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Extreman controles sobre lago de Shangrilá ante el reclamo de vecinos
La Intendencia Municipal de Canelones (IMC) extremó los controles sobre el lago Pesquero de Shangrilá luego de que los vecinos reclamaran a la comuna por verter al agua material de relleno supuestamente contaminado. El Observador pudo constatar este viernes la presencia de personal de la intendencia en el predio de la obra. La comuna dispuso, a partir de ahora, el trabajo en dos turnos y en duplas por parte de los inspectores, que controlan todo el material que se vuelca al agua.
Además, las autoridades de la intendencia explicaron que se colocó un bote en el lago para verificar que ningún material que pueda haber escapado a los controles termine en el agua.
En ese predio del lago, sobre la calle Presidente Kennedy, se erigirán tres torres de ocho pisos, en el marco del proyecto urbanístico Interlagos. En un principio, el emprendimiento iba a consistir de cinco torres de ocho pisos, pero la intendencia accedió hace unos meses a revisar el plan y a hacerlo de forma escalonada.
Por lo tanto, en una primera etapa se construirán tres torres y luego las otras dos, que se prevé serán de menor tamaño, aunque esto será determinado por las autoridades con la aprobación de la Junta Departamental de Canelones.
Para la construcción de las torres fue necesario rellenar el lago para ganar terreno. De esta manera, desde el 28 de enero de 2019 la empresa constructora comenzó a verter material en el agua. Ese material, según afirmó a El Observador el director de Planificación, Sergio Ashfield, se toma de uno de los puntos de acopio que posee la intendencia, fruto de las obras de saneamiento y demás excavaciones en el departamento.
El relleno –que la intendencia vende a la empresa– es controlado y se verifica que no esté contaminado, agregó el titular de Planificación. Sin embargo, los vecinos de unas 100 casas que hay en la zona mantienen sus discrepancias sobre este último punto y aseguran que entre el material se ha volcado basura, pastizales y yuyos. De las tres torres, hay dos que ya cuentan con el espacio de relleno completado, mientras que para la tercera resta completar un 70% que será terminado en los próximos días. Luego de que se complete el volcado de tierra y se avance sobre el lago, comenzarán las tareas de nivelación del terreno.
Fuentes vinculadas al proyecto dijeron a El Observador que la iniciativa cumple con todos los requerimientos técnicos y ambientales establecidos por las autoridades nacionales y municipales y la habilitación del relleno por parte de la comuna. “Lo que se está rellenando no es un lago. Era una cantera que con el tiempo se fue colmando de agua de lluvia. Ese espejo de agua artificial, que no es un lago natural, es propiedad privada y sobre ese predio se levantará este proyecto. La prueba de esto es que por ley, las corrientes de agua naturales son propiedad del Estado y este espejo de agua está incluido en padrones privados”.
“El relleno, que abarca apenas el 2% de la superficie de este espejo de agua, se está realizando de acuerdo a todos los protocolos de protección del medioambiente”, agregó la fuente empresarial. El 28 de febrero la intendencia citó a los vecinos a una reunión en el centro cívico ubicado en el shopping Costa Urbana. Asistieron más de 50 vecinos que fueron recibidos por Ashfield y el director de Gestión Ambiental, Leonardo Herou. El encuentro fue tenso y derivó en todo tipo de reclamos y acusaciones.
En la reunión se acordó fijar un segundo encuentro. Luego de la asamblea, la intendencia amplió los controles ambientales sobre el proyecto. Desde la comuna explicaron a El Observador que la actividad de relleno no se detendrá, ya que resta completar un 70% del trabajo para la tercera torre.
