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El sentimiento de Guardianes de Nacional: “Sentimos que pisamos el palito”
La agrupación Guardianes de Nacional se formó en agosto de 2018. Nació de la irritación en el hincha tricolor con la gestión de José Luis Rodríguez. Logró congelar las relaciones con el empresario Pablo Boselli. Apoyó fuerte la candidatura de José Decurnex. Y terminó suspendiendo una fecha del fútbol uruguayo al llegar hasta el corazón de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) con pancartas de contenido agraviante para los jueces.
La dimensión que generó el hecho perpetrado el viernes en la sede de la calle Guayabos los llevó el domingo a disolver la agrupación.
“No queríamos perjudicar a Nacional. Le pedimos perdón a los hinchas, a la institución, a Audaf y a la AUF. También agradecemos el apoyo que hemos tenido. En el acierto o en el error siempre quisimos hacer lo mejor por Nacional”, dijo a Referí Javier Curbelo, una de las caras visibles de la agrupación.
“Somos un grupo de hinchas amigos. Empezamos a hablar entre palquistas, butaquistas e hinchas de la tribuna sobre cómo poder ayudar a Nacional el año pasado por el dramático momento que estaba pasando con el Puma Rodríguez como presidente”, recordó,
“Nuestra primera actividad fue un banderazo pacífico que hicimos en la sede del club. Pero la directiva no quiso atendernos”, explicó Curbelo.
“En el grupo hay trabajadores, hombres y mujeres, gente de familia que empezamos a movilizarnos para tratar de ayudar al club viendo que se estaban haciendo negocios muy malos como los de Franco Israel o Christian Oliva que fueron transferidos por cifras muy bajas”.
Los integrantes de la agrupación comenzaron a juntar firmas y lograron convocar a una asamblea de socios que el 4 de octubre decidió por abrumadora mayoría romper relaciones con el empresario Pablo Boselli, representante de varios futbolistas del club.
“En el período electoral tuvimos reuniones con todas las listas, salvo con José Fuentes. Con la lista de Decurnex nos reunimos cuatro veces. Armó un grupo fuerte con Alejandro Balbi y Eduardo Ache y nos pidieron su apoyo. Nos convocaron a reuniones, fueron a nuestras casas en la zona del Parque Batlle. Fueron Martín Sarthou y Pablo Fascioli y les presentamos un proyecto de siete hojas con actividades para el socio radicado en el exterior y en el interior dándoles beneficios para visitar el Parque Central o Los Céspedes trayéndolos a sorteo. Son cosas que están haciendo ahora y no se hacían antes”, expresó Curbelo.
La luna de miel duró poco. “Hace dos meses y medio tuvimos una reunión con ellos donde les dejamos en claro que los íbamos a apoyar y a aplaudir si hacían las cosas bien pero no si hacían las cosas mal. Y no les gustó”, comentó el integrante de la agrupación.
En el período de pases, Guardianes de Nacional cuestionó la llegada de tantos jugadores nuevos: “Y siguen viniendo jugadores, US$ 460 mil bajamos al dejar libre a los jugadores del año pasado. ¿Todos estos que llegaron, vienen por panes viejos? ¿Dónde están Víctor Espárrago, Eduardo De La Peña y Hugo De León presentados en la campaña electoral?”.
Cuando el club decidió que necesitaba recomponer las relaciones con Boselli llamando a una nueva asamblea, Curbelo cuenta que los fueron a buscar: “Vino un directivo, nos invitó a tomar un café y nos pidió que por el bien de Nacional no pusiéramos un palo en la rueda. Fuimos contra nuestros principios, pero lo acatamos aunque diciendo que esperábamos que el empresario recapacitara, que bajara sus pretensiones y que la mayor parte de la torta fuera para Nacional y el jugador. Se puede decir que a Boselli lo sacamos nosotros y prácticamente lo volvimos a poner”.
Curbelo dice con orgullo que las renovaciones de los contratos de Santiago Rodríguez, la gran aparición de este 2019, y de Axel Pérez, jugador de la selección sub 17, ambos representados por Boselli, se hicieron sin cláusula de rescisión y con un plazo de tres años: “Eso lo hicimos nosotros”.
Desde la directiva de Nacional, en cambio, dijeron a Referí que esas renovaciones las hicieron los directivos y que los miembros de Guardianes de Nacional solo participaron de la Asamblea realizando sugerencias como lo hicieron cientos de socios más.
La agrupación trancó fuerte a Decurnex a fines de marzo cuando se empezó a manejar el nombre de Julián Moreno para representar a Nacional en la AUF y no el de Eduardo Ache. “Preguntamos: ¿El dirigente Eduardo Ache dónde es más productivo para Nacional? ¡Hoy es el presidente de la Comisión de Patrimonio! ¡Mándenlo ya a la AUF por favor, donde los manyas no lo quieren!”, postearon en su cuenta de Twitter el 27 de marzo.
“Eso tampoco gustó, pero Ache es el hombre para estar en la AUF. Por algo Peñarol no lo quiere. En la Comisión de Patrimonio tiene que estar un arquitecto. Para ese cargo propusimos a Morgan Martínez pero tampoco nos dieron bolilla”, explicó Curbelo a Referí.
“A este ritmo se viene el tri y un nuevo quinquenio. Y nosotros queremos hacer piscinas y canchas de frontón como club social. ¡Qué paquete nos comimos! La verdad, sentimos que nos equivocamos como agrupación y lo reconocemos hoy”, expresaron el 16 de abril.
Luego llegó el partido de la polémica contra Fénix.
Guardianes de Nacional, que ya había intentado manifestarse en la AUF el 14 de marzo protestando por el hecho de que Nacional iba a todas las canchas mientras Peñarol trocaba los derechos de su localía, empezó a orquestar otra congregación para manifestar su disconformidad en plena sede de la calle Guayabos.
“Empezamos a armarla cinco días antes. En las redes sociales hubo una movida bárbara. La idea era llegar con 50 personas a la AUF. Pero cuando llegó el día éramos solo nueve. Dos señores de 75 años y un hombre con una nena de 10 años. Porque la idea siempre fue hacer una manifestación pacífica. Yo de hecho no llegué porque estaba trabajando”, remarcó Curbelo.
“De haber sabido que había una amenaza a la novia del juez de línea que actuó en el partido contra Fénix, no hubiéramos hecho la movilización. Nadie nos avisó nada. Antes, los directivos nos llamaban para consultarnos por todo, pero en esta ocasión nadie dijo nada”, agregó.
“La seguridad de Nacional sí llamó a la AUF para avisar que podía llegar una manifestación. Por eso creemos que nos estaban esperando. Sentimos que pisamos el palito. Nos sentimos muy solos, sentimos que nos usaron”, manifestó.
“Nunca pesamos que se iba a suspender la fecha por este hecho, no lo premeditamos así. Fue una sumatoria de cosas. Por el bien de Nacional, decidimos disolver la agrupación y que a Nacional lo defienda ahora la gente, no una agrupación que convoca. Por eso nos abrimos. Antes los dirigentes nos llamaban seguido, esta vez no lo hicieron y ahí pisamos el palito”, agregó Curbelo.
Los hinchas ya están en la lista negra de la AUF y con chances de que los lleven a la Justicia penal. “Sentimos rumores de que nos pueden expulsar de los padrones sociales del club, pero para decidir eso el tema debe pasar por una asamblea y no lo puede decidir la directiva”, argumentó Curbelo.
