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La Corte Suprema de Brasil ordena levantar el secreto bancario y fiscal de Jair Bolsonaro
El Supremo Tribunal Federal (STF), la máxima instancia judicial de Brasil, ordenó levantar el secreto bancario y fiscal del exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro, y de su esposa, Michelle Firmo, en el marco de la causa que investiga el presunto enriquecimiento ilícito de la pareja mediante la venta en casas de empeño de Estados Unidos joyas que pertenecían a la Presidencia del país.
La decisión la tomó el juez Alexandre de Moraes en respuesta a una solicitud efectuada por la Policía Federal, que sospecha que colaboradores de Bolsonaro revendieron obsequios recibidos de países extranjeros, en particular joyas, luego de una de serie de allanamientos realizados el viernes de la semana pasadas en los domicilios particulares de exayudantes del exmandatario.
Según reflejan los medios locales, Bolsonaro quedó en una situación muy comprometida luego que su exedecán Mauro Cid, un coronel del Ejército que está preso desde mayo, confesara que vendía los objetos entregados a Brasil por los reinos de Arabia Saudita y Bahréin por orden del exmandatario para pasarle luego el dinero obtenido, confesión anticipada por el abogado de Cid a la cadena Globo y a la revista Veja.
"Las pruebas recabadas demostraron que durante la presidencia de Jair Bolsonaro fue creada una estructura para desviar bienes de alto valor que le fueron obsequiados con el fin de enriquecimiento ilícito", señaló en ocasión de librar las órdenes de allanamiento el STF. "Más allá de constituir un acto ilícito criminal, demuestran total desprecio por el patrimonio histórico brasileño y una falta de respeto a los Estados extranjeros,” agregaba el texto.
Los abogados del exmandatario indicaron mediante una nota que Bolsonaro "jamás se apropió o desvió cualquier bien público". Sin embargo, según la Policía Federal, los artículos fueron colocados en "una maleta transportada en el avión presidencial el 30 de diciembre", cuando Bolsonaro salió de Brasil hacia Estados Unidos, dos días antes de la toma de posesión de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
Entre los obsequios vendidos hay dos esculturas, una con la forma de un barco y otra de una palmera, ofrecidas por el gobierno de Baréin durante una visita de Bolsonaro en 2021. Además, hay joyas masculinas ofrecidas por Arabia Saudita, como un reloj y una pluma estilográfica de la lujosa marca suiza Chopard.
Según los investigadores, el exedecán mencionó en un mensaje de audio "25.000 dólares en efectivo" que estarían destinados al exmandatario tras la venta de ciertos bienes. El escándalo, no obstante, estalló cuando el diario Estado de Sao Paulo reveló que altos funcionarios habían intentado ingresar ilegalmente al país joyas donadas por Arabia Saudita, sin declaración previa.
Las joyas en cuestión, incluido un conjunto de diamantes que se cree estaba destinado a la ex primera dama, fueron incautadas por la aduana en octubre de 2021. Pero los investigadores han hallado evidencias sobre la malversación de muchos otros obsequios de países extranjeros, que sólo pueden ser conservador por los jefes de Estado sin son "de carácter muy personal o de valor monetario mínimo", según la legislación brasileña.
El escándalo de las joyas es uno de los tanto procesos en los cuales está siendo investigado el líder ultraderechista por el juez Moraes, quien lleva adelante la megacausa del intento de golpe de Estado del 8 de enero pasado perpetrado por bolsonaristas.
Según las investigaciones, los desvíos de joyas comenzaron a mediados de 2022 y terminaron a principios de este año, cuando Bolsonaro, ya fuera de la presidencia, estuvo durante tres meses en Estados Unidos. Por eso, y en base a un acuerdo de cooperación con Estados Unidos, el magistrado también pidió levantar el secreto de las cuentas bancarias que Bolsonaro y Cid tengan en aquel país.
El objetivo es determinar si el dinero de la venta de joyas llegó al expresidente, tal como informó la Policía Federal al STF el viernes pasado. Por lo pronto, una de las joyas fue requerida por el Tribunal de Cuentas de Brasil, pero ya había sido vendida en Estados Unidos, lo que obligó al abogado de Bolsonaro, Frederick Wassef, a recomprarla para devolverla.
De acuerdo con las normas del Tribunal de Cuentas, los obsequios de Gobiernos extranjeros deben ser incorporados al Gabinete Adjunto de Documentación Histórica (GADH), el sector de la Presidencia encargado de custodiar los obsequios.
(Con información de AFP)
