El senador nacionalista Jorge Larrañaga anunció este sábado que la campaña Vivir sin miedo alcanzó las 376.427 firmas, por lo que el próximo año junto a las elecciones nacionales se realizará un plebiscito para reformar la Constitución con cuatro propuestas vinculadas a la seguridad nacional.
La campaña de recolección de firmas comenzó el 23 de mayo y se debían alcanzar las 270.000 -el 10% de quienes figuran en el registro cívico- antes del 26 de abril del año próximo para presentar a la Corte Electoral. Aunque las firmas ya alcanzan para realizar el plebiscito, Larrañaga afirmó que seguirán juntando firmas hasta el domingo 17 de febrero. "Creo que hay miles de compatriotas que quieren seguir firmando para la posibilidad de ejercer el derecho superior del voto ciudadano para reformar la Constitución", dijo.
La reforma plantea el cumplimiento efectivo de las penas para que en casos de delitos graves los delincuentes no puedan obtener beneficios que les permitan salir antes de tiempo de prisión. También implica crear la figura de la reclusión permanente revisable a los 30 años en delitos gravísimos como homicidios múltiples o violación y homicidio a menores y permitir que la legislación regule los allanamientos nocturnos en lugares donde se sospecha "fundadamente" que se están cometiendo delitos. Por último, dispone la creación de una Guardia Nacional con efectivos militares para que colabore en determinadas tareas con la Policía.
Larrañaga agradeció a las agrupaciones de todo el país que trabajaron en la recolección de firmas y a integrantes de otros partidos políticos que se sumaron a la campaña. "Esto atraviesa transversalmente al sistema político, gente de todos los partidos están cansadas de lo que pasa, de un gobierno que pese a todos los instrumentos que ha tenido, siempre encuentra una excusa para no aplicar la norma jurídica".
Las firmas se alcanzaron, según Larrañaga, por los "miles de ciudadanos con voluntad de restablecer el orden, el respeto, la paz pública, cansados de tantos superhéroes de los derechos mientras los derechos fundamentales de los ciudadanos se van y se escurren por la alcantarilla de cualquier esquina".
Sin embargo, el senador remarcó que sabe que esta reforma "no es toda la solución", al problema de la inseguridad, pero "es parte de la solución y tiene que ser reconocida por eso". Sabemos que necesitamos de políticas sociales y políticas educativas", agregó.
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