Por Gonzalo Martinez Vargas
CEO Moebius Consultora Inmobiliaria
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Un inversor es una persona que destina su capital a una inversión con el objetivo de obtener beneficios e incrementar su patrimonio en el tiempo.
Los inversores de propiedades apuestan a los inmuebles como una de las formas mas simples, rentables y seguras de conseguir ingresos residuales o rentas. Los arriendos son un flujo constante de ingresos y no requieren del tiempo del inversor para generarse. En definitiva, arrendar es más rápido y fácil, ofrece ingresos regulares e incrementan el patrimonio.
Los inversores suelen comprar apartamentos en zonas residenciales, por ser más rentables. Allí se ubican las viviendas de mayor demanda y siempre con tendencia al alza.
Las nuevas generaciones prefieren el arriendo a la compra, siendo otra razón importante para el arrendatario para apostar a este modelo de negocios. Además, tienen mayor rotación de inquilinos y es posible que siempre este arrendado. Por lo tanto, la renta es constante. Para conocer bien a los inversores es necesario escucharlos, generar empatía, hacer las preguntas correctas y obtener información importante. Con todo esto, es posible concretar negocios.
Hemos definido la acción y actitud del inversor cuando desea comprar un inmueble, como una “ecuación del Inversor” que puede resumirse en: inversor + capital = ubicación + m2 + rentabilidad + seguridad + confianza.
En el mundo del inversor de Real Estate, triunfa quien compra una propiedad al precio que desea, no a cualquier precio. Comprará en la mejor ubicación posible de acuerdo a sus recursos disponibles.
Siempre es necesario añadir valor a la propiedad, para que valga mucho más en el menor tiempo posible.
No es negocio ser especulador o depender del azar, esperando que el mercado suba para incrementar su capital. Eso no es negocio, es apostar. Un verdadero inversor no busca seguridad, sino una relación rentable entre riesgo y beneficio.
Prefiere comprar en pozo, ya que es la modalidad en la que se obtienen mayores descuentos y, a su vez, se puede pagar en cuotas lo que genera una alta plusvalía. El clásico inversor siempre está comprando propiedades, debido a que se capitaliza con las rentas, invirtiendo poco capital propio.
Un inmueble nuevo, comprado en pozo o a estrenar, tiene muchos años antes que se tenga que hacer algún tipo de mantenimiento.
Al comprar con entrega inmediata, elimina la espera y está pronto para arrendar. Sin embargo, su precio no es tan atractivo como cuando lo compra en el pozo.
El inversor siempre se apoya en su consultor, quien le brinda información de calidad. Eso lo motiva, se activa y tiene más capacidad de ver oportunidades.
Ser inversionista requiere conocimiento, estrategia y metodología. Así se llega al éxito.
El inversor requiere análisis y quien se lo brinda es su consultor, generando una relación de mucha confianza, ya que de alguna manera se convierten en socios, pues el consultor lo acompaña en la elección del inmueble, gestión de compra y luego en la administración de la propiedad al arrendarla.
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