El extraño caso de las tortas navideñas que llegaron deformadas a las mesas japonesas

Tanto, que este miércoles, mediante una conferencia de prensa televisada casi en cadena, Kazuhisa Yokoyama, uno de los altos funcionarios de la cadena japonesa de grandes almacenes Takashimaya, involucrada en el escándalo, tuvo que salir a bajar la tensión: “Nos disculpamos profundamente por la deformación de nuestros pasteles congelados de Navidad, que no cumplieron con las expectativas de muchos de nuestros clientes”, declaró compungido.

Pero la cosa no calmó los ánimos. Por eso, a raíz de las numerosas quejas de los clientes que no dejan de inundar en los últimos días las redes sociales, algunas acompañadas de fotos de los pasteles deformados, el grupo propietario de Takashimaya también propuso indemnizaciones.

Las tortas de crema se vendían a US$ 38,5 cada una, y si bien eran aptos para el consumo, el aspecto dejaba mucho que desear. La empresa confirmó que más de 800 de los 2.900 postres de Navidad congelados que vendió en línea “aparecieron deformados al ser sacados del empaque por los clientes”. 

Si bien el grupo llevó a cabo una amplia investigación para intentar aclarar lo ocurrido, no tuvo éxito. Yokoyama volvió a poner su rostro compungido ante las cámaras: “No se pudo identificar una causa, sin embargo, somos responsables de nuestros productos, desde la producción hasta la distribución”.

Los consumidores en Japón son particularmente exigentes con la calidad y el aspecto de los productos que adquieren, y esperan la perfección cuando compran. Sobre todo, cuando lo hacen en grandes almacenes de lujo como Takashimaya. Ahora, el grupo empresarial está viendo cómo remediar la inundación en la red social X de los consumidores que expresaron su "tristeza" o bien sus dudas sobre la confianza que pueden tener en el grupo.

(Con información de AFP)