco Daniel Ek , hoy tiene 157 millones de usuarios activos y 35 millones disponibles. El crecimiento de la música por streaming fue, pero sostenido. Datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés), citados por la BBC, mostró que en 2018 tuvo un crecimiento de 34%. Fue el cuarto año consecutivo en alza. El Perfil del Internauta Uruguayo del Grupo Radar muestra que el 90% de los usuarios locales escucha música por YouTube y solo el 33% lo hace a través de Spotify.
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