Detienen a dos exfuncionarios brasileños en conexión con los asesinatos de Phillips y Pereira

La Policía Federal presentó cargos penales contra Marcelo Xavier y Alcir Amaral por el presunto acto de omisión que, según la acusación, allanó el camino para el asesinato de Phillips y Pereira.

Xavier, un exjefe de policía a quien los activistas acusaron de desempeñar un papel clave en el desmantelamiento de las protecciones indígenas, fue destituido de su cargo en diciembre después de que Bolsonaro perdiera las elecciones presidenciales frente a su rival de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva.

La acusación hecha por Francisco Badenes, el jefe de la Policía Federal, está fechada el 15 de mayo, pero recién fue difundida por la cadena O Golob recién este fin de semana en un escrito de dos páginas, según informó también el periódico inglés The Guardian.  

La acusación contra Xavier se basa en el concepto legal de dolus eventualis, cuando una persona es consciente del riesgo de que se produzca un delito pero no actúa para prevenirlo. Otro alto funcionario de la Funai, Alcir Amaral, fue acusado de los mismos cargos.

Pereira trabajó para Funai hasta que fue destituido de su cargo a fines de 2019, dos semanas después de que ayudó a liderar una operación contra mineros ilegales en la remota región del Valle de Javari, donde él y Phillips, un periodista británico y antiguo colaborador de The Guardian, fueron asesinados.

Casi al mismo tiempo, uno de los colegas de Pereira, Maxciel Pereira dos Santos, fue asesinado a tiros en la ciudad de Tabatinga. Después de ese asesinato aún sin resolver, se informó que Xavier fue advertido del riesgo de más violencia en la región, pero no tomó ninguna medida.

Pereira y Phillips fueron asesinados el 5 de junio de 2022 después de ser atacados mientras viajaban por el Amazonas después de un periplo de cuatro días para informar sobre la situación que enfrentan las comunidades indígenas en la región de Javari. Sus cuerpos fueron encontrados después de una búsqueda de 10 días dirigida por indígenas.

En días posteriores Xavier desató indignación al insinuar que Phillips y Pereira habían ingresado a un territorio indígena sin permiso del gobierno. Posteriormente, un juez dictaminó que los dos hombres nunca entraron en tierras indígenas y realizaron entrevistas fuera de las fronteras del enorme territorio del tamaño de Portugal.

Ni Xavier ni Amaral hicieron ningún comentario inmediato sobre las acusaciones. Escribiendo en Twitter en agosto pasado, Xavier afirmó que los asesinatos estaban siendo manipulados por opositores de izquierda al gobierno de Bolsonaro.

“La verdad es que investigamos los hechos con rapidez y eficacia, lo que nos permitió dar una respuesta rápida a la sociedad”, escribió el exjefe de la Funai.

El legislador de izquierda Guilherme Boulos denunció la “omisión criminal” del gobierno anterior. “¡Bajo el mando de Bolsonaro, la Funai fue advertida de los riesgos que corrían Bruno Pereira y Dom Phillips y no hizo nada!”, escribió Boulos en Twitter.

Desde que Lula asumió el cargo en enero, Funai ha sufrido una reorganización radical. Ahora está dirigido por la activista y política indígena Joênia Wapichana, y también se ha creado un ministerio para los pueblos indígenas bajo el liderazgo de otra destacada política indígena, Sônia Guajajara.

En una entrevista con The Guardian el año pasado, el exjefe de Funai, Sydney Possuelo, dijo que las acciones contra los indígenas de Bolsonaro significaban que “los pueblos indígenas nunca han enfrentado un momento peor en la historia de Brasil… porque estamos hablando de una política deliberada que proviene del propio presidente que da cobertura a los delincuentes y a los intrusos”.

Possuelo acusó a Bolsonaro de convertir a Funai en una “agencia antiindígena”, y agregó: “En la era de Bolsonaro, todo se ha vuelto tan peligroso porque tienes una política planificada previamente que se deriva de la presidencia y se extiende a todas las demás instituciones gubernamentales”.

Tres pescadores están detenidos en prisiones de alta seguridad por el crimen de Phillips y Pereira, mientras un juez se prepara para decidir si enfrentarán un juicio por jurado: dos hermanos llamados Amarildo y Oseney da Costa de Oliveira y un tercer hombre llamado Jefferson da Silva Lima.

Se cree que los acusados decidieron matar a los dos hombres cuando notaron que estaban tomando fotos de su actividad de pesca ilegal.

Un cuarto hombre, una figura sospechosa de dirigir una red de pesca ilegal en la región del valle de Javari, fue acusado en enero de ser el  autor intelectual, aunque aún no ha sido acusado formalmente.

(Con información de agencias)