El plan para reducir daños por consumo de drogas en la Creamfields

Las fiestas masivas de música electrónica no son un evento frecuente en Montevideo. Suelen reservarse a la costa de Maldonado o Rocha durante el verano. Pero el próximo 10 de noviembre, la capital uruguaya recibirá por primera vez la fiesta Creamfields, una de las más importantes a nivel mundial, en la primera de tres ediciones locales previstas.

Si bien se realizan periódicamente fiestas de este estilo en distintos puntos de la ciudad (incluso en el Faro de Punta Carretas, donde se llevará a cabo la Creamfields), aquí la escala es mayor, lo que llevó a la Intendencia de Montevideo a elaborar un plan de trabajo de cara a la prevención y cuidado de los asistentes en cuanto al consumo de drogas sintéticas, algo asociado a la subcultura electrónica, así como en cuanto a las condiciones de seguridad del evento.

El prosecretario de la Intendencia de Montevideo, Christian Di Candia, dijo a El Observador que se elaboró un protocolo en conjunto entre la Inspección General y la Junta Nacional de Drogas (JND) de cara al evento, que fue discutido junto a la producción de la fiesta y los encargados del servicio médico en ella.

El plan de acción comenzó a aplicarse en la previa a la Creamfields, con la clasificación por parte del INAU como fiesta no apta para menores de 18 años.

Toda la campaña promocional del evento mantendrá una postura de cuidado y responsabilidad, algo que también hará la marca Creamfields, nacida en Liverpool (Inglaterra) hace 20 años y que organiza estas fiestas en las principales ciudades del mundo.

Por otra parte, según la información de la Intendencia, todos quienes proporcionen servicios durante el festival recibirán una capacitación de parte de la JND sobre los lineamientos de trabajo para los cuidados.

Los organizadores están obligados a señalizar de forma visible los puestos de hidratación gratuitos que estarán dispuestos en el predio de la fiesta, así como los baños, las carpas de "chill out" y las zonas de emergencia.

En 2016, en la fiesta Time Warp en Buenos Aires, cinco personas murieron por intoxicación de drogas, lo que por una parte endureció la política de ese país sobre este tipo de fiestas pero también llevó al gobierno uruguayo a establecer una serie de reglas y colaboraciones con los organizadores de eventos. En eventos recientes se han analizado químicamente las drogas que los asistentes llevan para consumir, además de proporcionar información al público.

En la fiesta del 10 de noviembre se instalarán al menos cinco puestos de hidratación, picos de agua para el caso que los baños o los servicios higiénicos tengan problemas de abastecimiento, y espacios para atender los posibles episodios de intoxicación que se puedan dar.

Con un público estimado de entre 10.000 y 15.000 asistentes, las autoridades trabajan también en el operativo de seguridad, que involucrará una zona de exclusión en la rambla de Punta Carretas, y los controles de ingreso.

Durante la conferencia de lanzamiento del evento, la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, destacó que la Creamfields busca atraer a turistas argentinos y brasileños.

Las entradas para la fiesta montevideana pueden comprarse desde cualquier país del mundo a través de Tickantel, explicaron desde la organización, ya que se pueden adquirir con tarjetas de crédito internacionales.

Luego de la preventa de entradas, que termina el 4 de setiembre, se anunciarán los artistas presentes en el evento, informó la producción de Creamfields a través de las redes sociales.