El misterio más grande del siglo XXI

Desde entonces, he seguido el caso con la curiosidad de un gato que canjearía sus siete vidas por conocer la pieza que la falta al rompecabezas. Debo de haber leído miles de páginas sobre el que considero es el mayor misterio en lo que va del siglo XXI, tratando de entender un poco más sobre todo lo menos conocido del caso, pero al final siempre aparece un callejón sin salida. El enigma hasta ahora ha sido impenetrable y lleno de hipótesis y conjeturas sobre lo tal vez sucedido, y el posible destino que tuvo la nave.

Pasaron más de cinco años desde la noche del hecho, y días atrás, una luz en la oscuridad trajo nuevas pistas sobre lo sucedido al vuelo MH370 que desapareció con 239 personas a bordo. Según investigadores franceses citados por el diario Le Parisien, el capitán habría estado en control del avión “hasta el final”, haciendo más creíble la hipótesis sostenida por otros investigadores respecto a que se trató de un homicidio-suicidio, cuyo objetivo fue estrellar la nave contra el océano. El capitán habría cortado el oxígeno de la cabina, por lo que todos los ocupantes habrían muerto antes del impacto. Las fuentes citadas afirmaron que “ciertos giros anormales realizados por el 777 solo se pueden haber realizado manualmente. Alguien estaba en control”. Tiempo atrás, el jefe de la Oficina de Seguridad del Transporte de Australia (ATSB), Pater Foley, había dicho al senado australiano que en su opinión el piloto estaba inconsciente cuando el avión se estrelló en el océano Índico.

De acuerdo a amigos, Zaharie Ahmad Shah, de 53 años de edad, estaba teniendo un comportamiento extraño luego de que su esposa lo abandonara. De acuerdo al especialista en aeronáutica William Langewiesche, “hay una fuerte sospecha entre los investigadores de las comunidades de aviación e inteligencia de que estaba clínicamente deprimido”. La información reciente proviene de Francia, pues es el único país en el cual se viene realizando una investigación judicial sobre el accidente a raíz de la muerte en dicho vuelo de tres pasajeros franceses; una mujer y sus dos hijos. Boeing está cooperando desde mayo pasado con la investigación, habiendo permitido el acceso a información confidencial conteniendo datos vitales del vuelo y datos satelitales de la compañía británica Inmarsat.

Quizá nunca consiga saberse sin lugar a duda los motivos del acto homicida ni tampoco el lugar del océano donde el avión está sepultado bajo profundas aguas, pero la reciente información, de poder confirmarse, representaría un adelanto grande en la investigación que por tanto tiempo pareció estar estancada. Cabe recordar al respecto, que en julio de 2018, un informe de 495 páginas dijo que los controles del avión habrían sido manipulados de manera deliberada, para desviarlos del curso, sin llegar a determinar quién era el responsable.

La desaparición del vuelo 370 de MA que iba de Kuala Lumpur a Beijing es el misterio más grande en la historia de la aeronavegación y cuando en enero 2017 se suspendió la búsqueda de los restos debido a la ausencia de resultados, se dio por descontado que el secreto continuaría blindado por toda la eternidad. La búsqueda realizada por los gobiernos de Malasia, China y Australia duró más de mil días y no aportó ninguna evidencia concreta sobre el lugar donde podría haber impactado la nave, habiendo producido únicamente un monto enorme de suposiciones.

Por razones explicables, el blindado misterio está lejos de desaparecer del radar de noticias que cada tanto regresa al menú de noticias del día, pues el interés por conocer la verdad no cesa. El llamado caso “MH 370” ha generado hasta la fecha una vasta literatura, tanto de investigación como de invención, pues la críptica condición del hecho auspició la figuración de cualquier tipo de escenario, desde un acto con responsabilidad  humana hasta la presencia de extraterrestres.

Lo lógico, incluso en días como los actuales caracterizados por la falta de lógica en la realidad, es que el misterio fuera tragado a corto plazo por el paso del tiempo, perdiendo interés o bien dándose por aceptada la situación de que el avión cayó en alguna parte del océano Índico y que sus restos fueron arrastrados por las corrientes marinas hacia regiones impenetrables por su profundidad, donde resulta imposible hacer siquiera el intento por recuperarlos, en caso de que la nave no se haya desintegrado.

Si bien en los últimos cinco años han proliferado conjeturas de todo tipo sobre lo ocurrido, las mismas solo demuestran que la imaginación humana tiene una extraña capacidad de inventiva a la hora de intentar conocer las causas de un enigma blindado. De la desaparición del vuelo 370 se seguirá hablando y hablando en tiempos por venir, al menos mientras los restos del aparato no sean localizados y se establezcan las posibles razones que llevaron a su desaparición.