La televisión lo mostraba a cada rato, especialmente al final del partido y los hinchas de
Nacional se preguntaban: ¿Quién es ese hombre con un chaleco rojo? ¿El médico de Estudiantes? ¿Y por qué lo muestran a cada rato? Pocos entendían.
Era Manuel, el brujo que siempre concurre al estadio Único de La Plata. Estudiantes es históricamente un equipo que apela a las cábalas y la presencia de este señor es una de ellas. Cuentan que su presencia fue importante para el plantel "pincharrata" que ganó la
Copa Libertadores 2009.
Lea también: Nacional fracasó en el momento menos pensadoAl cabo del partido que clasificó a Estudiantes frente a Nacional, el hombre viajó rápidamente a Avellaneda y estuvo presente en la victoria de Independiente ante Deportivo Lara, que metió al conjunto de Avellaneda entre los 16 mejores de la Copa Libertadores.
Creer o reventar. Lo cierto es que durante las últimas Eliminatorias,
Argentina en su desesperación por clasificar a Rusia apeló a los "poderes" del brujo Manuel. Un ayudante del cuerpo técnico de Jorge Sampaoli lo llamó y lo llevaron a Quito, donde la selección albiceleste disputó un partido clave contra Ecuador.
Anoche, además de los goles de Juan Otero, para los hinchas de Estudiantes la presencia de Manuel fue clave para dar vuelta el partido. Pero para los tricolores, el motivo fue el flojo desempeño del árbitro paraguayo Mario Díaz de Vivar que no expulsó a Dubarbier cuando el partido estaba 1-0 y sancionó mal el penal de Diego Arismendi en el minuto 87.