El defensor juvenil tuvo que dejar la cancha cuando se disputaban los primeros minutos del partido ante Fénix, este miércoles de la noche en el Parque Central.
Transcurría el minuto 11 cuando Corujo apuró la corrida para cerrarle el paso a Leonardo Fernández que se lanzaba al ataque por izquierda; el defensa pisó mal, desestabilizó su rodilla y siguió avanzando en la cancha, primero (en el paso siguiente) con las dos piernas y luego saltando en una, en la derecha, hasta caer al piso, fulminado y tomándose la pierna.
Tras ser atendido por la sanidad, regresó al campo, corrió unos metros pero ya no pudo seguir. Cayó tendido en el área, sin disimular muestras de dolor e impotencia por la lesión y fue sustituido por el argentino Rodrigo Erramuspe.
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La esperanza de que solo se tratara de un esguince se diluyó con los exámenes realizados este jueves que confirmaron el peor diagnóstico, rotura de ligamentos, la lesión que se ha sido un calvario para los futbolistas con 10 casos en distintos clubes, dos de ellos en Nacional con Leandro Otormín y Facundo Waller.
El zaguero deberá ser sometido a una intervención y luego tendrá que hacer su recuperación, la que suele llevar unos seis meses, por lo que estaría volviendo a fin de año.
Corujo pasaba por un buen momento, el mejor desde que está en Primera, siendo el defensor más utilizado por Alexander Medina en el semestre, con una gran actuación en el clásico y su primer gol en la principal categoría.
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