El gobierno colocó en pocas horas este jueves US$ 1.750 millones en un bono con vencimiento en 2055 a cambio de dinero fresco y recanje de papeles, según supo El Observador. La demanda registró un pico de US$ 6.700 millones, más de cuatro veces el monto propuesto. De esos fondos, US$ 1.500 millones son para disponibilidad inmediata para las arcas del Estado, mientras que otros US$ 250 millones corresponde a canjes por bonos con vencimientos anteriores.
Finalmente, la tasa fue de 200 puntos básicos por encima del bono del Tesoro de Estados Unidos, algo por debajo del precio inicial propuesto (235), lo que determina una tasa anual en dólares del eje de 5%. El retorno del bono Tesoro de EEUU a 30 años estaba cotizando este jueves a 3,04% anual.
Las fuentes revelaron que hubo un fuerte apetito de inversores que sorprendió respecto a las expectativas previas. En total se registraron casi 300 cuentas interesadas en adquirir el nuevo bono del gobierno uruguayo.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) retornó al mercado internacional de deuda en dólares luego de casi dos años este jueves con una oferta global de un bono con vencimiento en 2055.
Asimismo está previsto que el 19 de abril se concrete la liquidación de la oferta de recompra. Los bonos elegibles para la oferta de recompra son los siguientes: Bono global 2022, 2024, 2025 y 2033. Al 11 de abril se informó que de estos bonos había un circulante equivalente a US$ 3.076.430.873,5.
BBVA, Citigroup y HSBC han sido designados para gestionar el acuerdo de manera conjunta. El bono tendrá una vida promedio de 36 años y se espera que sea calificado con nota Baa2/BBB/BBB-.
Financiamiento y reperfilamiento de deuda
Los recursos provenientes de la colocación serán destinados a propósitos generales, incluyendo el financiamiento de inversiones y el reperfilamiento de deuda. El ministro de Economía, Danilo Astori, había dicho a fines de marzo a Reuters que era "inminente" la emisión de un título soberano para comenzar a cubrir las necesidades de financiamiento del país, estimadas en unos US$ 3.000 millones este año.
Uruguay registró en febrero déficit fiscal de 3,5% del PIB y el objetivo de las autoridades es reducirlo en un punto porcentual el próximo año (2,5%), cuando termina el mandato del actual gobierno. El país, que por primera vez cuenta con la calificación de tres agencias un escalón arriba del grado inversor, se financió totalmente en pesos uruguayos en 2017.
Los bonos globales en pesos uruguayos emitidos a cinco años, por el equivalente a US$ 1.250 millones , y a 10 años, por US$ 1.100 millones, captaron en junio y septiembre la atención de inversores ávidos por papeles emergentes, con una demanda que quintuplicó la colocación del gobierno.
El director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía, Herman Kamil, explicó la importancia de retornar a los mercados internacionales con un papel nominado en moneda extranjera.
"Es la fuente de fondeo más profunda que tenemos y es importante mantener un vínculo activo con el conjunto de inversores en nuestros títulos en moneda dura", dijo en noviembre en el VI Foro Económico y Financiero de Thomson Reuters en Montevideo.
La última operación de Uruguay en moneda extranjera fue en julio de 2016 con la reapertura de sus títulos en dólares con vencimiento a 2027 y 2050, por US$ 1.147 millones.