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Honduras en el futuro de Fabián Coito
Dan como un hecho que la FENAFUTH anunciará dentro de unos días la contratación del entrenador uruguayo
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11 de febrero de 2019 a las 05:02
EFE
“Uruguay tiene técnico, soy el entrenador, el contrato se prórroga automáticamente”, dijo ayer domingo Fabián Coito, luego del partido en el que Uruguay dejara pasar una increíble oportunidad para coronarse bicampeón de la categoría. Sin embargo, la prensa hondureña da como un hecho que el próximo 20 de febrero la Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (FENAFUTH) hará el anuncio oficial de la contratación de Coito como nuevo entrenador de la selección mayor de ese país, de cara a las eliminatorias de Centro y Norteamérica del mundial de Catar, como también de los torneos regionales de FIFA. Todavía mas, la entrada en Wikipedia de la selección de fútbol de Hondura consigna que Coito es ya el nuevo director técnico.
Más allá de lo que el entrenador pueda pensar y decida, resulta evidente que la propuesta hondureña es un paso adelante en la carrera profesional del Coito. La oferta en términos económicos, que debe ser buena, no es el único incentivo que ha de tener el destacado profesional uruguayo. Además, está un detalle nada menor, como es el salto cualitativo que tendrá la carrera del entrenador, considerando que Honduras es una de las selecciones protagonistas de la Concacaf, habiendo asistido a tres mundiales y quedando en la orilla de un cuarto.
Tal como están las cosas, y según la historia reciente lo destaca, Honduras pinta como una de las selecciones centroamericanas favoritas para clasificar al próximo mundial. Tiene buenos jugadores, de gran potencia física y hay varias promesas que se beneficiarían mucho de la experiencia y del buen tino del entrenador uruguayo para guiar a futbolistas jóvenes con mucho futuro. De Coito dependerá revertir la situación que venía para mejor, luego de que la selección hondureña participara en dos mundiales consecutivos, el de Sudáfrica 2010 y el de Brasil 2014, pero, con la dirección técnica del colombiano Jorge Luis Pinto, que dirigiera a Costa Rica en el mundial brasileño, quedó eliminada del mundial de Rusia 2018, luego de que Australia la derrotara en el repechaje, destrozando el corazón de miles de hondureños, que estaban confiados en clasificar tras ganarle la chance del play-off a Estados Unidos.
Coito ha hecho un trabajo muy destacado con las selecciones juveniles uruguayas que dirigió, y los números de las estadísticas impiden que los adjetivos exageren, más bien están coinciden con la realidad de lo sucedido. En el reciente sudamericano de Chile, con un plantel sin jugadores tan destacados como los del sudamericano anterior, en el cual salió campeón, el entrenador logró que la oncena tuviera pasajes de destacado brillo, tal cual se vio en el partido contra Brasil, uno de los mejores que Coito dirigió con selecciones juveniles. Los dos últimos partidos de Uruguay, contra Argentina y Colombia, fueron los más flojos del seleccionado, y por eso se quedó sin poder alzar la copa, aunque se consiguió el objetivo de clasificar al mundial de Polonia.
La lista de futbolistas juveniles que durante su mandato Coito pulió, hizo madurar y jugar mejor, es larga, y los resultados de esa excelencia pueden verse hoy en día en canchas europeas, no en cualquier liga, sino en las mejores. Por lo tanto, si los hondureños logran cerrar el contrato, Uruguay perderá a un gran entrenador, de los pocos que saben formar a seres humanos cuando están en etapa de aprendizaje, potenciando su talento, tanto con una pelota en los pies como fuera de las canchas.
Por trayectoria con selecciones juveniles, y según lo visto en la gira de la selección mayor en septiembre pasado, que lo tuvo como entrenador interino, Coito es candidato ideal para sustituir a O. W. Tabárez cuando este decida dar un paso al costado. Hay quienes creen, un número cada vez mayor de uruguayos, que debería ser el entrenador de la selección mayor cuanto antes, ya mismo. Tal vez ese panorama se haga realidad en un futuro, luego de que ponga a prueba sus condiciones en Honduras, donde lo espera una montaña de desafíos, lo cual está dentro de lo esperado, porque nada importante se consigue en la vida sin sortear antes las pruebas correspondientes.
