Algunas cosas se saben y otras no. Pero por las dudas los equipos femeninos de fútbol ya han comenzado a entrenar. Se sabe que habrá una Divisional A con 10 equipos, una Segunda División y quizás una Tercera, eso dependerá de la confirmación de las instituciones que vayan a participar.
Pero lo que es seguro es que el 2020 será un año bisagra para el fútbol femenino uruguayo.
En los primeros días de abril arrancará la temporada, y en el formato se analizan cambios con respecto al año pasado: 18 partidos en un año suena a poco para algunos equipos cuando a esto se crece jugando. Con los problemas típicos del fútbol uruguayo los equipos comenzaron las pretemporadas, hicieron llamados de aspirantes, y van cerrando sus planteles. La temporada 2020 de fútbol femenino tiene el desafío de seguir creciendo, y todos los protagonistas andan con ganas de acompañar ese crecimiento.
Antes de entrenar hay que tener en claro los objetivos trazados. Más o menos ambiciosos los equipos piensan en su “deber ser”. Está por ejemplo el caso de Peñarol, tricampeonas con Daniel Pérez encabezando el cuerpo técnico. “Los objetivos para este año son muy altos”, comienza diciendo Pérez a Referí, que define este año como “súper importante” que además incluye participación en la Copa Libertadores. Poder pasar de fase, algo que Peñarol casi logra en 2019, es una de las metas a alcanzar.
En Nacional, el equipo vicecampeón, el entrenador Diego Testa comienza aclarando que hay objetivos deportivos e institucionales. Los primeros se podrían resumir en “conseguir un buen funcionamiento colectivo e individual para ganar el Campeonato Uruguayo”. Pero los segundos no son menos importantes: “El proceso hacia la profesionalización del fútbol femenino en Nacional y la transformación de las estructuras que hasta hoy le daban soporte al fútbol femenino, Nacional pretende en no mucho tiempo emparejar, a todo nivel el fútbol femenino con el masculino y todos los que formamos parte de este proyecto estamos trabajando para que esto sea una realidad”.
Los tricolores ya han manifestado públicamente su intención para generar contratos con las jugadoras en 2021.
Una de las sorpresas de la temporada pasada fue Liverpool, cuarto en la anual, detrás de los históricos Peñarol, Nacional y Colón. Su hombre orquesta es Javier Saavedra, presidente, delegado, coordinador y además músico de la filarmónica de Montevideo. Lo dicho, el hombre orquesta.
“El objetivo general es seguir apostando al crecimiento desde la base y generar deportistas lo más profesionales posibles para alimentar a la Primera División. En primera acercarnos cada vez más a lograr un campeonato”, explica Saavedra. La base está, la sub 16 fue finalista en el campeonato Evolución Conmebol y gracias a ello clasificaron a un torneo internacional en julio a jugarse en Orlando. Además, cuenta con muchas jugadoras en las selecciones sub 20 y sub 17.
Dos equipos vienen de la Segunda División: Atenas y Defensor Sporting. El club de San Carlos tiene a Alejandro Díaz como entrenador principal. Sus objetivos son “estar en lo más alto de la tabla en mayores, no pelear el descenso, sino estar en el pelotón medio arriba. En juveniles dar pelea en la de oro como el año pasado y meter un podio por lo menos”.
Fabiana Manzolillo es la entrenadora de Defensor que logró el ascenso en el primer año de competencia de la historia para la institución. “El objetivo inicial es funcionar como un equipo profesional”, comienza diciendo y explica: “Sabemos que todavía no hay pagos, pero mi idea es que la profesionalización no pasa por recibir dinero, sino por cuidarte, una buena alimentación, el entrenamiento invisible. Además respeto a los rivales, árbitros, compañeras y trabajar duro. Se entrena como se juega. Comprometerse con el proyecto”.
Todos estos equipos ya comenzaron a entrenar. Defensor comenzó la semana del 3 de febrero con evaluaciones físicas y una renovación de plantel muy grande, solo quedaron nueve jugadoras del año pasado. Liverpool ya en noviembre comenzó con el llamado a aspirantes para sus juveniles y febrero se lo tomará para evaluar y conformar el plantel de primera.
Atenas tiene más de 100 jugadoras entre sub 11, 13, 16, 19 y mayores. Peñarol comenzó a mediados de enero y el cuerpo técnico se encuentra viendo jugadoras nuevas y algunas juveniles ascendidas. Entrenan todos los días en busca de ser un “equipo competitivo, ágil y dinámico”, al decir de su entrenador.
