Nacional había conquistado un agónico empate, con clasificación por penales ante Independiente del Valle, para volver a meterse en los cuartos de final de la Copa Libertadores, pero algunos hinchas manifestaron su disconformidad por la forma en que avanzaron.
El equipo de Jorge Giordano empató los dos partidos de la serie sin goles y clasificó mediante los tiros penales, no sin antes recibir un tanto en el cierre del encuentro que pudo haber arruinado el sacrificado plan, si el VAR no intervenía, como terminó ocurriendo.
Como en el partido de ida en Quito, en el Gran Parque Central los albos cedieron la pelota a los ecuatorianos. Nacional solo tuvo 22% de posesión.
El DT explicó su propuesta en la conferencia post partido. “La clasificación la logramos con un modelo de juego que contrarresta la posesión adversaria”, señaló. “Nacional utilizó una estrategia de acuerdo al adversario (…) Si se mide la posesión del balón fuimos superados ampliamente, pero tal vez eso fue por estrategia nuestra”, indicó Giordano.
A pesar de sus palabras, varios hinchas cuestionaron la falta de protagonismo del equipo a través de las redes sociales, desde hace años el nuevo foro para opinar, lo que se ha potenciado en un 2020 “a puertas cerradas” en el que los aficionados no pueden manifestarse en las tribunas.
La forma en que se logró la clasificación y los comentarios reabrieron un debate de muchos años: Nacional, además de ganar, ¿tiene que gustar con su juego?
Entre los actuales directivos tricolores hay opiniones que señalan que a Nacional se le impuso la condición de que además de ganar tenía que tener un buen y vistoso juego para conformar al “paladar del hincha”.
“Acá hubo connotados periodistas, que prefiero no dar nombres porque algunos ya no están en actividad y algunos ya no viven, que inventaron un relato en el que el hincha de Nacional no disfrutaba una victoria si no jugaba bien”, dijo a Referí el dirigente José López Rubio.
“Lo que es diferente a ganar a costa de lo que sea, a costa de violar los reglamentos y ese tipo de cosas... En ese tipo de cosas sí el hincha de Nacional nunca estuvo afín a eso”, agregó.
En esa misma línea se ha manifestado la Comisión de Historia y Estadística de Nacional, que en un informe de 2006 sobre la amistad del club con River Plate y Boca Juniors señala que los medios de comunicación desde hace algunas décadas han “distorsionado la verdad histórica” y pretendido vincular a los albos “a un determinado estilo de fútbol”.
“Un fútbol en el que se priorice la sutileza antes que la garra y la entrega, y que paulatinamente se vaya inculcando como ‘nuestra identidad’, es el fin buscado”, señalaron. “No hace falta explicar que la historia de Nacional está, sin embargo, plagada de jornadas épicas de garra, sangre y coraje”.
Frases nefastas como “el paladar negro”, “el hincha de Nacional festeja más una moña y el de Peñarol festeja más un tranque…” o “Nacional genera admiración y Peñarol genera emoción”, han ido calando hondo en la opinión de los aficionados, que evidentemente desconocen lo que es empatar una final del mundo en el minuto 120 del alargue y ganarla tras una tanda de 20 penales, o lo que significa remontar 29 clásicos a lo largo de la historia, o el 13 de setiembre de 1903, entre otras tantas hazañas”, agregaron los historiadores tricolores.
Para el directivo Alejandro Orellano, la “asimilación” del juego vistoso “fue consecuencia de los grandes equipos con que contó Nacional en su historia”.
“Si uno analiza los equipos que obtuvieron la Copa Libertadores, surge claramente que las victorias obtenidas se basaron en la capacidad de juego, de lucha, y de sólida defensa. Dichos equipos basaron su juego y su éxito en lo internacional, en hacerse fuerte de local y tener una buena actuación de visitante”, dijo a Referí.
Orellano recordó que el Nacional de 1980 y el de 1988 obtuvieron sus títulos con esa estrategia.
