Una decisión familiar llevó al entrenador Mario Rosa a vivir en Nueva Palmira. Fue entonces cuando volvió a su club, Polanco y a la distancia miraba toda la movida de Plaza. El crecimiento del club, la compra de un terreno donde se hicieron nuevas canchas, la maduración de un proyecto con bases sólidas. Por esos tiempos no imaginaba lo que le tenía escrito su futuro.
Un día de enero último recibió un llamado que lo sorprendió. Su excompañero en la dirección técnica de Miramar Misiones, Mario Szlafmyc, lo invitaba a formar parte del proyecto de los pata blanca. Autorizado por Polanco que lo liberó, Rosa asumió el nuevo reto haciéndose cargo del equipo de Tercera división.
El proyecto de Plaza 2019 comenzó a rodar. El primer equipo se reforzó con gente importante. Luis Aguiar, Jorge Fucile (rescindió contrato), Joaquín Boghossian, Marcelo Tabárez y Mario Risso, desembarcaron en Colonia.
Seis fechas después el proyecto de Plaza recibía un golpe. Tras perder 3-0 con Nacional en el Parque Central, Szlafmyc renunció a su cargo.
El joven entrenador, con el que el club había logrado el retorno a Primera, se fue luego de ganar un partido (ante River Plate), empatar dos y perder los tres restante.
“Si me preguntás por qué se fue, te digo que fue una decisión de él. Habría que preguntarle a él. Las condiciones de trabajo están todas dadas: plantel al día, hicimos un complejo deportivo con tres canchas, jugamos en un campo de juego en buenas condiciones, no digo óptimo, pero sí en buenas condiciones, entrenamos una vez por semana en el Suppici. Para mí fue un tema de tiempos y resultados”, dijo el gerenciador Carlos Manta en charla con Referí.
Por unas horas, el plantel quedó en manos de Manta y el otro gerenciador del club Roberto "Chiqui" García, que son entrenadores recibidos, y en un abrir y cerrar de ojos, Rosa, que había regresado a Colonia por razones familiares, pasó a comandar el proyecto futbolístico más importante del departamento.
El alejamiento de Szlafmyc llevó a los gerenciadores a analizar los pasos a seguir. No había mucho tiempo. En el camino se cruzaba Fénix, el puntero del Apertura con todo su arsenal ofensivo que mete miedo. Para salir del paso recurrieron al técnico de la Tercera. Matías Rosa salvó el duro examen igualando 2 a 2.
Manta y García, los gerenciadores del club, analizaron a fondo a Rosa. “Estuvimos con Chiqui García 15 días estudiando los movimientos de Matías y le vimos una cualidades importantes como su personalidad, Yo estoy todo el tiempo con el plantel y sabía la capacidad de jugadores, pero había que modificar pequeñas cosas”, dijo Manta a Referí.
Tras el empate con Fénix, a la fecha siguiente llegó una victoria 1-0 ante Progreso en el Paladino. Esto fue lo que terminó de convencer a Manta y García para firmarle un contrato nuevo a Rosa hasta fin de año.
El entrenador de Plaza Colonia trabaja en el fútbol desde 2013. Comenzó en las juveniles de Miramar Misiones y luego pasó a las de Wanderers. Invitado por Gustavo Ferrín aceptó formar parte de su cuerpo técnico en el año 2016 cuando éste tomó la conducción de Cerro.
En la segunda mitad de ese año trabajó en Canadian y terminó en Huracán Buceo antes de partir rumbo a Nueva Palmira.
Tras la renuncia de Szlafmyc, Manta y García se reunieron con Rosa para intercambiar opiniones.
“Escucharnos entre entrenadores fue importante, Manta es técnico, Chiqui García es técnico, y coincidimos en una cantidad de cosas en lo técnico y táctico e intentamos plasmarlo en la cancha y el mérito es de los muchachos. Ahora, lentamente, estamos intentando darle el toque nuestro al equipo”, reveló Rosa en conversación con Referí.
Manta agregó a la historia: “Corregimos algunas cosas que había que ajustar y se dieron los resultados”.
Consultado por Referí sobres cuales eran esos detalles, respondió: “Poner un poco de endurance y asegurar la pelota hacia adelante y no hacía atrás, lo demás es cuestión de gustos. Si no hay seguridad hay que asegurar la pelota hacia adelante como primera opción. Tener más idiosincrasia uruguaya”.
Como carta de presentación, a la hora de hablar de la forma en que juegan sus equipos, Rosa reveló: “A mí me gustan los equipos protagonistas que presionan, que son agresivos, con transiciones rápidas, que no escatiman esfuerzos”.
El entrenador del elenco pata blanca agregó: “Lo que después debemos hacer es adaptarnos a los momentos de los jugadores. Es un poco lo que estamos haciendo en este momento. Adaptarnos, transmitir una idea. Sin soluciones mágicas, porque acá no hay soluciones mágicas, pero apuntar mucho a los grupal”.