Nacional empezó a entrenar el 6 de enero con el amistoso frente a River Plate argentino en el horizonte. Testa, su entrenador, evalúa ese partido jugado en el Campus: “No era una tarea sencilla jugar contra un equipo profesional y la verdad que todos quedamos muy conformes con nuestra performance, pues no se notó en ningún momento diferencia alguna en el juego, tanto en lo individual como en lo colectivo. Desde ahí no dejamos de entrenar y comenzó específicamente la preparación para el campeonato, estamos entrenando de mañana de lunes a sábado en Los Céspedes y ya tenemos planificados unos cuantos amistosos más para llegar con rodaje al inicio del campeonato”.
La temporada 2019 tuvo algunos hitos para el fútbol femenino, tanto que Daniel Pérez la define como “bisagra”, y lo explica: “Se jugaron clásicos en el Parque y el Campeón del Siglo, Danubio jugó muchos partidos en Jardines, Fénix también en el Parque Capurro. Eso tendría que seguir mejorando, y si todos pueden jugar en sus principales canchas dará más difusión al fútbol de mujeres”.
Diego Testa habla de “crecimiento exponencial y sin pausa” además aclarando: “No podemos permitirnos retroceder en ninguna área y con respecto a la temporada 2019 hay muchísimo para crecer y mejorar”.
Para Atenas será un año de mucho disfrute: “Para nosotros poder jugar el mejor campeonato de fútbol femenino de Uruguay va a ser lo más lindo del año sin duda”, dice Díaz.
En el día a día será un campeonato que podría verse trastocado por las Eliminatorias sub 17 y sub 20, además de las eventuales clasificaciones a dichos Mundiales. Para Saavedra es por eso que se está hablando de un campeonato más corto. Justamente eso preocupa a Manzolillo: “La AUF debería tomar recaudo que 18 partidos en el año no nos ayuda a crecer, hay que tener más competencia”.
Más televisación, más difusión, incorporar los planteles femeninos a la vida institucional del club, usando por ejemplo la misma infraestructura que los planteles masculinos o siendo parte de la presentación de indumentaria. ¿Y el profesionalismo?
La pregunta está en los vestuarios: ¿Cómo y hacia dónde crecer? Las respuestas son varias. Cada club identifica desafíos diferentes y muchos alertan sobre algunos dolores de crecimiento.
Saavedra de Liverpool lo explica muy claro: “Todo el mundo habla de profesionalismo y que las jugadoras reciben un contrato. Eso está muy bueno y creo que va a pasar. Pero también visualizo que eso daría una brecha mayor entre los cuadros económicamente más fuertes y los demás. Sí tiene que pasar, pero creo que antes se tienen que dar otros pasos: profesionalizar la parte interna de los clubes, los lugares de entrenamiento, los cuerpos técnicos (hoy en día la mayoría no tiene contrato)”.
“La AUF ya está pidiendo que los CT sean titulados, por ahí estamos bien porque los equipos van a saber prepararse físicamente y tácticamente”, cuenta Manzolillo. La entrenadora de Defensor también pone el foco en otro gran aspecto: que haya un cambio de la cabeza de las jugadoras, que vivan el fútbol de manera profesional. Si jugás fútbol 11 no podés andar jugando partiditos todas las semana, llegando cansada a los entrenamientos y generando lesiones”.
Mismo concepto, distintas palabras usa Pérez de Peñarol: “Necesitamos el real compromiso de todos, dirigentes de AUF, clubes, pero también de los cuerpos técnicos y las jugadoras. Es imposible crecer si hay jugadoras que entrenan dos o tres veces por semana, para ser competitivos hay que encarar la Primera División con seriedad, laburo y programación. Mejorar a las jugadoras y que tengan la chance de ir al exterior, ahí podrán ver las diferencias, mejorar y potenciar a la selección que es lo que todos esperamos”.
También habla de compromiso Diego Testa de Nacional y de más apoyo por parte de todos los actores: “AUF, espectadores, periodistas, medios de comunicación. También debe mejorar la organización en general, aumentar la cantidad de partidos y mejorar el estado de las canchas e instalaciones de la mayoría de los clubes, como dije antes, en nuestro caso contamos con un apoyo extraordinario de Nacional, pero somos conscientes que somos una isla en el fútbol femenino uruguayo”.
Hay que crecer, pero con bases sólidas. El fútbol femenino tiene prohibido retroceder.
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