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Entre robots y conciencia ambiental: estudiantes presentaron proyectos destacados
“En lugar de que nos sentemos cinco horas al día, cinco días a la semana, a copiar 20 renglones sobre cómo un europeo se le antojó conquistar a indios, nos dieron la oportunidad de elegir qué queríamos hacer”. Héctor Pereira, un estudiante de la Escuela Técnica de Belén (Salto), con 13 años, auriculares colgados en su cuello y un robot en la mano, parado frente a más de cinco mil personas en el Antel Arena, explicó mejor que nadie la metodología que impulsa el Plan Ceibal mediante la Red Global de Aprendizajes: poner al alumno en el centro del proceso educativo e incentivarlo para que ir a clases no sea una obligación aburrida.
Así, con la soltura propia de un comunicador pero con el pensamiento lógico necesario para construir el robot que tenía en su mano, Héctor presentó -frente al doble de gente que habita su pueblo- un proyecto que, a diferencia de la mayoría de los trabajos rutinarios a los que se había enfrentado en su experiencia en el aula, lo apasiona por completo.
Es que a ese pequeño robot que tiene forma de auto, él junto con otros compañeros, lo diseñaron y lo programaron para que sea capaz de cortar el césped de canchas de fútbol (es un prototipo) y que mediante sensores detecte las líneas que marcan el fin del terreno. Todo esto en el marco del taller Aprender Todos que organiza la Red y con los materiales (un kit lego) que proporciona Ceibal.
Pero Héctor no es el único adolescente que demostró su pasión por esta nueva forma de aprender en este evento (Enlace 360 es su nombre) que reúne a autoridades y miles de docentes para presentar, debatir y desarrollar nuevas pedagogías.
También lo hizo Joaquín García, un estudiante del liceo de Atlántida que presentó el cortometraje -con montajes de ficción incluído- que realizó junto a sus compañeros.
“El tema de todo el año fue la basura. Hicimos en el liceo una pelota real creada con papeles que usualmente tiraríamos. Y nos dijo la profe de dibujo: bueno chiquilines, hagan un fotomontaje. Y yo dije -a mi siempre me gustó el cine, el arte-: ¿Qué pasa si hacemos muchos fotomontajes? ¿Qué pasa si hacemos un cortometraje? Y ahí decidimos hacer el corto”, contó.
“Esto tiene que ser curricular, tiene que aparecer mucho más. No puede ser un caso aislado”, dijo.
En el evento, donde hablaron autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) como Wilson Netto, Ana Olivera e Irupé Buzzetti y expertos internacionales se presentaron varios audiovisuales -además del de la pelota de basura- que narran los proyectos que se desarrollaron en algunos centros educativos que apostaron a esta propuesta.
En ella, las asignaturas separadas dejan de estarlo y se complementan para formar capacidades en los alumnos mediante aprendizajes basados en proyectos.
Esas capacidades o competencias son las que Plan Ceibal llamó “6C”: comunicación, ciudadanía. colaboración, pensamiento crítico, creatividad y carácter.
La capacidad de colaboración, por ejemplo, fue la que buscaron desarrollar en la escuela N° 1 de Maldonado. Allí, aprendieron idioma español a la misma vez que inglés, literatura y teatro. Al mismo tiempo que aprendieron a elaborar un guión, conocieron la obra literaria de Hamlet y la actuaron con diálogos en inglés. Así los alumnos trabajaron en equipo y se apropiaron de los conocimientos en vez de aprenderlos de memoria.
En cuanto a ciudadanía, por ejemplo, se presentó el proyecto realizado por alumnos de la escuela 72 de Rocha que busca conservar la flora nacional que se está viendo afectada por la tala indiscriminada por, según dicen, “desconocimiento popular”. Los niños eligieron tres diferentes especies: el sauce criollo, el ceibo y la coronilla, y las identificaron con un código QR que se ubica en un poste frente a cada árbol. Además, diseñaron y programaron videojuegos y animaciones que ampliaron el alcance de esta iniciativa que promueve la diversidad de los recursos naturales.
"¿Qué problemas surgen en el espacio? ¿Cómo afectan la psicología de los astronautas? ¿Cómo preparan los especialistas a una persona antes de un viaje de esa naturaleza?", también se preguntaron un grupo de estudiantes de 3° a 6º año del liceo de Migues y surgió el proyecto Salud del astronauta, que combina inteligencia artificial y hologramas para ofrecer terapias psicológicas interactivas en el espacio.
Este proyecto fue el ganador de la Olimpíada de robótica de Plan Ceibal en 2018 y en abril de 2019 presentó su proyecto en el World Festival de Houston, Estados Unidos, y recibió un reconocimiento.
“¿Cuáles son las etapas de las mitosis? ¿Cuál es la diferencia entre la nutrición y la alimentación? Son todas preguntas fácticas", dijo en un momento de su exposición, la experta argentina, Melina Furman, señalando que la mayoría de las actividad que se presentan en las aulas son ejercicios que apelan a la memoria y a recordar conocimientos, cuando la mayoría deberían ser, según ella, aquellos que apelen a la aplicación de contenidos y a la creación propia de los alumnos.
"Imaginen el futuro. Traten de imaginarse a sus alumnos en el futuro. Traten de pensar como desearían que fueran. Si ese es el futuro que deseamos ¿Qué tenemos que hacer antes? ¿Qué tenemos que hacer en nuestros metros cuadrado de incidencia?", reflexionó Furman.
La respuesta quizás esté en Héctor, en Joaquín, en los niños de la escuela N°1 de Maldonado, en la N°72 de Rocha o los del liceo de Migues, que según dicen, ahora disfrutan al estudiar.
