A Julia Crescini le apasiona el deporte. Desde los diez años practica atletismo y su sueño siempre fue tener su propia marca de ropa deportiva. En 2013, pasó del sueño a la acción, creando la marca Oway.
Paralelamente a su trabajo en una empresa de seguros, empezó a buscar opciones de telas que no fueran sintéticas. Sin capital pero con una gran pasión, Crescini importó desde Argentina las telas y con la ayuda de una persona que la ayudaba con la costura, comenzó a fabricar las prendas, sustentándose con el pago de la mitad del importe de los clientes por adelantado.
"Empecé a encontrar un nicho de mercado desatendido por las grandes marcas. Escuchamos a los atletas y lo qué necesitaban para correr. Me encontré con muchos corredores que se identifican con las remeras y las quieren personalizadas, especialmente los grupos de runners", explicó Crescini a El Observador.
El proceso es de co creación con los corredores. "Generamos la reunión con el referente del grupo, hacemos el diseño que es cocreado con los deportistas, viendo qué les gusta y las combinaciones", explicó la emprendedora.
Cuando se "enamoró" completamente de Oway, dejó su trabajo estable. Comenzó a a realizar talleres y mentorías grupales en la Organización de Mujeres Empresarias del Uruguay (OMEU) y recibe el apoyo del empresario e inversor Gabriel Rozman, quien la ayudó a viajar a China para localizar fábricas y poder producir en masa, que será su próximo paso.
"Se me están abriendo las puertas con otras disciplinas. Mi cabeza volaba con fabricar en China y poder vender en Uruguay al público en general, y estoy en vías de lograrlo", contó Crescini entusiasmada.
Oway creció, ya que cuenta con un local que también oficia como taller de fabricación, Crescini tiene dos socios más y generó alianzas con gimnasios. La marca apoya con la vestimenta a corredores en silla de rueda, y patrocina a deportistas amateur que no son apoyados por las grandes marcas.
La emprendedora ve una clara oportunidad en este sector, debido a la gran cantidad de corredores que se suman anualmente a las carreras callejeras.
Dos deportistas amateur -un ingeniero químico y una chef- regresaron del exterior hace poco más de dos años y visualizaron un nicho pendiente de nutrición deportiva natural, ya que lo que veían en el mercado era artificial. "Decidimos emprender tomando materias primas nacionales, desarrollando productos de alto valor agregado y que permitieran valorizar esas materias primas y a su vez entregar a los deportistas un producto de alta calidad y de buen rendimiento", contó uno de los fundadores de Natural Kick, Camilo Bouzas, que junto a su socia Verónica García, acaban de graduarse de la incubadora Khem.
En el Polo Tecnológico de Pando, justamente donde se ubica la incubadora, Bouzas y García idean los productos y con la ayuda de doctores en Alimentos del Polo y utilizando los laboratorios, fabrican los productos, que se comercializan a través de la web y en tiendas especializadas para deportistas.
Actualmente hay tres productos "estrella", según Bouzas. El Honey Gel que es una fuente de energía de rápida absorción; el Power Gum, una mezcla de geles con café; y el Hydration Mix, una mezcla para preparar una bebida de reposición de electrolitos y energía.
En general los deportistas que más utilizan los productos son los corredores, atletas, y últimamente han tenido demanda de tenistas y basquetbolistas.
Para Bouzas, en la actualidad hay más conciencia de lo saludable y de la importancia de mejorar la calidad de vida. "Eso está presente en la población, el segmento se va ampliando. Eso viabiliza una serie de emprendimientos deportivos o destinados al cuidado de la salud", sostuvo.
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Luego de recibir capital semilla de ANII para empezar con el emprendimiento, Natural Kick va en busca de inversión y la consolidación de los productos en el mercado local, para apostar a la exportación en el mediano plazo.
"Nosotros apoyamos a algunos deportistas de elite. Ellos nos ayudan a difundir el producto y a veces desarrollamos cosas específicamente para ellos, o nos ayudan con las ideas para mejorarlo", explicó el emprendedor.
Aproximadamente el 7% de los deportistas se auto provocan una ruptura en algún musculo solamente por ejecutar mal un movimiento, y muchas veces no saben exactamente el por qué de esa lesión.
Este dato se desprende de una investigación que realizaron los socios fundadores de MotiaLab, Juan Franco y Nicolás Peña, que hace un año comenzaron a desarrollar un laboratorio tecnológico que analiza el movimiento humano, enfocado en el diagnostico, la prevención y performance del movimiento.
Están incubados en Rabbit, incubadora a la que acceden al equipamiento para el desarrollo del hardware necesario para ejecutar el emprendimiento, y recibieron capital semilla de ANDE.
Juan Franco (fisioterapeuta) y Nicolás Peña (ingeniero), percibieron que había una gran cantidad de corredores que tenían lesiones y no sabían por qué. "Con foco en la comunidad runners surge este emprendimiento", dijo Franco.
El producto estrella de MotiaLab es MotiaLab Running, una plataforma web que integra hardware y software, entre ellos un sistema con una alfombra que detecta las presiones plantales del individuo cuando corre; y un sistema de detección de movimiento con cámaras infrarrojas.
"El individuo ingresa a la consulta y se hace una evaluación clínica. Algunos vendrán con una lesión ya preestablecida y otros llegan para prevenir lesiones. Se hace una evaluación clínica y medimos la longitud de los miembros inferiores, fuerzas musculares, flexibilidad. Posteriormente se colocan los marcadores en la parte inferior, en el muslo, la pelvis, la cadera, y el tobillo", explicó el emprendedor.
Se realiza un análisis en tres dimensiones que permite detectar como se mueve la cadera, la rodilla y el tobillo y posteriormente se hace un análisis de las presiones plantares en la corrida.
"Todo esto se resume en un documento que objetiviza el movimiento. Se resume desde un punto de vista clínico y tecnológico, con un grado de precisión alto, la performance del movimiento del deportista", sostuvo.
Luego de llegar al diagnóstico -pérdida de fuerza en el músculo, perdida de flexibilidad o alguna alteración anatómica-, se sugiere un plan de entrenamiento o se desarrolla una ortesis plantar, diseñada en función de los datos obtenidos.
El objetivo de los creadores de Motialab es que en la etapa inicial, el tratamiento sea accesible no solo para deportistas de elite, sino para deportistas amateur.
"Queremos expandir el análisis que hacemos del movimiento a otro tipo de movimiento, no solo de corredores. Salto, basquetbolista, como patea un futbolista para ser más preciso. En este momento estamos con el análisis para correr pero en esa escalabilidad buscamos pasar el análisis de otros movimientos deportivos", avizoró Franco.
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