El futuro de Los Teros: el perfil del nuevo DT, la chance de jugar con Los Pumas, la autocrítica del Mundial y las consecuencias del choque con World Rugby

Rugby > ENTREVISTA

El futuro de Los Teros: el perfil del nuevo DT, la chance de jugar ante Los Pumas, la autocrítica del Mundial y el choque con World Rugby

El director de Alto Rendimiento de la URU, Guzmán Barreiro, hizo un amplio análisis de 2023 y las perspectivas para el próximo ciclo mundialista
Tiempo de lectura: -'
29 de diciembre de 2023 a las 17:24

En el cierre del año, pocos días antes de arrancar sus vacaciones, el director de Alto Rendimiento de la Unión de Rugby del Uruguay, Guzmán Barreiro, se sentó a hablar en profundidad con El Observador sobre todo lo que pasó en 2023 y lo que viene en 2024. El balance del Mundial, qué falló para no poder dar el batacazo ante Italia, pero también las perspectivas para el camino mundialista y como World Rugby pone a Sudamérica en la vereda de enfrente fueron uno de los temas principales. Pero también las chances de jugar ante Los Pumas o ante los segundos equipos de los gigantes del Sur, o qué se debe mejorar en la Academia, el femenino o el Seven.

A continuación, el resumen de la charla.

¿Cómo estuvo la reunión de los Tier 2 en Australia?

Es algo que ya habíamos hecho post Mundial 2019 en Los Ángeles. Con World Rugby nos reunimos por lo menos una vez por año y este año fueron dos: una pre Mundial, y ahora post mundial para revisar. Fue una revisión muy genérica, no fue nada particular, no tuvimos una charla acerca de cómo estuvo Uruguay. Eso va a venir más adelante en el 2024, cuando armemos el plan de los próximos cuatro años, que tiene corte a los dos años. Se presentaron datos de la parte física, estadística, legal. Hubo cosas muy buenas e interesantes, por ejemplo, Warren Gatland nos contó cómo tomó Gales previo al Mundial y todo lo que tuvo que hacer. También el técnico de Fiji Simon Raiwalui. El resto fueron cosas muy genéricas, mucho número, no tantas conclusiones como en 2019, pero tomamos algunas cosas. Lo más lindo es el intercambio con los demás países en las mesas, las cenas, los desayunos.

¿De lo genérico, que fue lo que más te dejó resonando?

Honestamente yo esperaba un poquito más de información, no hubo grandes cosas cosas que nos llamaron la atención y que nos rompieran la cabeza. Estábamos bastante preparados previo al Mundial, hicimos buen laburo antes y más o menos sabíamos cuál es la información y los números que nosotros necesitábamos para obtener resultados. Post 2019 hubo tres o cuatro cosas que rompían los ojos y que pusimos foco en el siguiente ciclo mundialista. Hoy no tanto, creo que tiene mucho más que ver con la maduración nuestra que con la información presentada. Nosotros hoy somos un sistema que está bastante más avanzado, este ciclo mundialista que nos llevó a Francia nos encontró muy bien preparados en cuanto a los números, sobre todo en la parte física. Eso realmente nos puso arriba.

¿Y de esas charlas informales qué te trajiste?

Nos damos cuenta de que todos más o menos tenemos los mismos problemas. Ves cómo otros encontraron soluciones o cuáles son las situaciones de los otros. Pensás que los problemas tuyos son solo tuyos, pero es bastante homogéneo. Algunos tenemos problemas de recursos de jugadores, otros problemas de recursos financieros, hay otros que tienen jugadores pero poca estructura, otros tenemos mucha estructura y pocos jugadores y en ese intermedio estamos todos. Lo que está bueno es darte cuenta de cómo consiguieron soluciones.

Hablabas de un plan a dos años: ¿eso es diferente al último?

No, son planes a dos años porque planificás llegar al Mundial y ahí se hace un corte si clasificaste para planificar el Mundial. Y más en este ciclo mundialista en el que se espera que la clasificación al Mundial se cierre a fines de 2025. Esos dos primeros años son con objetivo de clasificación al Mundial y después los siguientes dos años, si clasificamos, el objetivo pasa a ser de performance en el Mundial.

