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Inase destaca que disminuyó el uso de semillas ilegales
Pese a que actualmente no hay datos oficiales que lo respalden, desde el Instituto Nacional de Semillas (Inase) se asegura que el uso de semillas ilegales ha bajado, porque se está llevando adelante un control muy riguroso.
El ingeniero agrónomo Pedro Queheille, presidente del Inase, expresó a El Observador que siempre es difícil saber qué cantidad de semilla ilegal se utiliza.
Lo que se tiene sí es “una percepción de que el control es fuerte y de que los volúmenes que se venden –aparentemente– en el mercado son más chicos”, comentó el jerarca.
Comentó que cuando finalice la zafra de la venta de semilla de soja (sobre fines de noviembre) se podría comparar el área real sembrada con la semilla legal y por diferencia se sabría el porcentaje de lo que es ilegal.
No es un juego, es semilla ilegal
La campaña señala que “usar y comprar semilla en ‘bolsa blanca’ es ilegal, como la mosqueta”.
Otra de las recreaciones apunta a que “los problemas de la semilla en ‘bolsa blanca’ son una incógnita, como la ruleta”.
También indica que “usar semilla de calidad es la primera ficha para asegurar una buena cosecha, como en el dominó”.
Esta temática explica que “para jaquear el comercio ilegal de semillas movemos distintas piezas, como en el ajedrez”.
Finalmente subraya que “al comprar semilla en ‘bolsa blanca’ no salimos de malas por su baja calidad, como en el truco”.
En este marco, el Inase lanzó una nueva campaña de comunicación enfocada en el uso de semilla de calidad y en el combate del mercado ilegal.
A través de la plataforma noesunjuego.uy el instituto pretende generar un valor agregado, así como también reforzar a las estrategias de intervención del área de Control de Comercio.
La campaña utiliza juegos populares para abordar y acercar conceptos como ilegalidad, semilla en “bolsa blanca”, semilla certificada, trazabilidad y atributos de calidad.
La semilla ilegal es lo que se define como “bolsa blanca” y es catalogada de esta manera cuando no cumple con la normativa legal, no cuenta con los controles de calidad obligatorios, no tiene respaldo y por eso no es posible reclamar.
Cuando se habla de semilla, se encuentran todas las opciones incluidas.
“Todo lo que es verde entra. Se hace referencia a la semilla botánica y a los materiales de propagación vegetativa, como citrus o frutales de hoja caduca”, explicó Queheille.
El insituto lleva adelante una enérgica campaña de control de las plantas de procesamiento fijas y móviles, en donde se colocan geolocalizadores para el monitoreo.
De igual forma, se realiza un relevo de las declaraciones de movimientos de semillas y se exige la Guía de Identificación de Semillas (Guides) a productores, plantas de procesamiento y depósitos.
Otras estrategias de control son la realización de ensayos a campo y análisis de laboratorio para determinar la calidad, identidad y pureza genética de las semillas usadas por los productores y comercializadas por las empresas.
