En el pasado mes de enero se jugó un partido de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) entre Kansas City Chiefs y Miami Dolphins en el Arrowhead Stadium.
Ese día la temperatura osciló en -20 °C, con una sensación térmica de -32°C. Concurrieron 70.000 personas al partido considerado el más frío en la historia de los Chiefs y el cuarto más frío de la historia de la NFL.
Hacía tanto frío que el casco del jugador Patrick Mahomes se partió de un golpe y al entrenador de los Chiefs, Andy Reid, se le congeló el bigote.
Decenas de hinchas sufrieron congelaciones durante el partido y fueron trasladados al hospital por los bomberos de Kansas City luego del partido, con lesiones relacionadas con la hipotermia.
El director del Grossman Burn Center del Research Medical Center de Kansas City informó que a la gran mayoría de los seguidores de los Chiefs que sufrieron congelaciones "se les recomienda programar amputaciones".
El centro confirmó que el 70% de los pacientes que sufrieron congelaciones deberán someterse a amputaciones, mientras que el 30% restante podrán someterse a un tratamiento de oxigenación en una cámara hiberbárica.
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