Consultado por el tema que analizó Manta, sobre asegurar la pelota hacia adelante, Rosa comentó a Referí: “Es uno de los aspectos que hemos venido trabajando, de tratar de jugar, que los de afuera hagan las transiciones y buscar hacia adelante para mostrar con el simple hecho de jugar hacia adelante. A partir de ahí mostrar una agresividad y el deseo del arco contrario y que el jugador no pierda su esencia y todo lo bueno lo vuelque al equipo”.
Dos fechas después de haber asumido, a Rosa le toca el examen más complejo de su carrera: recibir en Colonia al entonado Peñarol. El elenco aurinegro viene con viento en la camiseta. El triunfo ante Flamengo en Río de Janeiro despertó a sus hinchas que agotaron las entradas contra Liga de Quito. Y a nivel local el equipo de Diego López no le brinda tregua al puntero Fénix.
¿Cómo se le juega a un equipo con las características del aurinegro que tiene muchos caminos para llegar al gol?
“¿Por dónde pasa el partido? ¿Salir a ser protagonistas o esperar? Es relativo. Cualquiera de las dos formas te puede dar un buen resultado y con cualquiera de las dos formas podés perder. Buscaremos un equilibrio entre las dos, estar bien parado y movernos en bloque para poder ofenderlos”, expresó el DT de Plaza.
Sobre Peñarol, el conductor del elenco de Colonia dijo: “Creo que nosotros en el plantel tenemos una mezcla linda de experiencia y juventud, pero jamás vamos a desconocer el potencial que tiene Peñarol desde lo colectivo y las individualidades. Para ganar tenemos que hacer un partido perfecto pero lo encaramos con tranquilidad, buscando la mejor estrategia. Después la pelota rueda y con el diario del lunes veremos cómo salió todo”.
Rosa inició el camino sin la locura de los objetivos. Plaza tiene esa curiosa mentalidad de desdramatizar el descenso. El club crece y por ahí pasa el mayor objetivo.
¿En lo deportivo? “El primer objetivo es ir semana a semana y el objetivo es el próximo rival. Sumar el fin de semana, sea de a uno o de tres, pero focalizar energía en la suma, por ende tendrían que venir los puntos necesarios”, dijo Rosa.
El técnico agregó: “Cuando vine en enero me sorprendió gratamente el club, con instalaciones que pocos tienen y una proyección diaria de movimiento continuo en las instalaciones. Quieren seguir creciendo”.
Pero al margen de todas las aspiraciones, el entrenador de Plaza Colonia está convencido de una cosa: “Lo importante es que los jugadores estén convencidos de lo que vamos a plantear el fin de semana contra Peñarol”.
Manta reveló a Referí que Peñarol dispondrá el sábado de tres tribunas para albergar a sus parciales en el partido correspondiente a la novena fecha del Torneo Apertura.
“Vamos a darle todo lo que quiera Peñarol”, dijo Manta a Referí y pasó a detallar que los hinchas aurinegros dispondrán de la tribuna que da a la rambla, la mitad de la principal y un talud que en el Centenario sería el de la Olímpica.
Plaza ya fijó los valores de las entradas para el referido compromiso: palco $ 700; tribuna principal $ 500; la que da la rambla $ 400 y atrás del arco $ 300.
Plaza Colonia debió fijar el Suppici para jugar ante los aurinegros debido a que el Prandi, donde viene oficiando de local, no tiene la capacidad suficiente para llevar a los grandes.
“Nos falta capacidad para unas 2.000 personas más”, explicó Manta a Referí.
El gerenciador del elenco blanco se adelantó a lo que realizarán cuando vaya el otro equipo grande: “Cuando nos toque jugar con Nacional en el Clausura, lo lógico será fijar las mismas condiciones”.
Hace dos semanas Fénix visitó a Plaza Colonia en el Parque Juan Prandi y los de Capurro se quejaron de las condiciones del vestuario visitante.
De acuerdo a lo que denunció el líder del torneo en su cuenta de Twitter, los futbolistas no tuvieron las condiciones ideales para cambiarse e incluso uno de ellos prefirió hacerlo fuera del vestuario.
En el entretiempo, la charla de Juan Ramón Carrasco fue en el banco de suplentes, dentro de la cancha. No fueron al vestuario.
Manta, gerenciador de Plaza, fue consultado por Referí sobre las condiciones del referido camarín.
“Son excusas. Nunca hubo nada, era un tema de condiciones y para que no tengan más excusas ya lo acondicionamos”.
Según Manta, el problema era un banco que atravesaba el vestuario visitante.
“Había un banco que quedaba en la mitad del vestuario y era difícil que los jugadores se vieran las caras. Lo modificamos, el mismo banco lo llevamos para el costado y quedó pronto”.
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