¿Se va perfilando algo sobre cómo se van a distribuir las plazas?

Se hablaron de muchas cosas, tuvo muchos mensajes políticos porque obviamente nosotros estamos parados del otro lado, por así decirlo, y no los hicieron saber. Pero todavía no está definido, hay muchas cosas políticas que todavía se tienen que definir para realmente poder hablar de la cantidad de plazas que Sudamérica podría llegar a tener, siempre partiendo de la base de lo que ya tenemos hoy. Claramente con la performance de Uruguay y de Chile en la Qualy de las Américas y el Mundial, dejando afuera Estados Unidos a Canadá, creo que levantamos la mano. Ahora la parte política por supuesto que tiene muchísimo peso.

¿En qué aspectos les hicieron saber eso de estar en otra vereda?

En mensajes cortitos, cuando nos presentaron las posibilidades de las plazas del Mundial mostraron a Sudamérica con una sola plaza. Pero son solo mensajes porque obviamente la parte política después se resuelve por otro lado. Los que estábamos ahí no íbamos a resolver absolutamente nada. También mensajes de por qué Uruguay y Chile no se sumaron al torneo que va a comenzar en el 2024 con Estados Unidos Canadá y con la APAC. 

¿Fuiste con Meneses, hicieron una especie de transición?

La salida del Mono se da este finalizando un ciclo después de ocho años. Fue un buen ciclo en términos de resultados. Creo que es algo natural lo que sucedió. Ahora estamos en el momento de transición en todo lo que es Teros, recién se va a saber bien cómo seguimos a partir de marzo o abril seguramente. Se va a dar muy natural, el Mono va a seguir vinculado a Sudamérica Rugby en la parte de consultoría de Sudamérica por World Rugby. Tenemos una tremenda relación con el Mono. Ahora estamos terminando de cerrar Peñarol y más adelante nos pondremos con Teros, sabiendo que recién comienza su competencia en julio del 24.

¿Esa demora es por un tema presupuestal?

Tiene que ver con que comienzan en julio y hoy la urgencia es otra. Y también saber que dar un poquito más de tiempo quizás nos puede brindar más opciones en cuanto a posibles candidatos. Hoy Uruguay es un país donde a muchos entrenadores les gustaría mucho ser parte del proyecto. Creo que no hay necesidad de salir ya a buscar.

¿Qué balance hicieron del Mundial en la interna, más allá de los resultados?

Para arrancar por el final, en términos de resultados creo que hicimos lo que teníamos que hacer. El partido ante Namibia era el que teníamos que ganar,  y el que nosotros nos planteamos como gran objetivo fue Italia claramente no nos alcanzó. El otro resultado bueno que obtuvimos fue con Francia. 

En términos de análisis interno, creo que una vez que clasificamos al Mundial debimos haber sido un poquito más estrictos en nuestra preparación para poder llegar al Mundial de mejor manera en cuanto al juego y en cuanto a la parte física, para poder hacer frente a esa cantidad de partidos tan demandante. Eso lo vimos en el segundo tiempo de Italia. Más allá de que creo que físicamente el equipo estaba bien, no nos habíamos preparado tanto para ese tipo de situaciones donde el juego te pone bajo tanta presión, y que si no estás preparado caés en algunos errores. La autocrítica es que para nosotros es muy difícil prepararnos para esas situaciones porque no tenemos competencia a ese nivel. Entonces internamente tenemos que crear esos ambientes para que nuestros jugadores estén mejor preparados para esos contextos. En este próximo ciclo creo que la exposición va a ser un poco parecida y va a ser difícil de cambiar, no nos vamos a encontrar muchas veces bajo esa presión. Entonces tenemos que ver cómo puertas adentro somos capaces de recrear esos escenarios de extrema presión para que nuestros jugadores se sientan más cómodos.

¿Y cómo se hace eso? Porque decís que esa es la autocrítica, pero la competencia no está. ¿Qué se tendría que haber hecho diferente?