“Jugar con un sólido planteo defensivo, aguantando el juego rival, en base a destacados rendimientos defensivos, tiene varios antecedentes”, señaló. “Los que tuvimos la suerte de ver campeón Intercontinental a Nacional en el año 1981, recordamos la final con Nottingham Forest. Nacional logró ponerse en ventaja y luego tuvo una destacadísima labor defensiva”, señaló el dirigente.
En ese sentido, López Rubio expresó: “Preguntale a Cacho Blanco, cuando salieron campeones del mundo, cómo tuvieron que sostener un resultado dificilísimo de hacerlo”, en referencia al zaguero bicampeón de América y del mundo en 1971 y 1980, que hoy integra el cuerpo técnico de Giordano, y a la final ante los ingleses.
A pesar de esa línea argumentativa sobre la imposición que se le hizo a Nacional sobre jugar lindo además de ganar, protagonistas de los últimos años del club han realizado manifestaciones que van por el camino contrario y que hablan sobre un perfil de los hinchas que exige ganar y gustar.
Por ejemplo, Eduardo Acevedo, al frente de aquel recordado equipo de Nicolás Lodeiro y “Matute” Morales, tras el clásico que ganó 3-0 en el Apertura 2009 manifestó que ganaron “sin traicionar el paladar futbolístico de Nacional” y que el plantel “se merecía un triunfo clásico jugando bien”.
Los tricolores fueron campeones de aquel torneo y en la web del club se destacó la conquista. “El campeonato lo obtuvimos con el estreno de cuerpo técnico, comandado por Eduardo Acevedo, que prometió buen fútbol, goles, y hasta espectáculo para satisfacer el paladar del hincha tricolor, y no defraudó. Y ese buen fútbol, con la mira puesta siempre en el arco rival, se mantuvo –y se acrecentó- en el partido clásico, en el que noqueamos a nuestro tradicional adversario”, se indicó.
Otro referente de Nacional, Daniel Enríquez, gerente deportivo del club entre 2006 y 2013, habló sobre el estilo de los tricolores y el de su tradicional rival en el libro Gallardo, Monumental, sobre el entrenador argentino de River Plate que dejó su huella en los albos. “El Boca de Uruguay es Peñarol, al hincha de Peñarol le gusta que sus jugadores metan pata y si ganan en el último minuto y con gol fuera de lugar se pone contento. A nosotros nos gusta ganar jugando bien y con 3 goles, que el 10 sea de calidad; el hincha de Nacional es más exigente”, comentó.
En 2017, Martín Ligüera, al colgar los botines y asumir como técnico de la Tercera tricolor, habló de su propuesta como entrenador: “Vamos a tratar de respetar la historia del club, el paladar futbolístico del hincha”, indicó. Y agregó: “sin olvidarnos que hay que ganar”.
El último técnico campeón con los tricolores, Álvaro Gutiérrez, cargó la mochila de ser cuestionado por su propuesta, pero levantó dos copas con su estilo. “Es importante ganar dos Uruguayos siendo tan defensivo y jugando tan mal y siendo las dos veces el más goleador y el equipo menos vencido”, dijo tras su último título, respondiendo a las críticas.
Conseguir un objetivo, como un campeonato o la clasificación a una siguiente fase, parece ser lo que calla los cuestionamientos sobre la forma de jugar.
“Si se hace una encuesta a la salida del Parque Central y clasificas como el otro día ante Independiente del Valle, no digo que el 100% pero el 95% o 97% te va a decir que están de acuerdo con ganar así”, dijo López Rubio.
Lo mismo sostuvo Antonio Palma, el directivo que considera que “en el paladar de la gran mayoría de los hinchas de Nacional lo que importa es ganar”.
Mientras los tricolores disfrutan de la copa, el debate sobre el estilo de su equipo sigue abierto, como toda cuestión de gustos entre los hinchas de fútbol.
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