El presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, José Antonio Dias Toffoli, suspendió este miércoles un fallo emitido poco antes por otro juez de esa misma corte que abría la puerta a la liberación del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, que purga una pena de 12 años de cárcel por corrupción.
"Concedo la suspensión de la medida cautelar para suspender los efectos de la decisión anunciada el día de hoy", escribió Días Toffoli, poniendo fin así a un nuevo forcejeo judicial en Brasil en torno al exmandatario de izquierda (2003-2010).
El juez Marco Aurelio Mello había dictado este miércoles una cautelar que ordenaba la liberación de todos los presos condenados en segunda instancia hasta que las sentencias sean confirmadas por tribunales superiores, lo que podía haber llevado a la encarcelación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. La decisión del juez se apoyaba en un artículo de la Constitución según el cual una pena de prisión sólo se puede comenzar a ejecutar una vez que se cumpla lo que en Brasil se conoce como "tránsito en juzgado", que supone el fin de todo el proceso de apelaciones.
En el caso de Lula, preso desde abril tras haber sido condenado por corrupción a doce años en segunda instancia, aún restan dos apelaciones a tribunales superiores, por lo que la medida anunciada por el juez Mello puede beneficiarlo, igual que a otros políticos presos por asuntos de corrupción. En su decisión, el magistrado estableció como única excepción los casos de las personas que están en prisión preventiva, regulada por otro artículo y dictada cuando es necesario dar "garantías para el orden público, económico o conveniencia" del proceso judicial.
La cautelar fue dictada a pedido del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), un histórico aliado de Lula, el mismo día en que la Corte Suprema inicia un receso hasta el próximo mes de febrero.
Esta misma semana, el presidente de la Corte Suprema, Dias Tóffoli, había anunciado que una vez concluido el receso será discutida una decisión que el tribunal adoptó en 2016 y permitió la ejecución de una pena a prisión después de que fuera confirmada la sentencia en segunda instancia.
Agrega que "bajo la óptica del peligro de la demora, debe tenerse presente la prisión o efectivo recogimiento, antes de la reclusión mayor de la sentencia condenatoria definitiva". Mello sostiene además que "no apenas los condenados en segunda instancia por corrupción o crímenes denominados de 'cuello blanco'" están en prisión por haber sido hallados culpables en la segunda instancia, sino también "miles de ciudadanos acusados" de cometer otros delitos. "Si esa temática no es urgente, desconozco otra que lo sea", concluye la decisión dictada por el magistrado.
Fuente: AFP y EFE
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