Autoridades del gobierno y de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande presentaron este martes en la Torre Ejecutiva el nuevo plan de renovación de la represa de Salto Grande, que tendrá una inversión inicial a cinco años de US$ 80 millones y un total de US$ 960 millones en un plazo de 30 años.
Los fondos para dicha modernización, al menos en la primera etapa, serán proporcionados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El costo se dividirá en la inversión de los US$ 80 millones los primeros cinco años (US$ 40 millones por país), US$ 140 millones durante los cinco siguientes y para los últimos 20 se estiman otros US$ 740 millones.
El presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Gabriel Rodríguez, dijo que se trata de un proyecto que va a “refundar” Salto Grande, que en realidad ya comenzó en 2005 con un proceso de inversiones superior a los US$ 90 millones durante ese período.
“Hay que tener en cuenta lo que la represa representa después de más de 40 años de funcionamiento –su construcción se inició en abril de 1974- y hay que adelantarse a los problemas. Las nuevas tecnologías y la digitalización nos obliga a cambios en la operación y el mantenimiento”, explicó Rodríguez.
Salto Grande suministra aproximadamente el 50% de la energía eléctrica que se consume en Uruguay y un 5% de la que es consumida en Argentina.
El objetivo de esta primera etapa que irá hasta 2023, será renovar los reguladores de velocidad, de los sistemas de control, las compuertas de vertedero y de toma, la infraestructura civil, entre otras.
“Hay que tener presente la innovación tecnológica que todos conocemos, con equipamientos que pueden tener entre 30 y 40 años de servicio, por lo que se puede pensar que los repuestos ya no se consiguen. Hay que adelantarse a los recambios por los desgastes. No estamos enfrentando ningún tipo de problemas, lo que pretendemos es anticiparnos de forma ordenada y planificada para realizar los cambios necesarios”, agregó Rodríguez.
Por su parte, tanto el canciller, Rodolfo Nin Novoa, el ministro de Industria, Energía y Minería, Guillermos Moncecchi, como el subsecretario de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri, hicieron mención a la relevancia de la característica binacional de la represa como factor de “importancia en el desarrollo regional”.
También destacó este aspecto el presidente de la delegación argentina en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Roberto Niez, que en una breve intervención indicó que “Salto Grande es un orgullo para Argentina y Uruguay dado que la binacionalidad ha permitido tenerla en perfectas condiciones”.
En el mismo sentido opinó el representante del BID en Uruguay, Morgan Doyle, que definió a Salto Grande como “un proyecto emblemático de integración”.
A su turno, tanto Monsecchi como Ferreri destacaron como la represa de Salto Grande representó un pilar fundamental de la base energética uruguaya para ir hacia el camino del cambio en la matriz energética y hacia las energías renovables.
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