La decisión de Inditex sobre Zara: todo bien en España, todo mal con el cepo al dólar en Argentina

Pero el caso de Zara resonó fuerte, la emblemática empresa del grupo español Inditex, que no sólo deja Argentina sino también Uruguay, mercados agrupados como única unidad de negocio.

La marca y el manejo de la compañía de indumentaria son transferidos  a la multinacional panameña Regency Group, que desembarcó en la Argentina hace un año con la compra de la licencia local de Nike.

Con este entendimiento, Inditex homologa el modelo que tiene en la mayor parte de los mercados de la región, a través de un contrato de franquicia.

Esta operación no implica ningún cambio para los consumidores. Zara cuenta en la actualidad con 11 tiendas en la Argentina y 4 en Uruguay, donde también está presente la marca Zara Home.

Regency está controlada por el grupo panameño Harari, uno de los principales jugadores en el mercado de indumentaria en Centroamérica y el norte de Sudamérica.

Además son los representantes de las marcas del Grupo Inditex en Colombia, Perú,Ecuador, Paraguay y Panamá y tienen la licencia de Nike para otros países de la región, con 400 tiendas en total.

Sus ventas rondan los US$300 millones anuales y cuentan con más de 5000 empleados.

De todos modos, este miércoles las acciones de Inditex cayeron 1,98% en el Ibex, la bolsa española.

“La sólida presencia de Zara en la Argentina y Uruguay está sin duda vinculada con el compromiso con sus clientes locales demostrado a lo largo de 25 años de presencia comercial ininterrumpida”, subrayaron desde la compañía fundada por Amancio Ortega.

Ortega es uno de los veinte millonarios con mayor patrimonio del planeta, y su hija Marta es la nueva CEO de la compañía.

Zara ofrece colecciones propias para el hemisferio sur desde su llegada al mercado argentino, una práctica que adoptó la compañía para acompañar más de cerca las tendencias de moda de este mercado.

Para eso cuenta en su sede central de España con equipos de diseño, desarrollo de producto y comercial, entre otros, que son específicos para esta región y que trabajan en paralelo a los destinados al hemisferio norte.

“Los equipos comerciales de Inditex seguirán fuertemente vinculados a la actividad de sus marcas en la Argentina y Uruguay, como ocurre en todos los países de la región donde se opera con acuerdos similares”, aclararon desde la firma española.

Por qué Inditex se va del Río de la Plata 

En Inditex no dieron a conocer las razones que la llevaron a ceder la gestión de su negocio a manos de los panameños.

Pero son conocidas en el mercado las dificultades que tenía el grupo español para el ingreso de las prendas, en su mayoría importadas.

El cepo a los dólares en la Argentina es la causa principal de esta decisión.

Y, aunque en Uruguay no hay cepos de ningún tipo, su staff directivo trabajaba en tándem con el argentino por lo que Inditex extendió la salida a los dos negocios a un lado y al otro del Río de la Plata.

Debido a la falta de dólares, que deben ser además autorizados por las autoridades para que la operación pueda realizarse (el pago en el exterior para el ingreso de la mercadería), desde hace un tiempo la política de Zara en la Argentina había sido potenciar el desarrollo de proveedores locales, cuando su esquema de trabajo es concentrar la producción en países del Sudeste asiático.

Zara se suma así a un éxodo que incluye a empresas que van desde Falabella a la aerolínea Latam y desde la energética Enel (controlante de Edesur) hasta el supermercado Walmart. 

Además de las importaciones “pisadas”, los empresarios hablan de falta de previsibilidad, cambio constante de las reglas de juego, débil seguridad jurídica, alta inflación e imposibilidad de girar divisas al exterior.

La lista es larga. La española Glovo, por ejemplo, se fue del país en 2020.

En junio, apenas, el banco brasileño Itaú acaba de confirmar que está en negociaciones para desprenderse de sus activos en la Argentina, un mercado al que llegó en 1994.

El grupo Inditex: el negocio marcha bien

Hace apenas unos días, el 11 de julio, el grupo celebró su junta de accionistas. Allí, el consejero delegado de Inditex anunció una inversión de 1.600 millones de euros en 2023, rozando los 1.620 millones de 2018, que fue el máximo histórico del grupo. 

Una parte importante de la inversión se destinará al despliegue de la plataforma ‘Preowned’, de venta de ropa de segunda mano, ya presente en Reino Unido y que este año llegará a Francia, Alemania y España. 

En el caso de las materias primas, el compromiso es que el 40% de las fibras utilizadas por las marcas de Inditex en 2030 sean el resultado de procesos de reciclaje convencional; alrededor de un 25% serán fibras de nueva generación a partir del trabajo de las startups detectadas desde el Sustainability Innovation Hub de la compañía y otro 25% procederá de agricultura orgánica o regenerativa.

El consejero delegado también se comprometió ante los accionistas a seguir premiando su fidelidad al grupo con un reparto anual del 60% de los beneficios ordinarios más otro extraordinario. 

En el orden del día de la junta de accionistas se aprobó un dividendo de 1,20 euros por acción con cargo a los resultados del ejercicio 2022.

Este dividendo se compone de dos pagos iguales de 0,60 euros por acción por un importe total de 3.740 millones de euros. Este pago representa un 29% más que en el anterior ejercicio.

El primer año con Marta Ortega al frente

La nueva cúpula está encabezada ahora por Marta Ortega, hija menor del fundador y máximo accionista, con un 60% de capital, Amancio Ortega. Su puesto no es ejecutivo, labores que recaen en el nuevo consejero delegado, Óscar García Maceiras.

El primer año de Marta Ortega como presidenta de Inditex se ha cerrado con récords de beneficios e ingresos.

La compañía, propietaria de marcas como Zara, Massimo Dutti, Bershka y Oysho, registró un resultado neto de 4.130 millones de euros en su último ejercicio fiscal (finalizado el 31 de enero pasado), un 27% más que 2021. 

La facturación creció un 17,5%, hasta los 32.569 millones, que afianza así su posición de dominio en el sector. 

Se trata del mejor año de la historia del grupo, que ha conseguido superar holgadamente las cifras récord de 2019 —ejercicio en el que ganó 3.639 millones y facturó 28.286 millones—, a pesar de un contexto económico y geopolítico convulso, con subas de costes, inflación elevada y restricciones por el Covid todavía vigentes en China, un país clave para el grupo. 

El ejercicio ha estado marcado también por la salida de Rusia, negocio que tuvo que vender por la guerra en Ucrania y que fue el segundo mercado que más aportó al beneficio en 2021.

Estas dificultades se aprecian en el margen bruto, que se situó en el 57%, ocho puntos básicos menos que el ejercicio anterior.

Esta evolución distancia aún más a Inditex del resto de sus grandes rivales, como H&M y Gap, que el ejercicio pasado registraron pérdidas (caso de Gap) o redujeron su resultado (caso de la firma sueca). 

Zara es el formato que más crece en ventas, con un alza del 21%, hasta 23.761 millones de euros.

Por otro lado, Massimo Dutti fue el que menos creció, un 4%, hasta los 1.593 millones, junto a Oysho (también creció un 4%, hasta 623 millones).

“Tenemos gran confianza en Massimo Dutti, que tiene un buen desempeño, pero ha sido el formato más perjudicado por la salida de Rusia”, reconocen.

Por áreas geográficas, España sigue al frente (supone el 14,4% de las ventas). El resto de Europa supone el 47,5%, seguida de América (20%, con Estados Unidos como segundo mercado ya a nivel mundial) y Asia (18,1%).