Un año y nueve meses pasaron. Demasiado. Facundo Waller contó hasta los días para volver al fútbol desde aquel 21 de mayo de 2017 cuando el capitán de Italia, Rolando Mandragora, se le cayó encima de la rodilla. Iba solo media hora del primer partido celeste en el Mundial de Corea y se había terminado el sueño de uno de los mejores jugadores de Uruguay, campeón sudamericano en Quito meses antes.
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