Es realmente difícil pero hay varias cosas que ahora charlando contigo me surgen rápidamente. Muchas veces nosotros priorizamos el corto plazo, es decir ganar el siguiente fin de semana con Peñarol, cuando en realidad quizás podríamos haber sido un poquito más duros en la preparación para poder llegar de mejor forma a estas situaciones del Mundial y poder elevar nuestro rendimiento y nuestra preparación en ese momento. Otras cosa es trabajar en la cancha con escenarios más desfavorables o más rápidos, o con más dureza física. Crear artificialmente cosas que después cuando jugamos fin de semana fin de semana no lo vamos a tener. Obviamente que es muy difícil y te lo digo hoy mirando para atrás y planificando para adelante, pero después hay que balancear el corto y el largo, para tener los resultados que tenemos que tener en el corto, pero nunca nunca perdiendo de vista largo.

 ¿Es fácil recrear esos escenarios de forma artificial?

Es parte del desafío que tenemos. Obviamente que no es fácil y tenemos que ser muy inteligentes: los primeros dos años van a estar un poco más enfocados en la clasificación, y no podemos estar pensando en un Mundial si no clasificamos. Y en el siguiente bloque de dos años quizás ahí empezar a manejar un poco esas opciones. El Mundial nos va a demandar algo muy diferente a lo que nos va a demandar el fin de semana a fin de semana y las ventanas. No es fácil, pero tenemos que buscar la forma de encontrar eso porque si no nos vamos a quedar, nos vamos a quedar con las mismas sensaciones y las mismas charlas sobre si la competencia va a venir o no. Ahora mismo eso no lo podemos controlar, tenemos que ver como puertas adentro podemos buscar la vuelta.

Con todas estas dificultades de preparación y la soledad en la que quedó Sudamérica,  y también por nivel de Uruguay  ¿no llegó el momento de buscar un partido anual con Los Pumas?

Sin duda y esas conversaciones siempre se están teniendo porque Argentina siempre nos abrió las puertas, siempre nos abrazó, nos ayudó y creo que eso en el cortísimo plazo va a aparecer. De hecho hay conversaciones y espero se puedan confirmar en las próximas semanas o meses. Yo no tengo confirmación todavía, pero sí sabemos que Argentina siempre nos abrió las puertas y van a buscar la vuelta para ayudarnos y espero que lo podamos conseguir.

Se han perdido partidos con Argentina XV, pero hoy es al menos cabeza a cabeza, ya no es el desafío que representaba antes.

Por suerte hemos mejorado y con el segundo equipo de Argentina hoy competimos, pero también cuando competís contra el siguiente escalón terminás creciendo. Espero que en las próximas semanas o meses se pueda confirmar el calendario, pero siempre sabemos que Argentina para nosotros es un aliado incondicional y nos va a ayudar en este camino de crecimiento que tenemos.

¿Cómo ves la posibilidad de jugar con los segundos equipos de Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica? Desde afuera parece complicado sobre todo por un tema económico.

Para nosotros sería un salto de calidad impresionante, un “game changer”. Si logramos conseguir un partido bueno en ventana o dos, más unoo  dos partidos de estos ya está, son los que cambian realmente la ecuación. Son difíciles por temas logísticos y económicos, pero quienes nos están ayudando en la parte política han conseguido muchas cosas, así que ojalá podamos conseguirlo.

Si se terminan dando las dos plazas para la región, ¿no habrá que cuidarse de un efecto “afloje” por el hecho de que la clasificación pueda ser un poco más fácil que otras veces?

Creo que Sudamérica va a conseguir esas dos plazas. Creo que el trabajo de Uruguay y Chile en estos años lo ha demostrado y creo que al final vamos a poder obtener eso. Si eso cambia, es verdad, la probabilidad de lograr la clasificación pasa a ser más accesible. Pero son partidos que hay que jugarlos y ganarlos, y en un partido puede pasar cualquier cosa. Nosotros tenemos que balancear el corto y largo todo el tiempo, el proyecto inicial de dos años en el cual el Mundial pasa a tener un lugar muy importante. Y lo otro son las ventanas, esas son un poco las competencias en las que nosotros más tenemos que prestar atención, pero para responderte simple diría que el foco nuestro va a estar en clasificar al Mundial y si lo conseguimos vamos por lo siguiente.

Post Mundial 2019 me decías que el objetivo de Teros era afianzarse entre los equipos top de 2019, algo que no se logró. ¿Cuáles son los objetivos para Los Teros en este próximo ciclo?

