Nicolás Tabárez

Nicolás Tabárez

Periodista de cultura y espectáculos

Espectáculos y Cultura > ROCKEROS UNIDOS

Emiliano Brancciari, Gabriel Peluffo y cómo plantarse frente a un público de rock

Los dos frontmen analizan las diferencias de su camino hasta el frente de los escenarios
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06 de mayo de 2018 a las 05:00

Son los rostros visibles de dos de las bandas más populares del rock uruguayo. Emiliano Brancciari de No Te Va Gustar y Gabriel Peluffo, de Buitres, son frontmen, ese término que describe al miembro de un grupo que se planta al frente del escenario y se encarga de la parte más fuerte de la interacción con el público.

Pero sus caminos hasta esa posición han sido distintos. Peluffo lo hizo desde siempre, desde su etapa con Los Estómagos. Brancciari se fue convirtiendo en frontman con el tiempo, las giras y los cambios de alineación de su banda.

Estos dos frontmen compartirán cartel cuando NTVG y Buitres se presenten junto a Dostrescinco el próximo 26 de mayo en el Estadio de Juventud de Las Piedras. Sobre las diferencias en el recorrido de cada uno en esa posición y la de sus bandas, así como sobre interpretar canciones de otros (algo que ambos han hecho en proyectos propios y ajenos), dialogaron con El Observador.

Interpretar a otro

Peluffo Brancciari
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Brancciari: es enriquecedor y muy estresante. Porque cuando soy invitado de alguien no quiero fallar y segundo porque lleva mucha preparación. Si vos le errás con tu canción, erraste con tu canción y bueno, el público te lo entiende. Si no cantás vos canta la gente. Otra cosa muy distinta es cuando vas a aportar algo. A mí me genera un estrés gigante. No quiero equivocarme en la letra, a veces voy sin guitarra y no sé qué hacer con las manos, pero cuando sale bien es sumamente gratificante. Es ambiguo, esa adrenalina nueva que está buenísima, pero los días previos son un sufrimiento.

Peluffo: Es tremendo. Es un estrés y te chocás con algo que al verlo de afuera puede ser bastante obvio: teóricamente todos cantamos, pero lo hacemos de formas muy distintas. A la hora de componer, sobre todo para hacer letras en castellano la adaptación a la melodía es compleja y cada uno tiene un estilo muy particular. Desde el punto de vista técnico es muy difícil, interpretar a otro es difícil. A veces estás colgado con la letra, con el orden de las palabras, pero estás en un show, tenés que interpretar. Entonces siempre te vas con una sensación de hacer algo parcial. A veces cantás dos o tres veces, en instancias distintas, y va cambiando. Ahí empieza a ser mejor la cosa.

Brancciari: Exactamente. Empieza a ser tuyo. A mí me pasó. He tocado con amigos, con los que hice lo mismo tres o cuatro veces, en ciudades distintas y contextos diferentes. Y ya los nervios se transforman en disfrute, empezás a decir "este tema es mío".

Ser Frontman

Brancciari: A mí me costó muchísmo y me sigue costando. Pero lo aprendí a disfrutar. Hubo toda una etapa de mi vida donde lo sufrí, en la que tocaba de costado mirando a mis compañeros en lugar de para adelante, o con los ojos cerrados. No la pasé bien. Ahora lo disfruto, y no me siento con la responsabilidad de decir nada, solamente cantar y agradecer cuando lo quiero hacer, y cuando quiero decir algo lo digo porque quiero, no siento un compromiso. Es algo que aprendí a disfrutar. El quiebre fue poco después de pasar al medio, en el 2009, cuando entró Pablo Coniberti a la banda como guitarrista. Yo quería tocar con otro guitarrista y me lo cambiaron por pasar al medio. Al principio me costó porque era todo distinto, incluso lo que escuchaba, y después de un tiempo me relajé y me di cuenta de que era el mejor lugar en el que podía estar. Y para mí Gabriel es de lo mejor que tenemos en esa posición.

Peluffo: Con Buitres somos de una época en la que no había referentes – esto es llover sobre mojado porque ahora toda la gente de nuestra edad dice "no, porque en nuestra época no había esto y esto"- pero de verdad, yo no tenía referencias. No había tantos videoclips, solo lo que pasaba el programa de Alfonso Carbone en la televisión. No había visto artistas en vivo, a los que escuchaba en discos nunca los había visto. Solo fotos. Las posturas de los cuerpos las sacaba de las fotos. Entonces al no tener referencias me las tuve que inventar. Y por otro lado fue la época en la que la mayoría del público en cualquier lugar donde tocábamos estaba en contra, no a favor. Ahí fabriqué mi actividad como frontman. Pasé muchos años así hasta que me dí cuenta de que la gente iba para vernos y que estaba a favor. Estaban contentos y cantaban. Ahora lo disfruto enormemente, me siendo cómodo de verdad y ya no me importa si no estoy escuchando muy bien. No me puedo mover como antes por razones de edad, pero me siendo súper cómodo.

Qué les gustaría tener del otro sobre el escenario

Brancciari: En 2012 Gabriel grabó con nosotros un tema (Hijo de las armas, del disco El calor del pleno invierno), y cuando lo presentamos lo cantó en vivo. Me acuerdo que cuando entró al escenario la gente se movió, se subió a los monitores (hace el gesto de abrir los brazos de cara al público), estuvo bueno, me encantó, eso es lo que hay que hacer. Tomó el escenario como suyo y la rompió. Me encantaría hacer eso.

Peluffo: Tocar la guitarra como Emiliano. Tengo un problema de coordinación entonces no lo puedo hacer. Me esforcé hasta que me dijeron que era algo médico, entonces no puedo tocar ni piano, ni guitarra, solo la armónica. Pero me habría gustado.

Vivir solo de la música

Brancciari: La diferencia radica en el momento en el que surgen las bandas. Nosotros tuvimos la posibilidad dentro de un momento de popularidad muy alta del rock uruguayo, y pudimos poner nuestra energía en salir, por una cuestión de edad y responsabilidades. En ese momento Buitres ya tenía muchos años de carrera y una vida desarrollada desde otro lado en lo personal. Si a nosotros nos tocara hoy, no podríamos hacer lo mismo porque tenemos tiempos distintos, tenemos hijos, el físico es otro. En ese momento teníamos la energía para hacerlo, y es algo que uno no maneja, se da así. Podíamos tocar en cumpleaños de quince para juntar plata para ir a Buenos Aires, tocar y dormir atrás del escenario. Hoy no lo podría hacer. Si bien tenemos desfasajes en algunos países y tocamos en lugares más chicos donde te tenés que adaptar a otras cosas, no podríamos hacer algo así.

Peluffo: Es tal cual, depende de tu momento de vida. Nosotros tuvimos que hacer un esfuerzo muy grande para defender la gira nacional, que la hacíamos desde la época de Estómagos. En aquel entonces habíamos pasado por un montón de cosas que pesaron al momento de salir. Nosotros lo intentamos, justo caímos en momentos de coyuntura muy mala en Argentina, por ejemplo, entonces no prosperó. Y después no lo hicimos. Yo estoy contento con cómo ha sido la historia, como ha sido mi vida en particular, pero si me hubiera llegado la posibilidad a la edad de ellos lo habría hecho.

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