El campo convoca a reflexionar

La FR comprende a 50 federadas distribuidas por todo el país, las que son dirigidas por más de 300 directivos, quienes en forma honoraria representan directa e indirectamente a más de 10.000 productores de todos los sectores y todas las clases sociales.

Es una institución ejemplo de democracia y representatividad, donde sus autoridades se renuevan año a año, por voto de sus integrantes.

Está dirigida por un consejo de 30 integrantes propuestos por sus federadas, cuya casi totalidad viven en el interior del país. Se reúnen una vez por semana en Montevideo, pero también pueden participar en forma virtual desde el interior.

Por ella han pasado ilustres orientales, de la talla de Luis Alberto de Herrera, José Irureta Goyena, Alejandro Victorica, Domingo Bordaberry, Benito “Chicotazo” Nardone, Alberto Gallinal, Elías Regules y Wilson Ferreira Aldunate, entre muchos otros.

Ella ha sido además impulsora de importantes obras para el país, como el emblemático puente Centenario, sobre el Río Negro, en la ciudad anfitriona.

Ha sido siempre acérrima defensora de los valores de libertad, igualdad y democracia de nuestra patria, sobre todo en los momentos más difíciles de nuestra historia.

Es por todo esto que su congreso merece la mayor atención de los orientales de bien.

Si bien los títulos de los temas que en sus congresos se tratan se repiten año a año, sus contenidos y circunstancias varían.

Este momento es especial, pues mientras la mayoría de nuestros gobernantes se encuentran distraídos en su competencia electoral, el trabajo y la producción del país deben seguir enfrentando el día a día.

Si bien la situación actual ha mejorado con respecto al año pasado, principalmente gracias al clima benévolo que hemos tenido, aun la mayoría de los sectores del agro luchan por subsistir.

Este es el caso de la lechería, el arroz y la agricultura de secano (soja). Solo la forestación y la ganadería se mantienen más saludables. Pero es esta última la que sigue siendo, como lo ha sido tantas otras veces, la fuente de esperanza más real para el país. Sobre todo porque a diferencia de la forestación los ingresos que genera se vuelcan en su inmensa mayoría a nuestra sociedad, y no a la de otros países.

Estamos en un momento coyuntural donde la demanda internacional de carne tiene un fuerte e inesperado incremento debido al brote de peste porcina africana en Asia.

Desgraciadamente no nos encuentra de la mejor forma preparados, porque estamos con la menor dotación de novillos adultos de los últimos años. Pero tenemos una gran producción de granos que deberíamos usar para convertirlos en carne, para así valorizarlos acelerando los procesos productivos y aprovechar mejor aprovechar este momento del mercado.

Deberíamos asegurarnos de que el sector tenga las condiciones para hacerlo y así pueda generar más recursos genuinos, por ende más actividad y empleo para todos los uruguayos.

Paralelamente, el congreso se hará en la zona donde se proyecta construir la segunda planta de UPM y el tema estará en discusión. A pesar de las innegables posibilidades para generar trabajo y actividad comercial que UPM 2 tiene en una zona que lo precisa, la forma en que el gobierno ha manejado este tema ha generado muchas preocupaciones y un creciente rechazo social.

El tema es relevante porque lo que el gobierno firme compromete a todos los orientales por más de 30 años.

Por último, el congreso nos encuentra a los uruguayos muy preocupados con el continuo cierre de empresas y su consecuente alto desempleo, con los altísimos costos del Estado y su consecuente endeudamiento, con el deterioro de la educación, y la gravísima inseguridad que sufrimos todos los días.

Pero la mayor de nuestras preocupaciones es la fragmentación, el deterioro cultural y moral de nuestra sociedad.

Estamos en un momento, en que los uruguayos debemos decidir sobre el destino de nuestro país para los próximos años. Hoy se imponen cambios en forma urgente y debemos ser protagonistas en la decisión, si queremos que ello suceda.

Este sábado es una oportunidad para serlo.