En el plan a dos años clasificar el Mundial es el primer objetivo, pero más allá de eso, en los últimos ocho años hemos sido muy buenos obteniendo picos de rendimiento y hemos sido muy clínicos en eso. Y quizás lo que más nos faltó fue la consistencia a lo largo de los años en cuanto a performance en las ventanas con distintos rivales, siempre fuimos muy dispares en nuestro rendimiento. Ahora, en el siguiente ciclo, el gran desafío es seguir siendo clínicos en los momentos importantes pero ver si logramos esa consistencia en las ventanas contra los distintos rivales, independientemente de esa discusión de si tenemos como rival algún Tier 1 o no. Tener la capacidad de año a año ir obteniendo resultados de manera consistente que nos permitan mantenernos arriba, más allá del tema del ranking.

¿Cuáles son los objetivos para el Seven?

En el Seven logramos clasificar al Circuito, lamentablemente no nos dio para mantenernos y ahora tenemos la oportunidad de vuelta de volver a clasificar y mantenernos en el circuito. Es muy difícil porque es una película bien diferente a la de la vez anterior. Cuando clasificamos al circuito competíamos entre pares, ahora vamos a ir a competir contra cuatro equipos que vienen del Circuito. El tema de la competencia es vital y es lo que marca la diferencia pero el objetivo está marcado ahí. 

¿Te preocupó el rendimiento de los Panamericanos y el Seven de la República?

Sin duda que estuvimos muy por debajo de lo que nosotros podemos y creo que tiene mucho que ver con el fin de un año largo y con que muchos jugadores estuvieron presentes en demasiadas cosas. Creo que mentalmente no llegamos de la mejor forma. Esto no es para nada una excusa, es simplemente empezar a buscar explicaciones de por qué un equipo que tuvo que haber performado mucho mejor manera no lo hizo. Pero es algo por lo que el equipo tenía que pasar y creo que a partir de ahora va a empezar a levantar y a andar mejor,  no me cabe ninguna duda. No estamos acostumbrados a tanto nivel de competencia y eso nos jugó una mala pasada sobre todo a nivel mental, independientemente que después al final del día en el Seven la diferencia en los resultados son marginales.

¿Qué objetivos se plantean para la M20?

En 2023 tuvimos una oportunidad única que se nos presentó, no estábamos preparados, España fue un mejor equipo y nos ganó la final. Ahora hay dos caminos: o el Mundial se agranda a 16 equipos y ahí podemos dar un paso adelante, pero si se mantiene ese 12 + 8 ya sabemos que para el 2024 va a estar Japón y Escocia y tenemos que ver cómo podemos competir. Escocia va a estar en nuestra serie, o sea que se vienen dos años muy duros. Yo creo que igual estamos trabajando de muy buena manera el M20, pero hay que ser muy muy claros en que los próximos dos años, si se mantiene el Trophy, van a ser tremendamente duros. Ni hablar si llega a elevar a 16, que tiene mucho con el Mundial de mayores en 24. Sería algo espectacular. Hay que ser muy prudentes en saber de que las preparaciones que nosotros vamos a necesitar en los próximos dos años para el Trophy van a ser muy exigentes 

En una entrevista con Sebastián Piñeyrúa me hablaba de mejorar el trabajo de la Academia. ¿Qué crees que hay que mejorar en la Academia?

La Academia es el lugar donde nosotros tenemos más margen de mejoras, y si nosotros mejoramos la calidad vamos a poder formar mejores jugadores, que después van a poder empujar mucho más a los que están arriba. Las dos patas más importantes son la parte física, que es donde más diferencia podemos llegar a sufrir. Después el aspecto técnico tiene que ver con un trabajo un poco más fino y enfocado en nuestras necesidades. Sobre todo esto que hablamos de Los Teros se replica con la Academia: estar todo el tiempo pensando en ese escenario que vamos a preparar, que la competencia actual que tenemos internamente no nos da.

En juveniles el salto entre la competencia de cada fin de semana con la internacional es aún mayor.

