El error final de Game of Thrones: dos botellas de agua infiltradas en el set

Apenas dos semanas después de que apareciera un vaso de la cafetería Starbucks que alguien se olvidó de sacar de la mesa principal de la sala del castillo de Invernalia, otro recipiente del mundo real se infiltró en Poniente, nada menos que en el último episodio de Game of Thrones. Esta vez, dos botellas de agua fueron detectadas por los espectadores atentos, escondidas detrás de las piernas de los actores en la escena en la que los nobles más poderosos de los Siete Reinos eligen a Bran Stark como el nuevo monarca.

Mientras Tyrion Lannister se acerca a los nobles, detrás de la pierna izquierda de John Bradley, que interpreta a Samwell Tarly, se ve la primera botella. La otra estaba al lado de Liam Cunningham, el actor que encarnó en la serie a Davos Seaworth. El remedio contra el calor del set (las ruinas romanas de Sevilla, en España) se le escapó a la producción, y le dio a los fanáticos algo más de lo que reír, o quejarse, según su postura con esta divisiva temporada final. 

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Quedará ver la reacción de HBO, que si bien se tomó el incidente del vaso de café con humor, se tomó la molestia de eliminarlo con efectos especiales digitales de las futuras emisiones del episodio. Si bien Game of Thrones marcó un antes y un después en los niveles de producción en televisión, llama la atención que en dos ocasiones durante su temporada más decisiva se hayan escapado detalles que son pequeños, pero que los fans implacables son capaces de revelar.