El Poder Ejecutivo dio este viernes un paso fundamental para la concreción de la segunda planta de celulosa de la empresa finlandesa UPM al firmar con el consorcio Vía Central –integrado por las empresas uruguayas Saceem y Berkes, la española Sacyr y la francesa NGE– el contrato para el desarrollo del Ferrocarril Central, que unirá Montevideo con Paso de los Toros.
La obra, que se realizará mediante la participación público-privada, demandará 3 años y tendrá un costo de aproximadamente U$S 1.000 millones, anunció el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi.
El vicepresidente comercial de Saceem, Alejandro Ruibal, dijo que durante el “pico máximo” dará empleo a unas 1.500 personas y que los fondos salían de préstamos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CAF Banco de Desarrollo. Las principales autoridades de estos dos organismos llegarán el viernes 17 de mayo y se reunirán con el presidente Tabaré Vázquez para terminar de sellar los términos del financiamiento.
Ante la mirada del prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, dijo que era un paso “absolutamente fundamental” para corregir un “error histórico garrafal” como había sido el abandono del ferrocarril. Astori destacó que permitirá mejorar la competitividad de varios sectores, aunque reconoció que “por supuesto” será utilizado por UPM en caso de que confirme su inversión.
Ruibal señaló que los primeros movimientos importantes se producirán a mediados de junio. “Ahí se producirán las primeras contrataciones de personal”, dijo. Se construirán dos terminales de ómnibus para trasladar a los empleados ya que habrá tres obradores grandes en Durazno, Florida y otro en la zona sur del país.
El empresario señaló que no buscarán firmar ningún acuerdo con el PIT-CNT por las ocupaciones en los lugares de trabajo y que los protocolos de prevención de conflictos vigentes en la industria de la construcción los conformaban.
“En Uruguay hay legislación suficiente, trabajamos hace más de 60 años en el país. Sabemos cómo trabajar con el sindicato, tenemos una muy buena relación y damos por descontado que vamos a tener la colaboración con los trabajadores”, dijo.
La eliminación del decreto que regula las ocupaciones y la instalación de cláusulas de prevención de conflictos más específicas son dos de los pedidos de UPM al gobierno para su instalación.
La piedra fundamental de la obra se colocará el 23 de mayo en Paso de los Toros y el 6 de junio el consorcio explicará los detalles del proyecto en el hotel Radisson Victoria Plaza.
La ceremonia de anuncio se vio interrumpida por un manifestante que increpó a los participantes.
Rossi reconoció que había sectores que tenían “diferencias” con el proyecto y que algunas de esas personas “las expresan interrumpiendo la reunión como en el caso de hoy o como en alguna audiencia pública con una actitud agresiva”.
El ministro dijo que no era el “común” ni el “sentir de los uruguayos” y que no era “la forma de resolver los problemas” aunque recalcó que “cualquiera” podía “ingresar e interrumpir, expresarse a los gritos y provocar” porque “cada ciudadano de este país tiene la libertad de elegirlo”.
Rossi informó que en la zona de Sarandí Grande (Florida) donde los vecinos habían reclamado que el tren partiría la ciudad en dos se hará un bypass que “mejora el recorrido”. “Se deja el tendido viejo, que pasa por el centro del pueblo y la estación para el servicio de pasajeros”, señaló.
También habrá cambios respecto al trazado original en la zona de Santa Lucía. “El recorrido viejo pasará por la estación y quedará reservado para pasajeros. El nuevo tendrá unos kilómetros de desvío”, explicó.
Vía Central informó que se construirán seis trincheras que permitirán separar la circulación de las calles. La principal será en Las Piedras, donde el tren pasará en la trinchera y la circulación vial pasará a nivel.
Otra trinchera importante está prevista para el tren en la intersección entre la vía y la calle Uruguayana en Capurro. Rossi dijo que en este barrio habría un “trabajo importante” y que con la modificación procurarán que las calles “puedan circular sin la interferencia del pasaje del ferrocarril”.
La última trinchera importante será en la intersección entre la vía y la Ruta 102.
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