Exactamente, la brecha ahí es muy grande. Debemos pensar cómo podemos achicarla. En la medida que venga más competencia nos va a ayudar, pero por sobre todas las cosas el trabajo está acá adentro. Y tiene que ver con cómo los chicos entrenan con su club los martes y los jueves, y cómo después vienen acá a la Academia. Nosotros tenemos que balancear la carga de los chicos, no solamente la carga física, sino también la carga de vida, porque van al liceo y después vienen para acá. Hay mucha cosa que tenemos que tener mucho cuidado, pero al final del día, si nosotros no aumentamos la cantidad y la calidad de estímulos de estos chicos va a ser difícil que podamos crecer.

¿Cómo se coordina con los clubes? Es algo que se habla mucho en mayores pero también en juveniles, que por un lado está el alto rendimiento y a los clubes se les complica seguir ritmo.

Es muy difícil, es muy delicado y al mismo tiempo es bastante artesanal porque cada club tiene características diferentes y necesidades diferentes. Entonces nosotros en el Charrúa también le podemos dar a algunos algunos jugadores más cosas porque necesitan más. Y quizás a otros no tenemos por qué darle tanto. Es bastante artesanal e individual respecto a la necesidad de cada club, de cada jugador y a lo que nosotros queremos con cada uno de ellos. En ese tridente tenemos que trabajar mucho. Y como autocrítica, desde el alto rendimiento debemos pensar cómo nosotros podemos ayudar a que los clubes y nosotros trabajemos de manera conjunta para poder lograr que que las dos patas, nosotros con nuestros seleccionados y los clubes con sus con sus competencias, puedan obtener mejores resultados. Yo creo que ahí es donde tenemos que trabajar mejor, seguir mejorando para lograr esa comunión que  le sirva a los dos lados.

Es algo de lo que se habla mucho pero no se termina de lograr.

Totalmente y personalmente lo tomo como algo que tenemos que trabajar mucho porque al final del día nos come el tiempo con todos los seleccionados. El gran margen de mejora es que la Academia también mejore el trabajo de los clubes. Lo pudimos haber hecho antes, pero lo tenemos que hacer. En juveniles tenemos que ver cómo los chicos se enfrentan a niveles más altos de competencia, pero de vuelta, es lo que hay. Y lo mismo en M18, es una generación que queda en el medio, por suerte este año tuvimos un Sudamericano y el año que viene seguramente haya por lo menos un sudamericano más. También están estos cruces que hacemos con las academias argentinas, que para nosotros es fundamental, ojalá que se pueda sostener. 

La M17 descendió este año en el Argentino, ahí hay otro objetivo.

Sí. Es un gran objetivo porque el Torneo Argentino Juvenil está buenísimo. La División A pero también la  B  en la que vamos a competir. A los chicos los ayuda mucho, nos sirve para que nuestros jugadores sigan probándose a otro nivel y sigan viendo que esas brechas existen y tenemos que irlas cerrando.

Respecto a Peñarol, se van a ir muchos jugadores. Senatore me decía que se van a cubrir con jugadores jóvenes y quizás algún extranjero en puestos clave, ¿lo ves por ahí?

Después del Mundial varios jugadores han recibido ofertas, se han ido a la MLR o a Europa. Por ahora la idea es tratar de completar el equipo con jugadores locales, con jugadores de las juveniles, de la M-20. El seven va a estar trabajando de manera muy conjunta con el XV, y si llegado el escenario de que necesitamos a un jugador del exterior, por supuesto que vamos a ir por él. Pero en líneas generales vamos a basarnos con los jugadores locales. 

¿Es esperable que haya más saltos del Seven al XV que la que la temporada pasada?

La cantidad de competencias ha bajado mucho, los viajes también bajaron entonces vamos a trabajar de manera mucho más unida, haciendo muchos saltos porque va a beneficiar a los dos. Creo que para el seven entrenar con el XV va a ser muy bueno por la cantidad de recursos que vamos a tener. Y al mismo tiempo le vamos a dar más competencia a los jugadores. Vamos a tener tres eventos y si clasificamos a la final un cuarto, en cinco o seis meses es muy poco. Con Peñarol en el medio creo que nos ayudará muchísimo. 

¿Cómo ves el femenino, y la posibilidad de que pueda dar un salto? 

La situación del rugby femenino es muy difícil. Hay dos partes: por un lado el rugby de selecciones, que son un grupo de 14 chicas, que cuando están las 14 realmente logramos competir. Cuando falta alguna la baja es muy grande y eso tiene que ver con las circunstancias del torneo local y lo que es el rugby femenino hoy en Uruguay. Estamos trabajando bastante fuerte en la Unión para poder mejorar el rugby de clubes y por otro lado cómo podemos aumentar la base de estas 14 chicas. Es una solución difícil por un tema de recursos, hoy no tenemos tantas y va a ser difícil lograr dar un salto. Quizás en los próximos años se va a dar algo parecido a lo que hablamos con Los Teros: picos de rendimiento donde nos acerquemos a los top, pero no creo que hoy estemos preparados para mantenernos en el tiempo. Sí creo que tendremos esos picos porque estamos trabajando de buena manera, las chicas que están trabajando están dejando todo. Pero para lograr esos resultados sostenidos necesitamos un cambio mucho más mucho más fuerte abajo, que hoy se está dando bastante más lento que lo esperado.

Hablabas de la ida de jugadores al exterior: hoy cambió aquel plan de desarrollar la mayor cantidad posible de jugadores en Uruguay, porque una segunda franquicia no es viable. ¿La idea es que se vayan los que puedan y desarrollar jóvenes o te imaginás que muchos vuelvan el año de Mundial si se clasifica?

Creo que cuanto más jugadores puedan acercarse para completar más tiempo de trabajo juntos y poder performar de buena manera en el Mundial, va a ayudar mucho. Pero si nosotros logramos ese balance de agrandar la base y que ellos estén trabajando afuera creo que va a ser bueno. Yo creo firmemente que el trabajo que se hace hoy en el Súper Rugby América y el contexto de trabajo acá en el Charrúa es bastante bastante superior a lo que se hace la MLR. Creo que tenemos que estar preparados para este escenario actual, con muchos jugando en el exterior y nosotros acá aumentando nuestra base con jugadores más jóvenes que puedan desempeñarse en el Alto Rendimiento. 

¿Cómo evaluás tu cambio de trabajar más en la cancha a estar enfocado en exclusivamente en el rol de Director de Alto Rendimiento?

En el primer ciclo tuve un rol de asistente técnico en la cancha, después en el siguiente ciclo tuve un rol más mixto y ahora va a ser un rol más que nada afuera de la cancha. Si la unión precisa que acá de vuelta para mí es un honor que me consideren y estaré preparado para para llevarlo de la mejor forma posible

¿Qué crees que hay que mejorar en estos cuatro años?

Los dos aspectos más importantes para mejorar es que por un lado, al no estar tan metido en la cancha, me va a permitir tener evaluaciones de los distintos staff y de los jugadores un poco más frías y objetivas. Cuando estás metido ahí adentro a veces es muy difícil porque sos parte. Me va a permitir ver con ojos un poco más objetivos todo lo que sucede para poder tomar mejores decisiones. Y por otro lado, al no estar metido tanto en el día a día, me va a permitir involucrarme en otras áreas, como trabajar más con los entrenadores en la parte de comunicación, de liderazgo, de cómo hacer para que esto funcione mejor. Y después todo lo que hablamos sobre la Academia, el lugar donde tenemos más margen de mejora.

¿Aún no hay nombre del DT de Teros, pero en qué perfil se trabaja?

El perfil ideal es alguien que tenga cercanía cultural para poder tener ese nexo personal que para nuestra cultura es tan importante. Un argentino tiene todas las características. Vamos a ir por ahí. Que pueda ser el líder del proyecto Teros. Para mí es mucho más importante esa conexión, esa capacidad de liderazgo, que la parte técnica, que es algo siempre requerido.

No es una decisión fácil porque no cualquier entrenador argentino está hoy capacitado para tomar a un seleccionado como Uruguay.

Si, pero Argentina es una máquina de formar entrenadores de muchísima calidad, que están trabajando en Argentina o en otros países del mundo, que tienen más que credenciales para liderar el proyecto Teros. Y Los Teros es un proyecto sumamente atractivo para que una gran variedad de entrenadores quieran venir.

O sea que la búsqueda no solos reduciría al ámbito del Super Rugby Américas.

Sin duda, hay entrenadores que están en Francia, en Italia, en España, que pueden ser parte y cumplirían todos los ítems que buscamos.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...